After Meeting You.

Capítulo #24

El auto se detiene al frente del hospital, volteo mi rostro y observo al castaño que se encuentra totalmente serio.

— ¿Qué dirán mis padres cuando yo les diga que se van a quedar en el hotel y encima sin pagar ni un colon? —pregunto.

—Yo hablare con ellos, no te preocupes por ello. —dice Andrés y me sonríe tratando de tranquilizar mis pensamientos.

—Pero y...yo, bueno pero ellos me lo preguntaran a mí, no a ti.

—Tranquila — aprieta sus labios y mira al frente —como te lo dije, yo hablare con ellos, no te preocupes por cosas como esas.

Hago una mueca un poco disgustada.

—Como tú digas. — abro la puerta del auto y salgo lo más rápido que puedo.

—Por Dios Samantha, no te comportes así —dice exasperado Andrés mientras sale del auto.

— ¡¿Así como?! —pregunto y pongo los ojos en blanco —no lo ves, mi padre que dirá, además yo siento como si me estuviera aprovechando de ti.

Miro a mí alrededor y las personas que están cerca de nosotros nos miran de forma extraña.

—No lo haces —me mira y se acerca a mí — ¿es que no lo entiendes? —se acerca cada vez más —crees que te aprovechas de mí, no lo haces, por qué yo quiero ayudar, me nace hacerlo, tu no me has dicho que lo haga ¿o sí? —pregunta y me mira directamente a los ojos.

—No... —agacho mi rostro escondiéndome de su mirada —es solo que siento que... —suspiro —todo esto —levanto una mano vagamente.

—Yo haría cualquier cosa por ti —dice y por una vez mira hacia otro lado.

—Lo agradezco, per... —me interrumpe.

—Pero nada — termina de acercarse a mí hasta estar a unos centímetros de distancia.

Levanto mi rostro y lo miro a los ojos.

—Déjame hacerlo, por favor —suplica casi sobre mis labios.

Mis manos caen en su pecho y lo aparta.

—Está bien —digo y camino hacia la entrada del hospital.

(...)

— ¿Samantha Owens? —pregunta el doctor Paulo entrando a la sala de espera.

—Si —me levanto de mi asiento.

—Tus padres ya casi salen de la habitación, se quedaron hablando con la enfermera sobre los cuidados que tienen que tener. —explica.

—Ok, entiendo —miro Andrés de reojo — ¿qué pasa con mi hermano? —pregunto.

—Si hablamos de los golpes, cada día sanan más, y aún no ha despertado, pero estoy seguro que pronto lo hará —me sonríe.

— ¿Puedo verlo?

—Perdón, pero prefiero que mañana lo visites.

—Doctor Paulo lo necesitan en la sala tres —avisa una enfermera.

—Bueno como lo ves, me tengo que retirar, espero tener el placer de verla mañana señorita Owens.

—Gracias por todo —digo cortante y me acerco al castaño.

—Samantha —me toma de la mano y suelta un gran suspiro — ¿tus padres ya van a salir?

—Sí, ya casi.

Mis manos acunan sus mejillas captando su atención, miro a todos lados para asegurar de que mis padres no vengan todavía y le doy un casto beso a Andrés tomándolo por sorpresa.