Capítulo 46. El veneno de una flecha

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Contar el caer de cada minuto en el reloj, se puede volver una larga condena. Alison O'Brien estaba dispuesta a salir ya en escena. Aquel día se dirigiría al pueblo en su primer discurso como reina de Narnia. La emoción la consumía por dentro sin embargo, algo dentro de ella era diferente, el traer una corona en la cabeza no era un símbolo de belleza, era una responsabilidad que con el tiempo tomaría fuerza y más fuerza, volviéndose más pesada con cada batalla cruzada, habría enemigos que la iban a desear arrebatar, y tal vez algunas veces su corona caería al suelo pero... Ella siempre se levantaría con o sin corona la grandeza de un rey se halla en el corazón.

Por fortuna traía consigo su espada, la espada de cristal, aguardando por ser empuñada desde la funda que colgaba como una banda alrededor de su cadera para caer a un costado de su pierna derecha, aquella espada le daba fuerza y esperanza, se había convertido en su amuleto de suerte, aunque Alison O'Brien tenía también otro amuleto de suerte...

—¿Estás lista?—le preguntó el rey Edmund cuando vio la mirada perdida de la joven.

—Si. Eso creo—respondió la reina moviendo nerviosamente la cabeza.

—Eres brillante Alison nunca, olvides que ese título se te fue otorgado no por cuanto brillas alrededor sino por cuanto brillas en tu interior—la mirada del rey Edmund había cambiado por completo, aquel hombre estaba enamorado.

Alison le dedicó una tímida sonrisa, seguía sorprendida por el pasar de las cosas, nunca se imaginó que aquel hombre que conoció mientras lo amenazaba con la espada se convertiría en el rey de su corazón.

Ambos muchachos se dieron la mano y compartieron unos minutos mirándose a los ojos, pero su momento íntimo fue interrumpido por Lord Neville tan campante como siempre.

—¡Todo saldrá a la perfección!. El pueblo ama tus discursos Alison este es tu momento de brillar como reina—Lord Neville estaba tan orgulloso de que una hija de Astan fuese reina de Narnia, como quien apuesta al equipo ganador—. Es hora majestad.

Y Lord Neville se adentro en las cortinas de terciopelo rojo que separaban al balcón de ellos, listo para asesorar en cualquier momento a la joven reina.

El rey Edmund y la reina Alison se miraron por última vez y él le dio un tierno beso en la frente para poder así desearle suerte.

—Suerte, mi reina—le deseó Edmund con una sonrisa imposible de no caer ante sus pies.

—Gracias, mi rey—agradeció la chica dándole un beso en la mejilla para después retirarse rumbo al balcón

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—Gracias, mi rey—agradeció la chica dándole un beso en la mejilla para después retirarse rumbo al balcón.

Las cortinas se pintaron ante ella, el momento había llegado, Alison se ajustó el vestido rojo con dorado, levantó la cabeza para que la corona no se cayera y empuñó la espada de cristal la cual de inmediato se convirtió en metal. Podía escuchar perfectamente los gritos del pueblo felizmente aguardando por ella...

𝑵𝑨𝑹𝑵𝑰𝑨: 𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍✰︎ೃ °➫𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora