Capítulo 4

3.4K 268 13
                                    

Me metí al baño para lavarme las manos y me miré al espejo, me veía exactamente igual pero me sentía demasiado diferente, lo malo es que no sé si para bien o para mal. Tanto tiempo intenté ocultar mis sentimientos hacia Cas y ahora por fin pude abrirme a él, pero ¿está bien esto? ¿pueden un cazador y un ángel estar juntos? ¿qué pasará ahora?
Me eché un poco de agua en la cara y volví al salón, Cas estaba sentado en el sofá y me miró nada más salir, le sonreí y me devolvió la sonrisa, levantándose, nos acercamos y le puse una mano en la mejilla, él me miraba profundamente y yo volvía a perderme en sus ojos ¿cómo pueden ser tan azules y profundos?
-Tus ojos siempre me han atrapado -le dije y él no contestó - ¿qué te pasa Cas? -pregunté preocupado.
-Todo esto.. No creo que esté bien. Un ángel y un humano no pueden estar juntos.
-Pero nosotros no lo hemos decidido, estas cosas simplemente pasan y no se pueden evitar.
-Dean, una de las razones por las que se prohibió que un ángel estuviera con un humano es porque no deben haber hijos entre ellos, no pueden seguir habiendo nephilim. -Sonreí.
-Cas -dije dándole un corto beso -Eso no es problema para nosotros, ninguno puede tener hijos.
Frunció el seño confuso, pensando tal vez.
-Creo que igualmente esto está mal -lo solté.
-¿No quieres estar conmigo?
-No es eso Dean, yo sigo queriendo estar contigo, lo necesito y necesito tus labios también. Todo lo que pasó antes. Todo eso siento que lo necesito para siempre.
-¿Entonces qué?
-No sé, simplemente pienso que no está bien.
-Cas.. Yo también estoy asustado. No te imaginas hasta qué extremo. Tú dices que nunca has sentido, pero es que esto también es nuevo para mi, esto que siento tampoco lo había sentido antes -dije cogiéndole la cara con las dos manos- Llevo toda mi vida haciendo cosas de las cuales muchas me arrepiento y te aseguro que esto que he hecho contigo es una de las mejores, y no sé si estará bien o mal, yo también me lo pregunto, pero no quiero dejarlo, no ahora que por fin puedo besarte.
-Dean.. -su ceño estaba fruncido y su mirada era de preocupación dolida. Lo besé suave pero profundamente.
-No sé por qué diablos tuviste que aparecer en mi vida -me miró molesto- pero te juro por Dios que no quiero que te vayas nunca.
-Haría lo que fuera por ti Dean, de verdad.
-Lo sé. Me has ayudado tantas veces, me has salvado la vida a mi y a mi hermano, has luchado a nuestro lado. Has hecho tantas cosas por nosotros, incluso una vez te pusiste en contra del cielo, de tus propios hermanos, por mi..por Sam y por mi, que ni siquiera sé cómo darte las gracias.
-Todo eso lo he hecho por puro egoísmo, porque no hubiera soportado perderte. No quiero que te pase nada Dean. Soy feliz cuando te veo feliz con Sam, cuando te veo sonreír.. Haría cualquier cosa por verte así siempre, incluso si me cuesta la vida.
-Jamás dejaría que te pasara nada Cas, nunca. -Lo besé.

Pasamos un par de horas hablando y viendo, sin ver realmente, un par de películas malas, hasta que sin darme cuenta caí rendido al sueño. Hacía demasiado tiempo que no dormía tan bien.

Me levanté y no recordaba haberme cambiado del sofá a la cama, debió ser Cas, ¿dónde está ahora? En el aire se percibía un olor a quemado, me acerqué a la cocina, encima de la mesa había unas tostadas negras y en la sartén unos huevos revueltos también quemados, con trozos de cáscaras incluidas. Sonreí. Quise probarlo por no hacerle el feo a mi ángel, pero la verdad es que no me atreví. Seguía contemplando la escena cuando abrieron la puerta, era Cas.
-¡Dean! Quise hacerte el desayuno, pero como eso no se parece en nada a lo que suelen comer Sam y tú supuse que lo había hecho mal -Sonreí mientras lo tomaba por la cintura -así que fui a comprarte tarta y café.
-Me lo hubiera comido igual -mentira- sólo porque lo cocinaste tú.
-¿Te lo comerás entonces? -mierda.
-Bueno, ya que trajiste tarta voy a aprovecharlo -Sonreí y él también.

Nos sentamos en la mesa y Cas sólo me miraba mientras comía.
-Me siento incómodo Cas- lo miré de reojo.
-Me gusta ver cómo comes. Es interesante ver cómo disfrutáis los humanos con algo tan simple -seguía sin apartar la vista de mi.
-¿Seguro que no quieres tarta?
-No, gracias.
-Pues tú te lo pierdes -dije con la boca llena.
-Pero quiero besarte -me atraganté ya que no esperaba que dijera eso.
-Dean -dijo acercándose rápidamente a mi -¿Estás bien?
-Sí sí -dije tras beber un poco de café -sólo que no esperaba que dijeras eso.
-Bueno.. No sé..-dijo volviendo a sentarse -¿Por qué no te lo esperabas?
-No sé Cas, tú sueles actuar más como.. un ángel, ya sabes.
-Tengo mucho que aprender de ti Dean.
-No soy exactamente un ejemplo a seguir -Sonreí. Aprendería mejor de Sam que de mi.
-Eso no es verdad.

-Eso no es verdad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Bueno.. Creo que Sam te enseñaría cosas más.. Bueno, mas educadas y eso.. Ya sabes, yo estoy maldiciendo todo el día. Él es más listo -lo miré- no le digas que he dicho eso.
-Nunca he entendido por qué te das tan poca importancia Dean. Valoras muy poco tu vida, creo que no sabes lo que vales realmente.
-Eso no es verdad -por supuesto que sé lo que valgo.
-¿Por qué no me miras?
-¿Ya no te llama Sofía para que vayas a ver cómo va el cielo?
-No para de llamarme -se puso de pie a la vez que yo.
-¿Crees que ya saben lo.. de anoche?
-No, hace tiempo que no me vigilan y tú sigues teniendo el bloqueo que te puse. Dudo que sepan algo.
-¿Y si pasó algo allí arriba y necesitaban que vayas? -Estaba fregando lo que Cas había ensuciado, dándole la espalda y él se encontraba detrás mío.
-Dean, ¿no quieres que esté aquí?

DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora