Cuídalo

8.9K 1K 1.3K
                                    

"Voy a quedarme todo el día de mañana contigo, Viktor"

Masao le había preparado katsudon la noche anterior como había prometido. Una cena romántica que había preparado con mucho esmero y paciencia (o eso le había dicho a Yuuri).

La mesa era perfecta. Con velas, un florero lleno de rosas que estaban por todo el departamento y mantenían un olor agradable. A pesar de la comida, Masao compró algo de Champagne para ambos, además de un postre que murmuró era sorpresa para Yuuri. Lo único más simple de todo el menú, era el katsudon que con tantos esmero había aprendido desde que comenzaron su relación.

Pero, a pesar de toda la dedicación, y lo agradecido que estaba Yuuri con su novio, no podía quitarse a Viktor de la cabeza.

Decirle a Masao que estaba cansado era suficiente para que nada entre ellos pasara esa noche. Tenía un novio compresivo, por suerte, aunque su expresión se volvió decepcionada ante la respuesta de Yuuri de pasar la noche despiertos. Se durmieron con un simple beso en los labios, y Masao se durmió antes que él, siempre abrazándole desde la cintura durante toda la noche. Yuuri durmió dándole la espalda, sin siquiera susurrarle ese "te amo" que Masao murmuró a su oído.

Era extraño. Se sentía extraño, volvía a sentir que todo era igual a cuando sus padres le presentaron a Masao como una posible pareja años atrás.

A la mañana siguiente, salió de la cama sin hacer mucho ruido, y sólo le dejó una nota en la mesa de la cocina, para cuando despertaba. Estaba bien, Masao despertaba tarde y él siempre iba a entrenar o correr muy temprano en la mañana. El otro japonés no sospecharía nada, confiaba plenamente en él y tampoco se mostraba celoso del ruso, aun cuando sabía que Yuuri siempre deseo conocerlo y era su ídolo, Masao siguió pensando que el acercamiento de Yuuri a Viktor seguía teniendo tintes de amistad. Al menos, así fue hasta un tiempo atrás.

Pero, salir así como así, y más con Viktor, le hacía sentir que estaba engañando a Masao.

Y aún así, a una parte de él no le importaba.

En cuanto salió del edificio, le envió un mensaje a Viktor, preguntándole dónde lo esperaría. La noche anterior habían intercambiado números, y a pesar de que Viktor había fijado una hora muy temprana (algo entre las 6 y 6:30), le había confesado a Yuuri que no solía ni podía dormir mucho. Era insomnio, dirían algunos, pero desde pequeño que no lograba dormir bien ni siquiera cuando bebía. Tal vez un signo de su soledad, murmuró mientras se reía, pero al menos eso le ayudaba para estar a tiempo a todos los lugares a los que debiera ir, y al lugar que quería llevar a Yuuri no podía esperar por ir.

Yuuri se quedó mirando la pantalla del teléfono en cuanto le envió el mensaje a Viktor con un pequeño "Buenos días" y un "¿Dónde nos vemos?", y esas simples acciones le hicieron sentir apenado. Y esperar el mensaje de Viktor... ¿Por qué le hacía sentir tan ansioso? No podía dejar de ver la hora que no avanzaba, bloquear y desbloquear el teléfono una y otra vez, y estar atento a la bandeja de entrada vacía.

-Cálmate, tal vez aun no despier-

¡Clin!

De un susto, el teléfono voló un poco por el aire antes de que Yuuri lo volviera a sostener, con un suspiro por el susto que había pasado. Su corazón estaba demasiado agitado.

El nombre de Viktor apareció en la pantalla, y no demoró en desbloquear el teléfono y leer el simple mensaje con una sonrisa que no sabía cómo desaparecer de sus labios. ¿Qué hacia sonriendole a un mensaje que no era de su novio? No le podía estar pasando esto... No ahora que iba a casarse con Masao, y se estaba sintiendo tan nervioso con solo un mensaje.

Al pasar de los añosWhere stories live. Discover now