Cómo hacer que casi te de un infarto

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¡Hola! ¿Qué tal estáis? Vengo con un nuevo capi, me divertí mucho escribiéndolo. Como siempre espero que os guste y comentad que me hace feliz. (N/A) No viene a cuento pero me hizo mucha gracia lo que me sucedió ayer: en la universidad me llevo un portátil pequeño para coger apuntes porque no nos dan libros ni nada, (y copio apuntes más rápido con el teclado que a mano, sobre todo en arte) y en el fondo de pantalla tengo un semi fan-art de Smoker,  Luffy y Law cuando aparecen en Punk Hazard y abren las compuertas del laboratorio. Pues una compañera me dice: Qué cachas (musculoso) está ese, ¿no?. Y yo: Sí...


Podía sentir bajo sus dedos el metal, el maravilloso metal dorado, una gran cantidad de berris se encontraban bajos sus manos, por no decir bajo su trasero. Se podría decir que había encontrado uno de los tesoros más grandes del mundo y ahora se encontraba haciendo angelitos de berris en la montaña dorada donde se encontraba.

Pero el dolor de su estómago le despertó de aquella ensoñación, sí, porque desgraciadamente estaba soñando. Un dolor lacerante retorció su estómago, y fue sacándola poco a poco del suelo, convirtiéndose en una espesa bruma que se hacía menos densa cuando el dolor se hacía más fuerte. Lo siguiente que sintió fue el dolor palpitante en sus sienes, que se acompasó a la migraña. Resopló sin abrir los ojos, sentía su garganta y su boca secas como si hubiese estado comiendo arena del desierto; tenía una sed increíble.

En conclusión, tenía una resaca brutal. De las peores que había tenido en su vida.

Gimió intentando abrir los ojos, la luz era increíblemente molesta, se sentía agotada, la bruma comenzaba a deshacerse por completo de su mente. Tardó un par de segundos en saber dónde se encontraba, pudo reconocer una pared de gotelé amarillenta y una ventana de madera que daba a un patio. El colchón estaba duro como una piedra, y la almohada era demasiado blanda para su gusto.

Frunció el ceño, y levantó su brazo para restregarse los ojos pero su mano chocó contra algo por el camino. Se quedó unos segundos pensativa, con lo que se había golpeado no era su cuerpo, de haberse golpeado lo hubiese sentido. Bajó la mirada con la cabeza embotada, y vio un brazo apoyado en su cadera.

Abrió los ojos como platos y se incorporó sentándose en la cama. Un brazo, tan solo esperaba que el resto del cuerpo estuviese unido al miembro.

Un brazo, se dijo a sí misma, un brazo que parecía ser de un hombre.

«Inspira lentamente, tranquilízate» pensó intentando calmar los latidos de su corazón. No era la primera vez que había aparecido en una cama con un desconocido. Eso le pasaba por hacer concursos de beber chupitos con Undhu, que el cabrón tenía un aguante brutal. Estaba total y completamente segura que el bocor hacía trampas. Con un suspiro giró lentamente la cabeza para mirar el dueño de aquel brazo.

¿Habéis oído eso? Era su cabeza estallando.

Se mordió la lengua para no proferir un grito y se echó hacia atrás para apartarse, pero lo hizo con demasiado ímpetu y terminó cayéndose al suelo de espaldas. Se quedó unos segundos tumbada de espadas contra el suelo de madera esperando que el dueño del brazo se despertase, pero no oyó nada salvo por una respiración profunda y calmada. Con nervios y con un nudo en el estómago, apoyando sus rodillas en el suelo, estiró su cuello para ver por encima de las sábanas.

Se encontró con el rostro de la persona, tenía los ojos cerrados, y la boca abierta, un hilo de saliva caía desde la comisura de sus labios hasta las sábanas, su cabello blanco estaba revuelto.

De repente, (Nombre) se palpó el pecho en busca de ropa, halló su blusa favorita y bajó la mirada para encontrar sus vaqueros. Incluso tenía los calcetines puestos.

Runaway [One Piece]Where stories live. Discover now