Capítulo 29. La magia de los cuatro

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Los brillos de la luna llena sólo podrían indicar una cosa. El ritual debía de llevarse a cabo.

Habían dejado pasar varias lunas desde su llegada, pero tarde que temprano el anhelado momento llegaría.

Lord Neville se encontraba rezando en aquella brillante noche, hincado sobre un taburete con las manos en plegaria que escondían entre los dedos un pequeño relicario.

A un hombre misterioso la oscuridad siempre resultaba su mejor amiga. El hombre podía sentir el renacer de las cenizas, Narnia estaba en la entrada de una nueva era, las actitudes del rey Caspian eran sólo el inicio de una era de transformación, donde todo aquello en lo que creían sería puesto en duda.

Sin embargo el Lord siempre estaba un paso adelante.

Se levantó en cuanto escuchó el ruido de tres golpes sobre la puerta oculta de su habitación. El Lord levantó el tapiz que escondía el pasadizo secreto, y abrió la puerta.

Una mujer de la tercera edad entró en la habitación acompañada de un minotauro y un demonio, sus espectrales presencias se hicieron presentes con el frío congelante del entorno, las llamas de las velas se apagaron de golpe y el ruido comenzaba a susurrar entre los ecos y rincones de la habitación.

—Mi Lord—le dedicó una reverencia la mujer—. El momento ah llegado.

—Así es, el padre de la oscuridad quedará complacido—indicó Neville—. Ya saben qué hacer

La mirada del enemigo no es aquella que ves de frente sino aquella que se esconde detrás tuyo

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La mirada del enemigo no es aquella que ves de frente sino aquella que se esconde detrás tuyo.

Probablemente Caspian la veía directamente a los ojos, pero ahora cualquier lugar en ese castillo parecía tener vista propia, el estar en ese lugar maldito era sinónimo de estar en una ratonera con cientos de ratones corriendo por un solo queso.

Había pasado ya una semana en que la muchacha no lograba conciliar el sueño. Podía dormir con una daga bajo la almohada y con un ojo abierto, pero jamás podría matar a la bestia que se escondía en sus sueños. Y esa noche sería imposible poder dormir después de su batalla con Caspian en la plaza central del reino.

Alison brincó en la cama como reflejo del susto de escuchar un golpe en la puerta.

—Lady Alison—la llamó una voz que se oía ronca detrás de la puerta.

La chica se levantó y guardó la daga detrás, entre los faldones del vestido y el corsé de la espalda.

—Lord Neville—pronunció Alison al abrir la puerta y descubrir de quién se trataba—. ¿Qué hace a estas horas aquí?.

𝑵𝑨𝑹𝑵𝑰𝑨: 𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍✰︎ೃ °➫𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂Where stories live. Discover now