Capítulo #12

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Estoy tan ansiosa de que me responda, pero solo se queda viendo fijamente a la ventana, como si estuviera recordado algo, ¿pero qué?

— ¿Me entenderías si te digo que es algo difícil de contar? —susurra.

—Puede que te ayude a desahogarte.

—Adam, hizo algo terrible, me quito algo que nunca podré, recuperar—hace una mueca de ¿dolor? —, yo estaba completamente ciego para ver lo que estaba pasando en ese momento, fui tan estúpido—susurra.

Le miro fijamente pensando en lo que acaba de decirme. Lo que entiendo es que perdió, ¿a alguien?, pero... ¿a quién?, y ¿por qué no se dio cuenta de lo que pasaba en ese momento? Tantas preguntas, y ninguna respuesta. Él dijo que su madre murió, tiene que ser de ella de quien habla.

Me levanto de la cama y me dirijo donde está sentado, le abrazo, no sé por qué, pero lo hago. Él solo se queda quieto, cuando me separo de él, pongo mi dedo índice debajo de su barbilla. Trato de que me mire, pero no lo hace, levanto su cara, y veo una lágrima bajar por su mejilla. Me quedo mirándole fijamente a los ojos, que reflejan tristeza. Quiero que sepa que estoy aquí.

Posa sus manos en mi cintura, y me acerca más a él, siento como su respiración choca con la mía. De un momento a otro, sus labios se acercan, y me besa, pero no es como las otras veces, esta vez, es un beso tierno. Subo mis manos y acaricio su nuca, él posa las suyas en mis mejillas. Cuando nos separamos, él me mira, después se levanta y se va de la habitación.

[ . . . ]

Al día siguiente, me levanto, me ducho, y bajo a desayunar.

—Buenos días—digo animada.

—Buenos días—dice mi abuela distraída—cariño, tu abuelo y yo vamos a salir a comprar algunas cosas, te decía por si nos quieres acompañar.

—Prefiero quedarme aquí—digo esperando a que mi abuela entienda.

—Bueno está bien, pero cuídate de ese chico, no me da mucha confianza.

Después de conversar un rato más con mi abuela, ella se va con mi abuelo a dichas compras. Subo a mi habitación, y me siento en la cama, miro a través de la ventana el hermoso paisaje, en ese preciso instante, empieza a sonar mi móvil, lo tomo, y veo que son mis padres los que me llaman.

—Mami, ¿cómo la están pasando sin mí? —digo un poco malhumorada.

—Oh, Sam, nosotros te queríamos traer, pero tus abuelos insistieron en que fueras donde ellos en vacaciones.

—Y tú vas y les haces caso—digo poniendo los ojos en blanco.

—Bueno, te llamaba para decirte, que no pudimos despedirnos, porque no íbamos a llegar a tiempo, para subir al ferri.

—Está bien mamá.

—Prometo que te compraremos algo.

—Sí mamá, lo que digas—digo cortante.

—Que pases buen día cariño.

—Igual, chao—dicho esto cuelgo.

Después de mirar por un largo tiempo el bello paisaje que hay afuera de la casa, voy a la planta de abajo, luego salgo de la casa, me dirijo a los columpios en los que anoche estaba sentada. Al llegar me siento, y miro hacia el camino que lleva a la cabaña.

After Meeting You.Where stories live. Discover now