Capítulo 37. El rugido de un león

2K 217 89
                                    

—No estoy segura de hacerlo—Alison se cruzó de brazos mientras giraba hacia la larga ventana de la torre, prefirió hundir su mirada en los afueras del castillo que en los ojos del rey Edmund—. Hace unos días atrás vi lo que el pueblo es capaz de hacer, tienen sed de sangre y justicia Edmund.

Alison miró por la ventana cómo un grupo grande de campesinos se manifestaba a la afueras del castillo, todos gritando y alabando la misma y única frase: "¡MUERTE A CASPIAN!"

—Lo sé, pero ellos te rescataron Alison, no es tu sangre la que reclaman, sino la de Caspian. Tu puedes ocupar su lugar. Con fe y esperanza, eso es más poderoso que cualquier arma en una guerra, pues convierte de cualquier simple persona en un soldado—trató de convencerla el rey Edmund.

Llevaba cerca de una hora haciéndolo, Alison se negaba ya que el asunto de tratar con aquel hombre no le parecía en nada, sin embargo en sus adentros deseaba ser ella esa voz e imagen que siguieran el pueblo en el mismo sentido, en contra de Caspian.

—Te he escuchado hablarles, los has motivado Alison—Edmund hablaba cada vez más con más dinamismo, tratando de que ella sintiese lo mismo, así como para que lo mirara a los ojos—. La razón por la que estén así—Edmund se acercó hasta la ventana donde ella estaba y señaló hacia afuera—. Eres tú. Ese día de la hoguera, casi muere Caspian a sus manos, sin ninguna magia o ningún reto en combate, iba a morir a golpes y rasguños causados por su propio pueblo. Es un claro ejemplo que tenemos un claro ejemplo de una poderosa arma ante nosotros.

—Quiero ayudar—soltó Alison la verdad—. ¿Pero qué hay de Lord Neville?.

—La guerra es así Alison y si puedo darte otra lección uno no escoge al enemigo, pero si a los aliados, entiendo tu molestia de tener que ser aliada de ese hombre, cuando llegamos a Beruna yo fui el primero en retarme en combate—dijo Edmund—. Pero eso fue en un pasado, y hoy, necesitamos de la palabra fuerte de un miembro de la corte real, y Lord Neville ya estado manifestando su odio hacia Caspian desde que llegó al trono, y el tenerlo a él, significa tener a más hombres de la corte a nuestro lado. Velo como un juego, él es nuestra carta fuerte, y después de esto, si ganamos podremos deshacernos de él.

—No lo sé Edmund, él nos puede traicionar....

—Aquí, todo mundo nos puede traicionar, cualquiera te puede traicionar Alison—y tras una pausa el rey por fin tomó el valor—. Todos menos yo. Yo jamás te voy a traicionar, si ganamos o perdemos, si vivimos o morimos, será como quiera esta historia ser escrita, pero siempre será juntos.

La joven de ojos marrones lo miró entonces, había algo en aquellas palabras que demostraba honestidad, y es que las palabras de él siempre fueron así, honestas. Sin embargo ella sabía bien que el camino en el que estaban por entrar sería uno largo y peligroso, pero tal vez el rey Edmund después de todo no podía dejar de ser aquella linterna que siempre iluminaría el camino, sería aquella luz que que siempre le recordaría la esperanza en medio de toda su oscuridad.

—Edmund, no sé que decir, es...

—Solo di que aceptas la alianza Alison.

Alison miró de nuevo a la ventana. Esa gente necesitaba justicia, y podía permanecer en las sombras como hasta en ese entonces, después sintió como las yemas de sus dedos rozaron el metal de la espada de cristal que colgaba de su cinturón, demasiado poder contraído en tam pequeño objeto, si, era un poder que tentaba a la maldad e impulsaba a la bondad, sin embargo si era responsable de tan grande poder entonces debía de usarlo para una grande causa.

𝑵𝑨𝑹𝑵𝑰𝑨: 𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍✰︎ೃ °➫𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂Where stories live. Discover now