Destiel

Capítulo 14

Me dolió profundamente lo que dijo Cas, pero más que nada, me enfadó porque por encima todo, tiene razón.

Se escuchaba unos pasos llegando difícilmente a la cocina y luego se asoma una cabeza.

-¿Estás borracho?
-No.. -dijo Cas, pero su voz decía todo lo contrario- Sí.
-¿Qué diablos te pasó?
-Encontré una tienda de licor.
-¿Y..?
-Y me lo bebí -dijo dando unos pasos difícilmente, por lo que Sam se acercó.
-Guau. ¿Estás bien? -Cas le hizo una seña de que acercara a él.
-No hagas preguntas estúpidas, Sam.

Se acercó pesadamente a una silla y se dejó caer. Sam lo miraba atónito, mientras el ángel miraba a todas partes buscando algo, o alguien.

-Dean no está. -Cas lo miró.
-Me da igual..
-"Bien.." -dijo Sam sólo moviendo los labios y se dio la vuelta.
-¿Dónde está? -preguntó de repente y Sam se giró.
-No lo sé, seguro estará en algún bar, igual que tú -tomó una botella de agua y se la lanzó a Cas, pero el ángel sólo la vio caer.
-Se ha caído -dijo aún mirando la botella.
-Lo sé, Cas. Te la tiré a ti. -Cas lo miró ladeando un poco la cabeza, con el ceño fruncido.
-¿Por qué?
Sam resopló y se acercó a él, dándole la botella.
-Bébetelo y ve a dormir.

Miro el móvil y tengo varios mensajes y llamadas de mi hermano.
"Cas ya ha vuelto y está un poco colocado. Lo he mandado a dormir."
"Creo que tenemos un caso aquí mismo. Podemos ir a la estación por la mañana a averiguar."
"Por lo menos atiende las llamadas, Dean.. ¿Me acompañarás al caso o no? Iré a las 9am"
"Déjalo. Está cerca, asi que cogeré un taxi. Tú sólo intenta que no te dé un coma etílico."

Ya eran las 9am así que me puse el traje que tenía en el coche. No me costó mucho ponerme los pantalones, eso quiere decir que no estoy tan colocado y que podía coger el coche perfectamente. Al llegar aparqué como pude, ya que una bicicleta, sin conductor, se chocó conmigo.
Entré y vi a Sam hablando con un guardia en una habitación, por lo que me acerqué a ellos.
-Siento llegar tarde, soy el Agente Seger -mostré el carnet pero Sam me lo bajó rápidamente- ¿Qué pasó?
-Disculpe un momento. -dijo Sam al hombre y me apartó- ¿Qué diablos haces, Dean?
-Dijiste que había un caso.
-¡Le enseñaste tu DNI real! ¿Estás borracho?
-Estoy bien -dije sonriendo.
-Apestas a alcohol -me miró serio y yo volví rápido junto al hombre.
-Bueno.. ¿quién es el muerto? -dije.
-La víctima es Malía Hale, como ya sabe, agente Seger -me miró inquisidor Sam.
-Ah, claro, claro.. -sonreí- ¿Y está muerta?
-Disculpe -dijo el hombre- ¿Está borracho?

-No -dijo Sam- Bueno, creo que ya está todo. Si recuerda algo más ya tiene mi tarjeta. Gracias.
-Adiós. -le iba a dar un abrazo pero Sam me sacó fuera rápidamente.
-¿Qué diablos..? -dijo al ver el coche.
-Esa bici se tiró encima -dije apartando la bicicleta. Sam me miró con mala cara- ¿Qué?
-Vamos antes de que venga el dueño. Y conduzco yo -dijo poniendo su mano para que le de la llave.
-No conducirás a mi bebé.
-¡Dean! -me miró enfadado por lo que preferí dárselo- Bien y sube ya, que irás directo a dormir.
-No. Tengo hambre -lo miré haciendo ojitos y él resopló- ¡Bien! -sonreí alegre- Quiero hamburguesas.
-Son casi las 11, Dean.
-Pues cerveza y hamburguesas.
-Sólo hamburguesas -lo miré y dejé de sonreír.
-Vale.. papá -reí y él apretó la mandíbula.

Me terminé la hamburguesa y Sam se bebió un estúpido batido de frutas.
Llegamos al búnker y después de la bronca de Sam para que me duchara antes de dormir, por fin pude acostarme.

-Dean. Dean -me sarandeaba- Dean despierta.
-Sam, necesito dormir 4h.. -dije aún babeando en la almohada.
-Llevas 6h durmiendo. Dean levanta ya.
-Dios, ¿qué pasa? Déjame dormir.
-Es Cas, no está -abrí los ojos de repente.
-Estará dando una vuelta.. o con Sofía.
-No, no. Esta mañana me dijo que no saldría y cuando llegamos no estaba. Pensé que volvería en un rato pero no ha vuelto.
-¿Lo has llamado? -dije sentándome.
-Sí y no me coge el móvil.
-Bien. Vale. -dije y nos dirigimos a la cocina.
-¿Qué hacemos?
-Yo coger una cerveza. ¿Tú quieres?
-¿Otra vez? Esta mañana aún estabas borracho, Dean.
-Te bebiste todo el café, no es culpa mía -resopló.
-¿Piensas hacer algo?
-¿Con qué?
-¡Dean! Por favor.
-¿Qué? 
Se frotó la frente y tenía una mano en la cintura.
-Sam, estará bien.
-¿En serio no estás preocupado por él? -bebí para evitar su pregunta.

Escuchamos la puerta y a alguien bajando pesadamente, nos miramos y nos asomamos. Era Cas. Llegó hasta nosotros y me miraba serio.

-¿Estás borracho?