Cómo ligar con tu médico de cabecera

1.8K 221 45
                                    

¡Hola! ¿Qué tal estáis? Hoy vengo con otro capítulo divertido, espero que os guste y como siempre os pido que me comentéis (que me hace muy feliz ^ ^). Disfrutad

—No me pongas esa cara, que eres un hombre adulto—gruñó con el ceño fruncido (m/a) mientras daba la última puntada a la herida del cocinero y del bocor del balandro de velas amarillentas.

—Es penoso que el músico tenga que coserme las heridas—masculló entre dientes Undhu aguantando el dolor de cómo la aguja al rojo vivo y el hilo de tripas atravesaban su piel.

—Y estratega—recordó frunciendo el ceño (m/a).

—Estoy de acuerdo con Undhu, debemos buscar a un médico, al menos alguien que sepa coser y desinfectar las heridas—resopló (Nombre) dejando caer sus hombros mientras observaba el log pose del timón.

Tras una pelea reciente con un grupo de marines, porque habían robado las joyas y el dinero a un señor noble, del que su nombre ya se habían olvidado los tres; Undhu había salido herido tras que un marine poco inteligente le había hecho un corte en su pecho con un machete. El marine había terminado vomitando la arena de la playa de la maldición que le había echado su amigo y bocor.

Ahora se dirigían a una pequeña isla para estirar las piernas y encontrar a algún pobre idiota al que desplumar jugando al póker, además, si era posible encontrar a una persona que les sirviese de médico, ya que no podían estar curándose las heridas entre ellos de una forma precaria. Al final iban a pillar una infección más grande que el One Piece e iban a morir a causa de un pequeño cortecito.

Amarraron el balandro cerca del puerto, pero no en el mismo muelle, ya que en el anterior los marines habían intentado destruir el barco; (Nombre) les había devuelto la jugada haciendo explotar la Santa Bárbara de los buques que poseían en aquella isla; así inutilizando y hundiendo sus navíos. Después bajaron a tierra firme y se dividieron para buscar a algún loco con afán de dinero que se les quisiese unir.

(Nombre) estuvo buscando por la zona noroeste de la pequeña isla donde había tan solo una única ciudad, se entretuvo mirando las tiendas de alimentación buscando dulces artesanos para comprar un par de kilos para el trayecto para la siguiente isla, pero recordó la voz imperturbable de (m/a) diciéndole que ni se le ocurriese comprar más bollos si no quería que le saliesen caries y dejar de estar en forma para huir de la marina. Y si tenía que sobornar al médico para que este se uniese a su grupo de ladrones tenía que tener el mayor dinero posible en su monedero.

Acababa de salir de una confitería artesana casi llorando porque no se había podido comprar unos bollos rellenos de chocolate líquido, cuando pasó al lado de lo que parecía una farmacia o al menos un ambulatorio de guardia. En la puerta estaba tallado el símbolo de los médicos: el caduceo con las dos serpientes enroscadas. (Nombre) alzó las cejas interesada, tal vez allí tendrían varios médicos y podría engatusar a uno para que se uniese a ellos. Pero no sabía si el lugar se encontraba abierto y cerrado, retrocedió para alejarse y mirar por una ventana.

Cuando pegó su nariz al cristal con el ceño fruncido notó como sospechosamente la ventana tembló levemente, alzó una ceja desconfiada, aquello era extraño. Por si acaso se alejó un paso para poner distancia, al darlo el cristal tembló otra vez con más fuerza y (Nombre) retrocedió un par de metros asustada. ¿Qué demonios pasaba dentro de aquel sitio? ¿Había marines dentro?

De repente las ventanas de lo que parecía una farmacia o ambulatorio de guardia estallaron en mil pedazos, (Nombre) se tapó el rostro con los brazos y se agachó para intentar cubrirse de las esquirlas de cristal que cayeron sobre ella. Notó un escozor en la pierna, bajó los brazos y la mirada para toparse con un largo corte en su muslo derecho que comenzaba a sangrar abundantemente.

Runaway [One Piece]Where stories live. Discover now