Cómo sobrevivir a una fiebre mortal

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¡Hola! ¿Qué tal estáis? Espero que tengáis un buen fin de semana, para el martes os tengo preparado un capítulo especial ;) Espero que os guste. Este capítulo ha sido muy complicado escribirlo, ya sabréis por qué, espero que os guste. ¡Y comentad!


Lo que más odiaba de todo no eran los piratas como cualquiera hubiese pensado, lo que más aborrecía sin duda era el hecho de sentirse indefenso. Justamente como en aquel momento. Él era un hombre firme, uno que daba de sí todo lo posible porque la justicia fuese llevada a cabo, no la "verdadera" justicia que decía impartir la Armada. Él sabía cuándo tenía que dar una segunda oportunidad, cuando podía dejar escapar a un criminal por bien mayor: como el caso de la banda de los sombrero de paja con lo sucedido en Alabasta, a pesar de que ellos le metieron en la boca del lobo luego tuvieron la decencia de salvar su vida. Por esa misma razón, debido a ese gesto noble y ya que estaba en deuda con ellos les dejó ir así saldándola. Pero un pirata siempre seguía siendo un pirata.

Eso jamás lo olvidaría.

Su localización era inexacta, pues se encontraba rodeado por una espesa bruma helada, o eso supuso porque no lograba tener la mente clara. Su situación era algo complicada pero no iba a rendirse tan fácilmente, al menos tenía que llegar al barco, al menos a su habitación. Sí, podría estar enfermo, con una fiebre horrible, pero nunca dejaba un trabajo a medias. Sobre todo si se trataba de perseguir y capturar a unos piratas. Pero la noche había caído hace rato y ahora se tambaleaba patéticamente sobre el camino que llevaba al puerto. Podía oír la voz de Tashigi diciéndole que al menos llevase un chubasquero para cubrirse del viento, o al menos para que la lluvia no arreciase directamente contra él. Pero claro, él era quien daba las órdenes, no ella. Ahora lo estaba pagando con su salud, sentía como el humo de sus puros llegaba a sus pulmones con intermitencias.

Al menos tenía que llegar al barco de la marina, se dijo a sí mismo.


(Nombre) y (m/a) regresaban de cenar de uno de los bares cercanos, Abe y Undhu había decidido quedarse en el barco bebiendo ron, estaban andando por las tablas que separaban el paseo marítimo con la playa cuando (m/a) le pareció ver algo de gran tamaño tirado sobre la playa.

—¿Qué crees que es eso?—preguntó dándole un suave codazo en las costillas a su mejor amiga. (Nombre) alzó las cejas y oteó la arena de la playa con los ojos entrecerrados debido a la penumbra.

—Puede que sea algún tipo de pescado... ¿Crees que Undhu podrá cocinarlo?

—Podemos probarlo—se encogió de hombros (m/a) andando hacia el pescado varado en la playa.

Poco a poco, a cada paso el supuesto pez comenzó a tener una forma antropomórfica, a un par de metros, ambos/as se quedaron quieto/as observando el bulto en la arena blanca.

—¿No es una persona?—preguntó casi para sí mismo/a (m/a) alzando una ceja.

—¡Oh! ¡Dios Santo!—gritó (Nombre) acercándose a la persona, se agachó hasta quedar a su lado y le dio media vuelta con cuidado— ¿Estará herido?

—O borracho—comentó (m/a), no era la primera vez que había visto a un borracho tirado en la arena durmiendo la mona y se había acercado a este con el corazón a mil pensando que había sido atacado y luego estaba ebrio.

—No puede ser...—susurró para sí (Nombre) al ver de quien se trataba, (m/a) se acercó para ver de quién se trataba—. Está enfermo, tiene una fiebre altísima—explicó alterada (Nombre) colocando la mano sobre la frente del hombre.

—¿Vas a traerlo al barco? ¡Es nuestro enemigo!—reprochó (m/a).

—No puedo dejarle aquí. Está inconsciente—pidió (Nombre).

Runaway [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora