Capìtulo 33

1.1K 107 29
                                    

-Eres tú -dijo mirándome.
-Cas... -le dije y le iba a tomar la mano cuando me miró extrañado.
-No soy Cas.. Me llamo Mishael -el mundo se me vino encima.
-Mishael.. ¿A qué te refieres con que soy yo?
-Un par de veces he soñado que estaba con un hombre, recuerdo levemente su mirada y... un beso; pero más que nada recuerdo que discutimos. Yo siempre despertaba con una sensación triste y de anhelo.. Jonan me decía que era una vieja película que vimos una vez, pero eres tú. Nunca recuerdo la cara de aquel chico, pero sí su mirada, y es la tuya.

Lo miré alucinado pero no podía decir nada, no sabía qué decir.

-¿No recuerdas nada más? -preguntó mi hermano mirando por el retrovisor.
-Nada más.
-¿Por qué ibas a casa de Jonan? ¿De qué lo conocías?
-Somos.. Éramos -rectificó- novios. Vivíamos juntos.
-¿Qué? -hablé por fin- ¡Sólo llevabas unos días con ese tio! ¿Por qué te fuiste a vivir con él sin conocerlo?
-¡Llevábamos tres años juntos!¡Lo conocía perfectamente! -dijo enfadado.
-¿Tres años? -preguntó mi hermano.
-¡Era un maldito demonio! -dije yo.
-¡Para el coche! -Cas.
-¿Qué? ¡No, Sam!
-¡SOIS UNOS ASESINOS! PARAD EL COCHE O ME TIRO.
-¡Te hemos salvado de ese maldito demonio ¿y nos llamas asesinos? -dije enfadado.
-¡Estáis locos! ¡Los demonios no existen!
-¡CAS, REACCIONA!
-¡DEAN! -gritó mi hermano y yo cogí aire profundamente.
-Sam, por favor, para el coche. No diré nada. Lo juro.
-Mishael -dijo Sam calmado- Estamos llegando a casa, déjanos explicarte las cosas tranquilamente y si no nos crees -me miró por el retrovisor- te vas, ¿de acuerdo?
-¿Qué?
-De acuerdo -dijo Cas.
-Sam, no.. -estaba diciendo pero me interrumpió.
-Dean, le explicaremos la situación, él tomará su decisión y nosotros lo aceptaremos.

No dije nada, pero de ninguna manera lo dejaré marchar. ¿Cómo puede Sam pretender dejarlo solo, sin memoria y con tantos demonios acechándolo?

Sam le contó quiénes éramos nosotros y quién era él, le explicó lo sucedido pero decidió ocultar alguna que otra información, como lo sucedido entre nosotros dos. Al principio Cas se negaba rotundamente a creer lo que le decía mi hermano, pero cuando le dijo que era un ángel se quedó callado unos minutos, sin mirar y sólo escuchando. Finalmente se levantó, nos miró fijamente y luego habló.

-Está bien -dijo- Os creo.

Sam y yo nos miramos sorprendidos pero aliviados.

-Genial, Cas! -dijo mi hermano.
-Pero llamadme Mishael..
-Ese no es tu nombre -le dije.
-De momento lo es, y preferiría que me llaméis así.
-Está bien -dijo mi hermano y yo me serví otra copa.
-Dean -dijo Cas y yo lo miré- Puedo sentir tu dolor, y que bebas no aliviará todo eso que sientes.
-Lo hace -dije bebiendo, pero sin mirarlo.
-Solucionaremos esto cuanto antes -dijo Sam, intentando cambiar de tema.
-¿Dónde me quedaré mientras tanto? Porque según ustedes, no puedo volver a mi casa.
-Te quedarás aquí, con nosotros -Sam.
-Vamos, te enseñaré tu cuarto -le dije acabando la copa y dejándola sobre la mesa.

Cas camimó delante mía por el pasillo y se paró justo delante de mi habitación.

-¿Es aquí, no? -me miró directo a los ojos.
-No.
-Oh.. -miró a la cama- Sentí.. no sé, da igual.
-Cas... -comencé a decirle, cogiéndole de la mano, pero se apartó.
-Mishael -me corrigió- ¿Dónde está mi cuarto?

Lo señale sin decir palabra. Avanzó, se paró en la puerta y me miró.

-Me gustaría permanecer un rato a solas -dijo mirándome fijamente.
-Estás en tu casa.
Me miró dos segundos más y entró a su habitación, cerrando la puerta.
Permanecí unos segundos de pie, mirando la puerta cerrada, esperando ilógicamente que viniera corriendo hacia mí y me dijera que lo había recordado todo, que había recordado que me quiere.
Entré a mi cuarto y me senté en la cama, mirando a mis manos.

-Dean -dijo de pie frente a mi puerta.

DestielNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ