Capítulo #30

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Entro a la habitación en la que mis padres y yo nos estamos quedando.

— ¡Hasta que al fin se dignó la niña en llegar! —exclama mi padre, sin dejar de mirar la televisión.

Pongo los ojos en blanco y no le presto más atención. Camino hasta llegar a la cama que se supone es en la que me toca dormir.

Me tiro en ella y cierro los ojos inmediatamente, mi hermano se cuela en mis pensamientos.

« ¿Cómo estará?»

No dudo ni un segundo y me levanto de donde estoy para ir a buscar a mi madre.

—Mami, una pregunta —digo apenas llego al balcón donde ella se encuentra — ¿Cuándo le daban de alta a Dani?

—Se voltea y me mira con aire tranquilo —Justamente hace como una media hora el doctor me llamo y me informo que tu hermano despertó —hace una pausa y bosteza —pasado mañana podremos irnos a casa.

—Qué bueno, me siento más tranquila ahora —suspiro — ¿Crees que hoy en la tarde pueda visitarlo?

—No —vuelve a bostezar —lo siento es que me dieron una medicina que me provoca sueño —se frota ambos ojos con sus nudillos — le estarán haciendo algunos exámenes para estar seguros de que se encuentre en condiciones.

Me mira directamente a los ojos y noto que están rojos, además de que tiene unas ojeras muy notorias.

—Mami deberías descansar, te notas cansada —sugiero.

—Si eso hare —me sonríe débil y se da la vuelta para irse a la cama.

Escucho que mi celular le llega una nueva notificación, así que voy hacia él.

Andrés: ¿Te dijo algo tu papá cuando llegaste?

Yo: No, tranquilo ;)

Andrés: Cuídate pequeña.

Sonrió al leer el mensaje.

Yo: Tu igual.

Miro hacia el frente y mi padre me mira completamente serio.

[...]

Abro el pequeño refrigerador y encuentro comida además de algunas frutas y bebidas.

— ¿Quieres ir a comer algo? —ofrece mi padre que se acerca a mí.

— ¿Y mami? —pregunto.

«Ya han pasado varias horas y no ha despertado»

—El doctor dijo que debía descansar y ayer se acostó tarde, ya sabes que es igual a ti y buscó que hacer así que se fue andar por todo el hotel —explica.

—Sí, de ahí saque lo curiosa —me rio y levanto mi cabeza para mirarlo a los ojos.

Se ve molesto.

—Está bien, vamos —digo aceptando su propuesta.

—Ok, ponte los zapatos, te espero abajo —dice y sale de la habitación.

« ¿Y a este que le pasa?»

Niego y empiezo a buscar mis bailarinas, me agacho y me fijo debajo de la cama pero nada, me doy la vuelta y cuando voy agacharme para echar un vistazo debajo de la cama de mis padres, escucho que el celular de mi papá empieza a sonar.

Lo agarro y miro quien lo llama.

¿Hernán?

«Debe ser algún compañero de trabajo o amigo»

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