Capítulo #22

421 44 10
                                    


—Debemos irnos de aquí ya —dice Andrés con su mira fija en lo que creo que es su padre —no puede verme —dice para sí mismo.

Me mira y me toma de la mano para luego llevarme arrastras hacia el auto. Cuando entro en él, veo al castaño rodear a paso rápido el auto y subirse.

—No puedo creer que ese bastardo este aquí —dice y me mira —perdona, pero creo que deberíamos irnos —justo cuando dice la última palabra una persona toca la ventana del lado de él.

Andrés cierra los ojos y suelta un gran suspiro, baja la ventana y mira hacia afuera.

— ¿Qué quieres? —pregunta.

—Hijo tranquilo —dice la persona que está afuera.

—No me llames hijo, esa palabra no te va —dice con asco en su voz.

—Bueno —se agacha Adam y me mira —otra chica —lo mira y niega con la cabeza —cada vez empeoras con los gustos, deberías buscar algo mejor, no eso que andas en el auto —dice con tono burlón —en fin es cosa tuya con quien te metes, es solo un consejo de padre a hijo —dice con cinismo.

—Calla —sus manos sujetan con fuerza la manivela del auto —no te metas con ella.

—Espera, viéndote bien creo que en algún lado te he visto —dice y me mira el viejo.

—No lo creo, esa forma de hablar nunca la hubiera olvidado —digo y lo miro desafiante.

—Suficiente, mucha charla, no me interesa hablar de tu empresa ni de mi hermano —dice Andrés y pone en marcha el auto —perdona él siempre ha sido así —asegura.

—Mmm, no lo dudo, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Maldita sea, por qué siempre vas haciendo preguntas a la gente, estoy estresado y tú solo piensas en preguntas, podrías dejar de ser tan metida —dice casi gritando.

Lo miro de mala manera, y olvido lo que iba a preguntar.

(...)

—Bájate —ordena Andrés sin siquiera mirarme.

— ¿Tu no subirás?

—Lo que se ve no se pregunta —dice de mala manera y me mira por fin.

—Deberías dejar de desahogarte conmigo porque yo no soy un maldito saco de boxeo —salgo del auto y cierro de un portazo.

—Oye —dice desde el auto —casi me dejas sin puerta.

—Hijo de p...—las palabras no salen de mis labios en un acto de reflejo —debería tranquilizarme —me digo a mi misma.

Entro sin mirar a nadie y subo al apartamento acompaña de un tal Jack.

—Gracias, si no fuera por ti, me habría tenido que esperar a que llegase Andrés para subir —digo refiriéndome a la clave que solo la familia y los encargados saben.

—De nada —me guiña un ojo —él solo anda enfadado, ya se le pasara —dice y vuelve a entrar en el ascensor.

Lo miro mientras se cierran las puertas, es un chico que por sus facciones creo que es un poco mayor por unos cuantos años que Andrés, sus ojos son verdes oscuros, su cabello es rizado y café, además no es delgado ni muy gordo ni muy delgado, es extraño.

Me doy la vuelta y entro en el apartamento de mal humor acordándome de la manera tan desagradable que se portó el castaño, tantas cosas dulces que hizo y las borra con esta forma de ser.

After Meeting You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora