Runaway [One Piece]

Cómo no comerte tu donut favorito

¡Hola! Me alegro mucho que os esté gustando la historia, y muchas gracias por los comentarios ^ ^. Como habéis podido ver actualizo los miércoles y los sábados, pero la semana que viene como el martes San Valentín subiré un capítulo especial, si queréis que publique el miércoles también decídmelo en los comentarios. Y por último la acotación de (m/a) significa "tu mejor amigo o tu mejor amiga", depende de lo que tengáis. Espero que disfrutéis de este capítulo n.n.

— ¡Por fin!— gritó (Nombre) alzando sus brazos con ilusión y una sonrisa de oreja a oreja.

(Nombre) se encontraba en plena vía principal del barrio comercial de una de las ciudades más importantes de la isla donde se encontraban, el clima era cálido, los grandes edificios blancos se extendían a cada lado de la calle con balcones negros de hierro con flores de todos los colores.

Pero no fue eso lo que le llamó la atención a (Nombre), sino a la tienda que estaba enfrente de ella, un gran escaparate de cristal donde tenían colocadas varias mesas tapadas por manteles blancos con puntillas al final de estos y encima grandes platos con tartas, dulces, bollos y donuts. (Nombre) apoyó su frente en el cristal al igual que sus manos mordiéndose el labio inferior intentando decidirse por alguna de aquellas delicias. Pero debía ser sincera, se las llevaría todas.

Sintió como alguien le toma del hombro y le apartaba de la tienda, (Nombre) dio un traspiés y se giró poniendo cara de pena.

— ¡(Nombre)! ¿A caso no has visto el precio?—preguntó con el ceño fruncido (m/a) señalando a uno de los carteles donde estaba pintado el precio con una bonita caligrafía.

(Nombre) observó mejor los números y cuando vio que tenían más de dos cifras palideció, se irguió y se dio la vuelta comenzando a andar hacia el centro histórico de la calle.

—Vamos a buscar donde vendan donuts más baratos—murmuró (Nombre) palpando su bolsillo donde guardaba su monedero.

Entre gente y más gente vendiendo y comprando en puestos y diversas tiendas, lograron encontrar una pequeña tienda al aire libre donde una anciana vendía donuts de todos los sabores, o al menos eso ponía en su eslogan. (Nombre) acababa de comprar un donut mixto, mitad chocolate blanco, mitad chocolate negro; en cambio (m/a) se había comprado uno común y corriente.

(Nombre) observó el bollo entre sus manos con hambre se le hacía la boca agua con tan solo mirarlo, lo alzó y abrió la boca, pero antes de darle un mordisco, una mano, sin saber dónde había salido le arrebató su dulce. (Nombre) chilló y miró hacia quien se lo había robado, un chico vestido con una chaqueta roja y un sombrero de paja. Sin pensárselo dos veces (Nombre) corrió detrás de él para recuperar su donut mientras lanzaba improperios de toda clase.

—¡Devuélveme mi donut! ¡Ni se te ocurra comértelo!—chilló corriendo detrás del chico.

Este corría demasiado, o eso le parecía a ella, era rápido, demasiado como para escapar de una persona que simplemente le había robado un donut. SU donut. Era como si algo verdaderamente aterrador le persiguiese al chico, (Nombre) frunció el ceño al oír cómo la gente gritaba asustada al verlos correr y se apartaba de su trayectoria.

Sí, algo debía a estar persiguiendo a aquel chico, sino no habría estado corriendo antes de que le arrebatase su preciado bollo.

(Nombre) se giró hacia atrás y se encontró con unos ojos castaños. El grito que dio lo oyeron desde la punta contraria de la isla.

(Nombre) comenzó a correr más rápido con una mano en el pecho debido al susto que se había dado, y con lagrimillas en las esquinas en los ojos, sentía un fuerte dolor en el pecho y en la garganta debido al grito que había dado.

«Diablos, diablos. Que maldito susto, casi me da un infarto» lloró mentalmente (Nombre).

Si antes estaba corriendo para recuperar su donut, ahora lo hacía como alma que lleva el diablo porque detrás de ella estaba el Cazador Blanco persiguiendo a ese chico, que cayó en la cuenta en esos instantes que se trataba de Monkey D. Luffy, y ahora de paso también la perseguía a ella. Y mierda porque había dejado atrás a (m/a) sin haberle dicho nada.

Se encontró de bruces con una carretilla de madera que contenía patatas y la llevaba un hombre anciano atemorizado, que se había quedado allí plantado asustado debido a la conmoción de la persecución. (Nombre) dio un salto como si estuviese saltando vallas, pero justamente cuando puso el primer pie en el suelo, el segundo chocó con una patata y ella perdió el equilibro cayendo al suelo.

Se quedó unos segundos en aquella posición gimiendo de dolor, alzó la cabeza para observar como el marine perseguía al pirata. Ella suspiró temblorosa y adolorida, estaba segura que había desaparecido de la vista del vice-almirante en unos segundos y que ni siquiera se había molestado en mirar hacia atrás.

«Mejor. Hora de la evasión» pensó (Nombre) levantándose con prisa y echando a correr en dirección contraria de la que tenía hace unos momentos—. «Prefiero comprarme otro donut antes que terminar arrestada por ese hombre».

Estaba cerca de la tienda donde había comprado su donut secuestrado, cuando sintió que alguien le cogía del brazo y tiraba de ella para meterla en uno de los callejones que atravesaban la vía principal. (Nombre) gritó a causa de la sorpresa e intentó zafarse del agarre pero se encontró con los ojos de (m/a) quien la observaba con el ceño fruncido y con irritación.

Antes de que (Nombre) pudiese decir nada (m/a) abrió la boca para preguntar:

— ¿Quién demonios era ese marine? Parece que tiene una malsana obsesión con Luffy y contigo— (m/a) le lanzó una mirada asesina que (Nombre) interpretó como un «os he estado siguiendo cargando con todas estas malditas bolsas».

—Lo siento—se disculpó (Nombre) esbozando una sonrisa cansada—. En realidad es muy simpático...—dijo pero calló cuando sintió una mano grande en su cabeza.

(Nombre) vio como (m/a) alzaba la mirada y daba un respingo de terror al mismo tiempo que palidecía y miraba a (Nombre) e intercambiaban un diálogo con la mirada:

« ¿Es él verdad?»

«Sí»

«Oh, mierda. No había pasado de mí como había pensado en un principio»

—Esta vez sí que no te vas a escapar, (apodo) —susurró Smoker con la voz cargada de ira y cansancio.

(Nombre) reprimió un escalofrío, pero al ver como una mancha roja con un sombrero de paja cruzaba al otro lado de la calle, salió corriendo en su dirección gritando:

— ¡Devuélveme mi donut!—gritó (Nombre), mientras (m/a) le seguía los talones huyendo del marine.