24. Preparativos

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A la mañana siguiente, después de dejar a Ella en el colegio, David pasó a comprar el desayuno. Después, cogió el coche y de dirigió a casa de Chenoa. Tocó el timbre del portal y subió hasta arriba. Chenoa le abrió la puerta enseguida. Estaba en pijama y casi recién levantada.

- David: buenos dias, mi amor (la besó).

- Chenoa: buenos días (más dormida que despierta).

Avanzaron hasta el salón de la casa.

- David: creo que alguien tiene sueño por aquí.

- Chenoa: que va... Para nada...

- David (levantando la bolsa): en esta bolsa está la solución.

- Chenoa: ¿qué es?

- David: café.

- Chenoa: aaayyyy. Gracias (le besó).

- David: ¿te digo algo?

- Chenoa: ¿qué?

- David: estás preciosa.

- Chenoa: mentiroso... ¿Tú me estás viendo bien? Estoy dormidísima, despeinada y con pijama.

- David: da igual. Estás preciosa aunque te pongas una bolsa de basura por encima.

- Chenoa: ¿te puedo querer más? (le besó)

- David: te he echado de menos esta noche.

- Chenoa: yo también a ti.

- David: bueno, vamos a desayunar esto antes de que se enfríe.

- Chenoa: ¿qué mas has traído?

- David: napolitanas de chocolate. Comida sana para empezar el día (rió).

- Chenoa: sí, sí... Sanísima...

Fueron hasta la cocina y una vez allí desayunaron.

- David: antes de que se me olvide... Te he traído las llaves de casa para que vayas esta tarde a por Ella al cole (las sacó del bolsillo y se las dio).

- Chenoa: um, sí. Importante. Sin llaves no hacemos nada (rió). 

- David: yo tengo ensayos pero intentaré volver no muy tarde, ¿vale? De todas formas, cualquier cosa me llamas.

- Chenoa: vale. ¿Te vas ya? (poniendo puchero).

- David: pero no me pongas esa carita que así no me puedo ir.

- Chenoa: bueno...

- David: paciencia cuando salgas...

- Chenoa: lo tendré en cuenta. 

- David: ahora sí me voy, que sino no llego (se acercó y la besó). Te veo luego, Laurita.

David salió de casa de Chenoa y fue en su coche hasta el lugar donde ensayaría. En el parón de la hora de comer, se reunió con Ito.

- Ito: ya te notaba feliz por teléfono, pero tu cara me lo confirma, ¿eh?

- David: la verdad es que sí. No sabes las ganas que tenía de poder estar con Laura de una vez sin necesidad de actuar como si fuésemos un par de delincuentes.

- Ito: ¿y qué tal? ¿Bien? 

- David: sí. Ya sabes que Laura tenía miedo de lo que iba a pasar al salir de la academia y de que nos pudiera la presión mediática y demás, pero de momento bien. 

- Ito: la verdad es que la entiendo. El miedo a que todo se vaya al garete otra vez es normal.

- David: sí, pero vamos, no voy a permitir que nada se vaya al garete esta vez. Vamos a ir a su ritmo porque lo único que quiero es que se sienta segura.

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