Capítulo 47

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-Hola -apareció con una sonrisa.

-¡joder! -se sobresaltó, levantando un cuchillo hacia él- ¿¡Quién cojones eres!?

-¿Qué pasa? ¿Ya no te acuerdas de mi?

-Eres el tio de aquella tienda.. -se acercaba lentamente hacia la puerta, sin separar la vista de él- ¿Cómo diablos entraste aquí?

-Oh, Castiel.. -sonrió y el ángel lo miró sorprendido- ¿Los chicos no te han hablado de mi? Por cierto -dijo acercándose y cogiendo una botella vacía de la mesa- ¿Dónde están?

-No están.. -dijo sin bajar el cuchillo.

-Oh, vamos.. ¿A mamá gorila le vendrás con plátanos verdes? -sonrió y Misha ladeó la cabeza sin entender muy bien -¡Chicos! -llamó entonces.


Sam y yo mirábamos unos libros viejos cuando oímos la voz de Crowley, por lo que salimos corriendo hacia donde se encontraba.

-¿Qué diablos..? -dije al llegar y verlo de pie frente a Misha- Baja eso -le dije al ángel y me miró con los ojos como platos.

-¡Dean, es un demonio!

-Es Crowley -habló mi hermano.

-Me duele que no sepas quién soy, y más aún después de nuestra pequeña charla, Mishael.

-¿Qué charla? -miré al ángel, que me miró confundido y luego volvió a mirar a Crowley.

-Lo ví el otro día en una tienda, aquella vez que salí.. Pero yo no.. no sabía que..

-Tranquilo Dean, no me contó secretos de estado. Sólo quería saber si realmente había perdido la memoria.. Y por lo visto, así es.. -lo miró directamente a los ojos, analizándolo.

-¿Cómo supiste eso? -le pregunté.

-¿Importa? -me miró y yo enarqué una ceja- Oh, no me mires así..

-¿Qué quieres, Crowley? -preguntó mi hermano.

-¡Que me contéis las malditas cosas! -dijo esta vez furioso- ¿Acaso se les olvidó que estamos juntos en esto?

-¿Y a ti? - lo miré con el ceño fruncido- Porque llevamos semanas sin saber noticias tuyas.

-Oh.. -dijo con sorna- ¿Me echabais de menos?

-¿Quieres cortar el rollo ya? -le dijo Sam.

-¿Y vosotros queréis comprar un buen whisky ya? -dijo tras mirar otra botella- Porque este es asqueroso -Tenía ganas de matarlo aquí mismo, pero Sam tenía razón, lo necesitamos si queremos recuperar a Cas, por lo que cogí aire profundamente, calmándome a mí mismo.

-¿Quieres decirme qué diablos haces aquí? -le dijo el ángel y Crowley lo miró sorprendido.

-Nada, sólo vine a ver cómo estáis.

-¿No has encontrado nada? pregunté.

-¿Os repito cómo va todo el tema del libro? -dijo Crowley enarcando una ceja.

-¿Entonces qué? -Sam- ¿Dejamos de buscar y ya está? -el maldito demonio se encogió de hombros.

-Cojonudo.. -solté un suspiro y me serví un trago.

-Otra para mi -dijo Crowley.

-Pensé que no te gustaba -le dije sirviéndole una copa.

-He vivido durante siglos -dijo sentándose- Ni te imaginas las mierdas que he tenido que beber.

-Ni quiero imaginármelo -soltó Sam, con cara de asco.

-¿¡Pero qué diablos hacéis!? -dijo Misha de pie en el mismo sitio que antes, mirándonos alternativamente a los tres con el ceño fruncido, totalmente confuso.

-Oh, qué mal educados -le miró Crowley- ¿También quieres una copa?

-¡No! 

-Misha, relájate.. -habló mi hermano.

-¿Que me relaje? -preguntó atónito- ¡El maldito rey del infierno está ahí tomándose una copa con ustedes! ¿Cómo cojones quieres que me relaje?

-Vaya, se nota que ha pasado tiempo contigo -me dijo Crowley y yo lo miré sin entenderlo muy bien.

-Ya, bueno.. -nos miró Sam- Sí que podría verse un poco extraño desde fuera.. 

-Bueno, si lo piensas.. -hablé- Es como el principio de un chiste malo.. -Cas me miró extrañado.

-Dos cazadores, el rey del infierno y un ángel sin memoria en un salón... -dijo Crowley asintiendo.

-¿Entonces qué? ¿Nos olvidamos del libro y de Cas? -preguntó Misha.

-No, claro que no -lo miré- Seguiremos investigando hasta que cometan otro error, y entonces iremos a por ellos.

-¿Otro error? -preguntó Crowley, mirándonos.

-Bueno, dejar a Cas al descubierto fue definitivamente un error -habló Sam.

-Eso no fue en error, idiotas. ¿De verdad pensasteis que sería tan fácil encontrarlo? 

-Yo no usaría la palabra "fácil" precisamente.. -dije recordando aquellos días.

-¿A qué te refieres? -preguntó Sammy.

-A que si habéis dado con el ángel es porque ellos han querido.

-¿Y por qué querrían eso? -preguntó Misha.

-Un simple ejemplo de la inmensidad de cosas que pueden hacer con ese libro.. -dijo el rey del infierno.

-Bueno, en algún momento cometerán un error, estoy seguro.

-De hecho, creo que el único error que han cometido es no haberle puesto un rastreador al ángel para averiguar en qué madriguera os escondéis -Sam y yo nos miramos- Aunque pensándolo bien, le habrán sacado toda esa información después de torturarlo.

-¿Qué? -se sobresaltó Misha.

-Cállate -le dije a Crowley.

-¿Me han torturado? -preguntó Cas mirándonos a todos.

-¡Vaya que si te han torturado! -sonrió el demonio.

-Será mejor que cierres el pico si no quieres que te clave el cuchillo como llevo años queriéndolo hacer -lo amenacé y él subió las manos a modo de paz.

-Misha -dijo Sam,poniéndole una mano en el hombro- Lo más probable es que te hayan torturado bastante.. pero será mejor que no sepamos cómo, créeme..

-Sí, mejor.. -se sentó, con expresión aterrada.

-Sea como sea -hablé- Pagarán todo lo que han hecho.

-Vaya, Dean -dijo Crowley con una sonrisa- Parece que te lo tomas como algo muy personal.. -yo mato a este imbécil.

-Así es -dijo Sam- Cas es nuestra familia, por lo que sí es algo personal para nosotros. -Crowley lo miró aún con su estúpida sonrisa y bebió el último trago de su copa. Yo miré disimuladamente a mi ángel, que tenía los ojos puestos en Sam, y me fijé en que se le escapó una pequeña sonrisa cuando mi hermano dijo que era parte de nuestra familia.

-Una bonita charla y un whisky horrible -dijo el idiota levantándose- En fin, un placer como siempre. Espero que esta vez estemos más en contacto -dijo y echó un último vistazo a Cas, antes de desaparecer.

-Qué imbécil -soltó mi hermano, sentándose.

-Espero con ansias el día que pueda matarlo -dije y me serví otra copa.

-Así que ese es el rey del infierno, eh -dijo Misha, pasándome una copa para que le sirviera un poco.

-¿Piensas emborracharte ahora? -lo miré.

-Tú también estás bebiendo..

-Para él es como si fueran vitaminas -sonrió Sam.


DestielWhere stories live. Discover now