Cómo pelear de una forma ridícula

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¡Hola! ¿Qué tal estáis? Vengo con otro nuevo capítulo, como siempre espero que os guste. Os pido una cosa importante: decidme  mediante la caja de comentarios si queréis un capítulo especial por el 14 de marzo-cumpleaños de Smoker y el Dia Blanco- para ese día.  ¡Disfrutad!


Era un día soleado como cualquier otro en una de las islas del nuevo mundo, esta estaba llena de comerciantes, de piratas que iban y venían en busca de aventuras, riqueza y poder. En una de las anchas calles cercanas a la vía principal se había colocado de improviso un pequeño escenario hecho de madera donde una persona tocaba un violín y un hombre de gran altura con tatuajes en sus brazos tocaba un tambor. En el medio de la plataforma se encontraba una joven bailando con un vestido de bailarina del desierto en tonos violetas y dorados, debajo de su cintura tenía un caderín que a cada movimiento de sus caderas las monedas tintineaban uniéndose a la melodía. La joven llevaba un pañuelo tapándole la boca y la nariz y sobre su cabello (color) un velo largo; en sus manos un largo pañuelo de seda violeta con trazas brillantes.

Un gran número de personas se había arremolinado a su alrededor contemplando el espectáculo. Por el rabillo del ojo en un giro la bailarina pudo avistar a un hombre bien vestido, la joven hizo una pirueta en el aire para caer con flexibilidad sobre el suelo del escenario, sonrió al hombre que acababa de llegar y este se la devolvió.

Tras un par de acordes del violín se oyó un grito a lo lejos seguido de un gran número de pisadas, los espectadores miraron confundidos. La música dejó de sonar, la bailarina intercambió una mirada de incertidumbre con sus músicos, pero después con un gesto con su mano asintió. Los dos músicos desaparecieron detrás del escenario.

Un grupo de marines llegó a la pequeña plaza donde estaba colocado el escenario, armados con espadas y fusiles. Un gran número de espectadores salieron corriendo ya que se trataban de piratas, el hombre de ropas finas miró hacia todos los lados palideciendo y echó a correr hacia una de las calles.

Sin previo aviso, la bailarina, quien había retrocedido hacia el final del tablado, corrió hacia delante dando un gran salto, se apoyó uno de sus pies en una de las cabezas de uno de los marines, y dando otro brinco, el otro pie lo colocó en un hombro de otro marine. Después saltó por encima del resto de cabezas para caer sobre el suelo, se dio media vuelta y lanzó el velo que tenía sobre sus cabellos impidiendo momentáneamente la vista de los marines.

Lo siguiente que vieron fue la plaza desierta, y ningún pirata o miembro de aquella troupe a la vista. De nuevo se dispersaron buscando a los delincuentes.

Por una calle secundaria, (Nombre), la bailarina, corría junto a un hombre vestido con un kimono y con una pipa en la boca.

—¿Cuánto ha sido?—preguntó (Nombre) con una sonrisa de satisfacción y con la respiración agitada.

—Alrededor de unas quince, la verdad es que ha sido fácil—sonrió el médico palpando el quimono donde guardaba las carteras de las personas que estaban viendo el espectáculo.

—¿Pudiste con el noble?

—Sí. Casi me pilla, pero no se dio cuenta al final. Es la cartera más abultada. ¿Y tú robaste a los marines?—preguntó deteniéndose en medio de la calle para esconderse en un portal, ya que vio un grupo de marines atravesando la calle perpendicular.

—No. Luego son un coñazo, si les tocas un poco ya están detrás de ti cada minuto—resopló la chica con una mueca imitándole.

—Si no quieres que te persigamos no cometas delitos—contestó una voz masculina detrás de ellos.

Runaway [One Piece]Where stories live. Discover now