12. Dulces sueños

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Los 16 pasaron la tarde juntos entre risas, juegos y películas. Antes de cenar podían hacer dos llamadas si querían. Chenoa llamó a su madre y después David decidió llamar a Ella.

- David: ¿ya has hablado con Patri?

- Chenoa: sí. ¿Tú? ¿Vas a llamar a Ella?

- David: sí, justo ahora voy a hacer una videollamada. 

- Chenoa: ah, bueno. Entonces te dejo.

- David: no, no, no. Quédate. Seguro que le pone muy contenta saludarte.

En ese momento David marcó y enseguida Ella contestó.

- David: hola, princesa.

- Ella: hola, papi.

- David: ¿cómo estás?

- Ella: muy bien. Te estaba viendo en la tele esta tarde.

- David: ¿ah sí? Mira que bien. ¿Qué tal el cole?

- Ella: muy bien. Hemos hecho muchas cosas. ¿Cuándo cantas?

- David: mañana empezamos a ensayar ya. 

- Ella: ¿empezamos?

- David: sí. Voy a cantar Escondidos con Laura.

- Ella: qué bieeeen. Después del cole os veo.

- David: pero antes los deberes, ¿eh?

- Ella: sí, papi.

- David: mira, justo tengo a Laura aquí al lado (giró el teléfono).

- Ella (con energía): Hola, Lauraaaa.

- Chenoa: hola, princesa.

- Ella: ¿mañana vas a cantar con mi papi?

- Chenoa: sí, Escondidos. 

- Ella: ¿la que cantasteis en los ensayos aquella vez?

- Chenoa: sí, esa. ¿Te acuerdas?

- Ella: síííí. (Hizo una pausa). Laura, ¿ya eres novia de mi papá?

- Chenoa (en shock por la pregunta): ¿yo? (le lanzó una mirada a David).

- David: mi niña, aún no. Pero yo creo que ya dentro de poco.

- Ella: bieeeeen.

- David: bueno, es hora de irse a dormir, ¿no?

- Ella: ¿me cuentas un cuento, porfi?

- David: bueno, pero solo uno ¿eh?

David empezó a contarle el cuento y al poco rato Ella ya se había quedado dormida así que acabó la videollamada.

- Chenoa: ¿cómo es eso de que si ya soy tu novia?

- David: ahhh... Bueno, es que antes de entrar aquí hablé con Ella.

- Chenoa: ¿y qué le dijiste exactamente?

- David: pues que quería estar contigo porque te quiero. Se lo dije porque si no se iba a enterar por la tele.

- Chenoa: te vuelves a librar porque no hay cojín aquí tampoco (riendo). Podrías habérmelo dicho, que casi me da un infarto con la pregunta...

- David: ha sido divertido (rió).

- Chenoa (irónica): sí, un montón. Anda, tira. Vamos a cenar.

Fueron hasta el comedor y se pusieron a cenar. Estaban solos en la misma mesa. Al poco rato David se levantó de la mesa.

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