Capítulo 2

3.9K 355 25
                                    

-No Dean, no me refiero a eso -me miró extrañado- Me refiero a que..siento..-dijo cuidadosamente- la necesidad de estar aquí, contigo.
Eso me tomó por total sorpresa y no pude decir nada, por lo que él continuó.
-Cuando me llamas vengo lo más rápido que puedo, da igual lo que esté  haciendo, si me necesitas yo vengo. No soportaría que te pase nada.
-Bueno..eso.. Eso es igual con mi hermano, sientes la necesidad de protegernos porque viniste precisamente para eso.
-No, no es lo mismo -su mirada seguía clavada en mi pero lo apartó de repente - Contigo me siento diferente, tengo la necesidad de estar contigo siempre, y cuando no lo estoy lo pienso constantemente. Cuando estás feliz yo automáticamente me pongo feliz también -volvió a mirarme pero esta vez con el ceño fruncido y con una mezcla de extrañeza y preocupación en su cara. -¿Cómo se llama lo que me pasa Dean?
-Yo..-no pude evitar mirar sus labios un segundo- no lo sé Cas.. -joder no lo sé, pero juro que a mi me pasa lo mismo.
-Bueno, quizás tenían razón y no debía pasar tanto tiempo aquí en la Tierra -dijo mirando sus manos.
-¿No sentías lo mismo con esa Sofía? -me levanté a coger otra cerveza. Diablos, qué rápido se acaban.
-No, ya te dije que esto es nuevo para mi, nosotros no somos como los humanos.
Bebí un gran trago de cerveza dejándolo hasta la mitad y me senté más cerca de él. Él me miró aún con el ceño fruncido. Oh Dios, creo que Sam tenía razón y realmente me gusta este maldito ángel, que no sabe nada de sentimientos y cosas humanas.
-Cas.. -puse una mano sobre su brazo- De verdad que no sé decirte qué es lo que sientes, sinceramente no lo sé -aparté mi mano pero no mi mirada, que volvieron a bajar sin querer a sus labios. "Dios mío, esto no debe pasar" pensé y me aparté un poco de él.
-Dean, de verdad que esto que tengo dentro,  la necesidad ésta, me está quemando por dentro -esta vez fue él quien se acercó un poco, girando su cuerpo hacia mi- Sólo dime cómo pararlo, por favor.
Lo miré y yo también sentía tantas cosas dentro de mi, todas mezcladas, quizá era toda la cerveza que me bebí. Sentí que su mirada fue a parar a mis labios y yo me los relamí sin darme cuenta.
-Dean.. -me miró y vio que ahora era yo quien miraba sus labios - Creo que esta necesidad que te dije, crece cada vez más, porque ahora tengo la necesidad de estar cerca de tus labios, pero no sé cómo.
Aparté por fin mi mirada de su boca, no sabía cuánto llevaba mirando sus labios y creo que ni si quiera lo había oído bien, no sé si era realmente el alcohol pero yo no aguantaba más. Lo miré unos segundos a sus profundos ojos azules y luego sin poderlo evitar, volví a mirar sus labios. Él seguía  esperando la respuesta de algo que no escuché, pero sinceramente,  me da igual lo que dijo, yo sólo quiero besarlo.
No sabía que sólo estábamos unos centímetros el uno del otro, por lo que tomé su cara y por fin lo besé. Cerré fuertemente los ojos, intentando no despertarme nunca porque realmente no sé si es un sueño o está pasando de verdad, sólo sé que siento sus labios suaves sobre los míos, nunca había tocado las nubes pero juraría que estaban hechos de eso. Intenté abrirme paso dentro de su boca, pero su inexperiencia me lo negó. Me separé de sus labios y abrí cuidadosamente los ojos por miedo a que desapareciera de ahí. Pegados a mi estaban unos ojos profundamente azules y confusos. "Los necesito" escuché en un susurro y sentí cómo se apoderaba de mi boca, dejé paso a su lengua y juro por Dios que nunca había sentido nada igual. Bajé mi mano por su espalda, pegándole más a mi, quería sentirlo por completo, que no se acabara este momento. Nos faltaba el aire pero yo no quería dejar de besarlo, por lo que pasé a sus pómulos y luego a su cuello, escuché un pequeño gemido de su garganta al darle un pequeño mordisco, necesitaba comprobar que esto era de verdad. Volví a sus labios y cada vez estaba más encima de él, casi tumbados los dos en el maldito sofá.
-Dios..-suspiré sin darme cuenta.
-No creo que te haga mucho caso. A nosotros ya no nos lo hace -dijo y yo sonreí. Dios, ¿cómo puede un ángel gustarme de este modo? -Necesito aún más de tus labios, ¿cómo se llama eso?
-Deseo -le dije volviéndolo a besar. Bajé mi mano por su pecho, no sé en qué momento pasó pero ya su corbata estaba medio deshecha y la mitad de su camisa abierta. Lo besé por todo el cuello y no podía apartar mis manos de él, quien aún llevaba puesta esa maldita gabardina que le queda tan bien.
Cogió mi cara con sus dos manos y volvió a besarme, esta vez con más pasión. Para ser su primera vez aprende rápido el condenado ángel.  Empezó a bajar sus manos por mis hombros y a quitarme la camisa. No, ya sabía donde iba a acabar esto y creo que ninguno está preparado.
-Shh.. ángel -le dije apoyando mi frente en la suya y cerrando los ojos -sólo hasta aquí, aún es pronto para avanzar- abrí los ojos y él me miraba extrañado. Lo besé y él aceptó rápidamente el beso. Cortamos suavemente el beso y me separé un poco de él, contemplándolo.
-Deseo -dijo y yo sonreí.
-Sí, así le decimos los humanos.
-Pues aun deseo tus labios -dijo mirándome profundamente.
-Yo te deseo a ti por completo -dije, al parecer en voz alta, cosa que no tenía planeado. Me miró extrañado y yo lo besé antes de que pregunte qué significaba lo que acababa de decir.

DestielWhere stories live. Discover now