7. ¿Dónde estás?

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FLASHBACK. Año 2011.

Pasaron unos cuantos días de esa conversación entre David y Chenoa. David estaba pasando unos días bastante difíciles con todo el problema con su ex y su hija y decidió que lo mejor era alejarse unos días. Alquiló una cabaña en medio de la montaña, cogió una maleta y se fue para allí. Estuvo allí un par de días pero cada vez estaba más agobiado. Estuvo un rato debatiéndose entre llamar a Chenoa o no pero, pensando en la conversación que habían tenido, finalmente decidió llamarla. Necesitaba escuchar su voz. Solo eso. Chenoa vio en la pantalla que la estaba llamando y, aunque dudó en contestar, al final lo hizo.

- Chenoa: hola, David.

- David (estaba llorando pero no quería que se diera cuenta): pensé que no me ibas a contestar.

- Chenoa (le notó la voz rara): pues ya ves que sí. ¿Estás bien?

- David: sí, sí.

- Chenoa (se dio cuenta de que estaba llorando): ¿Estás llorando?

- David: ¿yo? No, no. Se oirá raro porque igual hay poca cobertura.

- Chenoa: ¿me vas a mentir a estas alturas otra vez después de haberte sincerado? ¿En serio?

- David: ¿cómo te has dado cuenta? Si solo he dicho dos palabras...

- Chenoa: no es muy difícil. Te conozco.

- David: pues sí. Me conoces muy bien... La verdad es que necesitaba escuchar tu voz (rompió a llorar más fuerte).

- Chenoa: Eyy. David... ¿Qué pasa?

- David: que no puedo más.

- Chenoa (suponía lo que le pasaba porque no paraban de hablar de ellos en toda la prensa rosa): Escúchame. ¿Dónde estás?

- David: me he ido a una cabaña perdida en la montaña. Necesitaba estar lejos de todo. Llevo aquí dos días.

Chenoa se quedó pensativa. Le prometió estar siempre ahí y era lo que iba a hacer. No podía verle así.

- David: ¿estás ahí?

- Chenoa: sí, sí. Estaba pensando... Mándame la ubicación de dónde estás por mensaje y voy para allá.

- David: no hace falta, de verdad. Solo quería oír tu voz.

- Chenoa: sí hace falta. Mándame el mensaje y te veo allí en un rato.

- David: es muy tarde. Ya es casi de noche. Mejor vienes mañana si quieres.

- Chenoa: no importa. Me llevo un pijama o algo y ya está. Y no intentes convencerme de lo contrario porque de una vez te aviso de que vas a perder el tiempo.

- David: está bien. Ahora te mando el mensaje.

- Chenoa: vale. Nos vemos en un ratito, ¿vale? Y tranquilo.

- David: Laura... Gracias.

- Chenoa: no me tienes que agradecer nada.

Colgaron y Chenoa cogió una maleta pequeñita en la que metió un pijama, un par de  cambios de ropa y algunas cosas más que podía necesitar. Cuando terminó cogió el coche y se dirigió a la ubicación que le había mandado David. Llegó y aparcó su coche al lado del de David. Cogió su maleta y de dirigió a la puerta. La verdad es que era un sitio y una casa preciosa. Al llegar tocó el timbre. David corrió a abrir en cuanto lo escuchó. Cuando abrió Chenoa dejó la maleta en el suelo y no dudó en abrazarlo. No hicieron falta las palabras. Después de unos segundos se separaron. Él todavía tenía los ojos hinchados.

- David (cogió su maleta): pasa.

- Chenoa: puedo llevarla yo, ¿eh?

- David: no me importa, en serio.

- Chenoa: es precioso este sitio.

- David: ¿te gusta?

- Chenoa: sí. Y por dentro es muy acogedora.

Avanzaron hasta el salón, David dejó la maleta en el suelo y se sentaron en el sofá.

- Chenoa: estás así por todo esto que se está diciendo, ¿verdad?

- David: sí... ¿Sabes? No te merezco... Te he llamado y lo primero que has hecho es venir.

- Chenoa: escúchame bien. No quiero que digas eso nunca más, ¿vale? Te prometí que iba a estar contigo en todo lo que necesitaras y es lo que voy a hacer.

- David (sonrió levemente): eres tan, tan, tan pero tan maravillosa...

- Chenoa: no... Mira, ya hasta una sonrisita te he sacado. 

- David: tú siempre. Tienes el poder de hacer que cuando estoy contigo las cosas parezcan menos malas que como son en realidad.

- Chenoa: vaya... Así que ahora tengo un poder...

- David: siempre lo has tenido y siempre lo tendrás. (Hizo una pausa) Oye, ¿has cenado? Yo no tengo mucha hambre pero preparo algo en un momentito.

- Chenoa: pues no, no he cenado. Te ayudo, aunque sigo siendo un desastre en la cocina (rió).

- David: bueno, tampoco es que yo tenga una estrella michelin, ¿sabes?

Se levantaron del sofá y se fueron hasta la cocina, donde prepararon algo de cenar. Cuando terminaron se sentaron en la mesa y empezaron a comer. Chenoa casi había acabado ya pero David apenas había probado  bocado.

- Chenoa: yo casi he acabado y tú casi no has empezado.

- David: no tengo mucho hambre, la verdad.

- Chenoa: David, tienes que comer aunque sea un poco. ¿O te voy a tener que dar de comer con la técnica infalible del avioncito? 

- David (rió): oye, pues igual funciona. Si dices que es infalible...

- Chenoa: bueno... Podemos probar a ver, ¿no?

- David: podríamos, sí.

Chenoa cogió el tenedor y llevó un poco de comida a la boca de David, que se la comió sin protestar. Mientras él masticaba, ella aprovechó para coger con el tenedor un poco de lo que le quedaba en el plato. 

- David (cuando tragó): eso es trampa, ¿eh? 

- Chenoa:  vaya... ¿Y por qué?

- David: porque tenemos que estar iguales. (Cogió el tenedor de Chenoa, cogió comida y se la llevó a la boca). Ahora sí.

Y así, dándose de comer vaciaron los platos. Después de recoger todo volvieron a la sala.

- David: antes de que se me olvide y para que sepas donde está cada cosa. Aquí abajo está la sala, la cocina y un baño. En la planta de arriba hay un baño grande y una habitación. Y creo que ya está.

- Chenoa (cuando escuchó que solo había una habitación): ¿una habitación?

- David: bueno, sí. Pero no pasa nada. Duermo en el sofá que es muy grande y cómodo. No pasa nada.

- Chenoa: en todo caso debería dormir yo en el sofá, que soy la invitada.

- David: pero no eres cualquier invitada así que te presto la habitación.

- Chenoa: bueno... Si insistes... Me voy a poner el pijama entonces, que ya es tarde.

- David: sí, yo también. Luego podemos bajar un ratito aquí a ver una peli o algo si quieres.

- Chenoa: me parece perfecto.



Hasta aquí el séptimo capítulo. Espero que os guste. Al final he decidido hacer todos los  flashbacks del 2011 seguidos para que no sea mucho lío. Cualquier cosa que no os guste, no entendáis o cualquier crítica constructiva es bienvenida. Es más, lo agradeceré porque eso me ayudará a mejorar ya que es la primera vez que publico una historia. Muchas gracias a todos por leer, votar y comentar. ¿Qué pasará esos días que se van a quedar ahí?

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