Capítulo #10

520 59 5
                                    

— ¿Qué haces aquí?
—¿Estás bien? —pregunta Andrés mientras me ofrece su mano para levantarme.

¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Le respondo? Para empezar, estoy delante de ti en pijama, además de que me vengo levantando de la cama, y tengo el pelo hecho un desastre, ¿que más?, ah si, estás tú aquí.

—Bien.

Tomo su mano y me levando del suelo.

—¿De verdad? —alza una ceja.

—Sí.

—Veo que se conocen—dice mi abuela acercándose a nosotros.

—Sí, somos compañeros de clase—digo un poco incómoda—voy a ir a al baño—informo.

—Sam, perdona por no decirte, pero tu abuelo remodeló un poco la casa, así que hay un baño en la segunda planta—dice y me guiña un ojo.

¿Qué?

Me lo dice después de caerme por las gradas.

—Está bien abuela—me doy la vuelta y empiezo a subir las escaleras.

—Sam, ¿me harías un favor?, y no te molesto más—dice mi abuela.

—Claro, dime—me volteo un poco y la miro.

— ¿Podrías enseñarle a Andrés la habitación en la que se va a quedar a dormir estos días? Es la habitación de invitados en la que tú te ibas a quedar.

—Ok—miro a Andrés por un instante y noto que está muy serio.

Subo las gradas. Andrés me mira, pero le ignoro. Llego a la habitación que le corresponde, abro la puerta, y me llevo la sorpresa de que está totalmente limpia y sin una sola caja esparcida por la habitación. Inspecciono la pieza buscando algo que no esté en su sitio, pero todo permanece en orden.

—Se ve cómoda la cama—da un paso y entra a la habitación.

—Supongo—susurro.

Me dispongo a caminar hacia el baño, pero una mano me toma el brazo, y un escalofrió cruza por todo mi cuerpo.

—¿Qué quieres? —digo cortante.

—No me has saludado—me atrae hacia él, y cierra la puerta detrás de mí.

—Buenos días—me doy la vuelta nuevamente para salir, pero él me agarra más fuerte el brazo.

—No lo creo, ese no es un saludo de verdad, o ¿sí? Dame un pequeño beso—señala su mejilla con su otra mano.

Extrañamente, deseo que me de un beso con esos hermosos y carnosos labios. Dios, ¿en qué estoy pensando?, contrólate Samantha, que patética soy.

Me acerco a él, y le planto un suave beso en su mejilla. Su aroma me inunda, y me embruja haciendo que no quiera separarme de él. Me alejo antes de perder el control y le miro a los ojos directamente.

— ¿Feliz? —volteo a otro lado esquivando su mirada intensa.

—No.

After Meeting You.Where stories live. Discover now