13. Con los ojos tapados

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Chenoa abrió los ojos lentamente y lo primero que vio fue a David dormido a su lado. Miró el reloj y vio que eran las 8:30 de la mañana así que pensó en que tendrían que ir levantándose. Despertó a David entre susurros.

- David: ¿qué hora es?

- Chenoa: las 8:30, dormilón.

- David: ¿y no podemos dormir un rato más?

- Chenoa: pues va a ser que no. Tenemos ensayos y clases, ¿recuerdas? (Hizo una pausa) Buenos días (le sonrió).

- David: contigo siempre son buenos... aunque toque madrugar... (la besó).

- Chenoa: ¿te parece si nos damos una ducha y eso y nos vemos luego en el comedor para desayunar?

- David: me parece muy bien. 

- Chenoa: oye, igual te ve alguien salir de aquí.

- David: ¿y?

- Chenoa: no sé... 

- David: ya nos vio ayer España entera en el comedor (rió).

- Chenoa: coño... El comedor... Ni pensé en eso.

- David: esa boca... Menos mal que Patri no te está oyendo (rió). Precisamente eso es lo que tiene que ser. Dan igual las cámaras. Lo importante es que hagamos lo que nos nazca y ya está. ¿O no habíamos quedado en eso?

- Chenoa: no si no lo digo tanto por eso... ¿Qué haces conmigo, eh? Se me olvida todo cuando estoy contigo.

- David: bueno, esa es la idea.

- Chenoa: ya vale de cháchara que vamos a llegar tarde el primer día...

- David: sí, tienes razón. Te veo en el comedor, cielo (la besó).

David terminó antes que Chenoa así que se fue al comedor a esperarla. Empezó a preparar el café. Al acabar lo dejó en la mesa junto con el suyo. En ese momento apareció Chenoa por la puerta y se acercó.

- Chenoa: vaya... ¿Café?

- David: café. Y bien cargado (sonrió).

- Chenoa: sí, lo huelo desde aquí. Gracias, sol.

- David: ¿qué quieres comer?

- Chenoa: uy... Pues me apetece algo dulce, la verdad. Y un zumo, para compensar (rió). Pero ya voy yo.

- David: vamos los dos y ya está.

- Chenoa: hala, arreglado entonces.

Cogieron el desayuno y se sentaron en la mesa uno al lado del otro. Aparecieron Rosa, Gisela y Bustamante y se sentaron con ellos.

- Gisela: tenemos clase con Ángel ahora, ¿no?

- Rosa: sí, a las 9:30.

- Bustamante: a ver qué se le ocurre.

- David: cualquier cosa, ya veréis.

- Gisela: ¿qué tal la primera noche aquí?

- David: de maravilla, la verdad. 

- Chenoa: sí, aunque no se quería levantar (se dio cuenta de lo que acababa de decir).

- Rosa: a ver, a ver. ¿Cómo es eso?

- Chenoa (disimulando): ¿El qué?

- Bustamante: vamos Laura, no te hagas la longui ahora.

- David: es muy fácil. Hemos dormido juntos.

- Chenoa (dándole un codazo): Daviiid.

- David: ¿qué? Es la verdad, ¿no? Hemos dormido juntos y me hubiera quedado durmiendo cuatro horas más. Eso ha pasado.

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