La Hermana de Vegeta | 2

Capítulo Treinta y cuatro.

—¡No!¡que mala suerte!¡no llegamos a tiempo,Vegeta!

—¿dónde demonios estabas, Goku? ¿¡y dónde están Gohan y Goten!?

—¡Chichi! este no es el momento para que me regañes después te contaré todo. Vegeta, avísale a Dende lo que pasa.

Vegeta ya se encontraba haciéndolo, tenia su mano la frente y hablaba con el ceño fruncido.

—Dende, llegamos demasiado tarde. Shenlong ya realizó un deseo ¿qué hacemos?

—Y-ya veo. No son necesarios los otros dos deseos. Si es solo uno, podemos volver a utilizar las esferas del dragón dentro de 4 meses.

—¡Entendido! Y otra cosa, como están todos aquí, los llevaré al templo. Avísale a Krillin.

—¡sí, de acuerdo!

—Vegeta, ¿qué hacemos?.—le pregunta Goku pero su amigo lo ignora y camina hasta shenlong, confundiendo a los presentes.

—¡no necesitamos más deseos!¡Gracias, shenlong!

—¡contamos contigo para la próxima!.—se despide Goku sacudiendo la mano en forma de saludo. 

—¡entonces adiós!.—sin más se va.

—¿qué pasa Vegeta?¿qué sucede?

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Por otro lado, Babidi se encontraba arriba de Majin buu, mientras que éste volaba.

—¿qué fue eso?.—comenta el mago completamente confundido mientras que miraba para todas partes.— ¡se hizo de noche y vuelve a estar claro!.—ríe.— bueno, no importa. Majin buu, ¿qué tal si empezamos?

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Y en otra parte, Kibito miraba su cuerpo confundido. No podía creer que estaba vivo.

«Estoy seguro de que fui asesinado por Dabura» .—pensó con más confusión.— ¿fui resucitado? increíble. ¿Ah? supremo kaiosama, ¿qué ha pasado?.—de pronto sintió su ki, estaba muy débil.—¡bien, está vivo!.—se elevó en la dirección en la que se encontraba el Supremo.

A lo lejos, el supremo KaioSama se encontraba caminando con dificultad mientras se sujetaba de una pared.

—¡Gohan y Trunks están vivos!.—dijo con dificultad.— aún viven...—siguió caminando hasta que ya no pudo más y cayó al piso inconsciente.

Kibito volaba con rapidez, atravesando un desierto. Con la mirada buscaba algo entremedio de los árboles. Hasta que vio algo en el piso y bajó, pero solamente era un animal muerto. Nuevamente se elevó al sentir nuevamente un ki. Esta vez sí era el supremo kaioshin. Lo curó y ambos fueron en busca de Gohan y de Trunks, quienes estaban inconscientes un poco más alejados de ellos. 

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—Vamos, vengan con nosotros al templo de Kami-Sama. Krillin los espera.—dice Goku con una sonrisa.

—entiendo, yo reuniré de nuevo las esferas del dragón en 4 meses.

—contamos contigo, Bulma.—dice Vegeta, mirando a su esposa.

—bien, chicos. Aférrense a Vegeta. ¡Nos llevará al Templo!.—señala Goku.

A los minutos, todos ya estaban afirmados de Vegeta y de Goku.

—Papá, Mamá, ¿qué hacen? Vayámonos ya.—Insiste Bulma un tanto desesperada.

Ambos ríen.

—no podemos dejar a nuestros animales. Nos quedaremos aquí.

—¿¡qué dices, Papá!?.—protesta preocupada.— ¡ahora es prioridad evacuarlos a ustedes!¡Mamá!

Su madre levanta el dedo índice con una sonrisa.— Bulma, incluso si ese Majin Buu nos mata, simplemente nos resucitan con las esferas del dragón.—agarra el brazo de su esposo.— me quedaré con tu padre.

—¡no digas eso!¡Vegeta!..—le habla a su esposo, para ver si él los convencía.

—Bulma, ellos tienen razón. Las esferas los resucitarán. Tú sólo encárgate de reunirlas, ¿de acuerdo?