Destiel

Capítulo 30

-¿Qué? ¿Piensas que el angelito estaba enamorado de ti?..

..estúpido Dean Winchester. Te tenía como un gran cazador, pero no eres más que un simple humano enamorado de un gilipollas y humillante ángel.

Comencé a destrozar la estúpida cara del demonio, descargando en cada golpe todo el odio que recorría mi ser.
-¡DEAN! -apareció mi hermano, cogiéndome- ¿¡Qué haces!?
-¡NO ES CAS! -intentaba deshacerme de su agarre para matar al maldito demonio a golpes.
-¿Qué? ¿Qué dices? -miró el cuerpo que parecía el del ángel, regocijándose de dolor.
-¡Es un maldito demonio, Sam! ¡No es él! -me soltó y me tiré encima del demonio, cogiéndolo del cuello- ¿¡DÓNDE DIABLOS ESTÁ CAS!?
-¡Dean!¡Dean!¡Relájate!
-Haz caso a tu hermanito -sonrió el demonio.
-O me dices dónde está o no te gustará cómo te enviaré de vuelta al infierno.
-Ya te dije, está con su nuevo novio -dijo e instantáneamente le solté un gran puñetazo en la mandíbula.
-¿¡Dónde está!?
-Jamás te lo diré -rió e iba comenzar a abandonar el cuerpo cuando mi hermano clavó rápidamente el cuchillo en él.
-¿De verdad se pensaba que podía irse tan fácilmente? -dijo Sam.

-Hay que encontrar a Cas -dije, alzando la mirada a mi hermano y él asintió.

Buscamos por todo el edificio y no había rastro ni de Cas ni de Jimmy.
-Lo encontraremos, Dean.
-Lo sé.. Sólo espero que no sea mientras esté follando con el otro -dije en broma, para quitarle importancia al asunto, aunque estaba que me moría por dentro.
-Te conozco hermano, y sé lo que intentas. Pero no te lo guardes todo dentro, como haces siempre.
-Estoy bien, Sam. Sólo quiero encontrar a Cas para saber qué diablos significaba lo de aquel demonio.
-¿Sólo para eso? -arqueó las cejas.
-Sí -lo miré- me da igual lo que haga con su vida ahora.
-Ya claro.. -bufó con media sonrisa.
-¿Qué significa eso? -lo miré serio.
-Que no te da igual, Dean, y lo sabes.
-Claro, se me olvidaba que tú sabes mejor que yo sobre mis sentimientos -dije con sarcasmo.
-Pues eso parece, sí.. -lo miré frunciendo el ceño- Vamos, sé cómo eres.
-¿Y cómo soy, sabelotodo?
-¿De verdad piensas que no te conozco?
-Sorpréndeme, hermano -dije y sonrió.
-No te gusta hablar de sentimientos, y lo entiendo, pero no puedes evitarlo siempre con bromas o comentarios estúpidos, Dean, tienes que hablar de ello.
Lo miré unos segundos y le di la espalda, caminando.
-Sigamos buscando -le dije.
-Llevamos horas y ya hemos peinado toda la zona.Dos veces.

-Tengo que encontrarlo, Sam.

-Lo sé. Pero necesitamos descansar un poco, Dean. E investigar, no podemos seguir buscando a ciegas.

Lo miré unos segundos y acentí. Llevábamos horas buscando sin pistas alguna, y lo más probable era que Cas ni siquiera estuviese aquí.

Ya había amanecido y no pude pegar ojo. ¿Cómo iba a hacerlo sabiendo que Cas estaba en peligro?

-Hey -dijo mi hermano acercándose- ¿Qué haces aquí? ¿Aún no has dormido?
-No podía, así que vine a investigar un poco.

Soltó un suspiro y lo miré.
-¿Algún problema? -le pregunté.
-No, claro que no..
-Bien.
Miró unos segundos todo el tablón y se dirigió a la cocina.
-¿Quieres café? -preguntó desde lejos.
-No, gracias. Como beba una taza más,  vomito -dije y seguí analizando todo.

-¿Y has encontrado algo?

-Encontré algunas señales demoníacas que se nos había pasado por alto, pero nada que pueda indicarnos algo sobre Cas.