Soy una chica común y corriente... Por que todas la historias tienen que comenzar igual?, pues no, esta es mi historia y yo la cuento como quiero, la verdad soy una chica orgullosa, hermosa, sexy y siempre consigo lo que se me antoja, que les puedo...
Hoy era el día de mi cumpleaños, al fin algo genial, si preguntan, estoy en mi habitación, Teo me despertó con un enorme y rico desayuno que no pensé en dos segundos en comerlo. Mis padres no han llamado y eso no me sorprende. Estos cuatro días aunque hayan sido pocos hice demasiadas cosas, la coreografía de las animadoras iba más que bien, ya la habíamos terminado, cada quien sabía qué hacer, lo único era ajustar algunos detalles que ya me encargare yo de hacerlo. De las coreografías de las canciones de Justin ya me había aprendido la mitad, eran demasiadas pero fáciles, ni me pregunten como lo hice porque ni yo sé cómo hice para aprenderme tanto en tan solo cuatro días. Con Justin las cosas están un poco difícil, me refiero a que estoy un poco confundida, yo creo que me gusta y me da hasta miedo admitirlo, son tantas cosas que tiene el que me gusta cada vez más, pero con una simple gesto o con una simple palabra lo echa todo a perder, pero de algo estoy segura, si el sigue así terminare rendida a sus pies como una más de su larga lista. Me duche, y me puse unos shorts con la bandera de Estados Unidos estampada, una blusa blanca con un rayo negro en medio, una chaqueta roja y mis Adidas Superstar, ya estaba lista para no hacer nada, no pensaba ir al colegio hoy que era mi cumpleaños, eso ni loca. Tome mi celular y no me había llegado mensaje de nadie, ni de Chris, me desanime un poco pero por ahora todavía queda todo el día. - feliz cumpleaños bitch- sentí como me abrazaban y caía a la cama soltando una carcajada. - feliz cumpleaños Sam- dijo Nate mientras trataba de quitarme a Isabel de encima. - gracias chicos- bese sus mejillas. - mira este es mi regalo... ábrelo- abrí la bolsa que me estaba dando y me encontre con una llamativa camisa que traía un divertido estampado que decía "bitch 1", soltó una carcajada- yo tengo la mia- dijo sacando una parecida pero esta decía "bitch 2" - me encanta, es el mejor regalo chicos- abrace a Nate y Isa agradeciéndoles por todo, en el fondo sabía que Nate había pagado e Isabel lo había escogido, siempre es así. - y que vamos a hacer?- ellos se miraron cómplices y sonrieron. - pues nosotros ir al colegio, ya que tu no iras no sé qué tengas pensado, así que adiós que ya vamos tarde- un poco apresurados se despidieron de mi dejándome completamente sola en mi habitación. Un mensaje me llego el celular y por el tono del timbre supe que era mi padre un poco aburrida lo abrí, debe decir lo mismo de siempre no son ni capaces de inventarse otras cosas. "Hija lo sentimos por no poder pasar tu cumpleaños juntos, pero ya sabes el trabajo no nos deja mucho tiempo, tu eres lo más importante para nosotros, felices 17 años, tu regalo llegara mañana a primera hora, ojala te guste y lo escogido yo mismo. - tus padres." El mensaje parece más bien de mi padre, yo sé que a mi madre no le intereso ni en lo más mínimo, y la verdad no me sorprende, su manera de ser conmigo están fría y maldita. Es mejor ni pensar eso que no me quiero arruinar mi día. Metí mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón y salí de mi habitación bajando las escaleras ya que el timbre estaba sonando y por lo visto Teo no estaba en la casa. - si?- pregunte abriendo la puerta. - Srt. Cassdy?- pregunto el mensajero viendo en su tabla para verificar mi nombre. - soy yo- el me paso la tabla con el papel para que firmara y así lo hice, me entrego una caja muy bien decorada como si fuera un regalo. - hasta luego- me despido con una sonrisa y el sale sin más que decir. Cerré la puerta de mi casa y camine hasta la sala para sentarme en el sillón y abrir la caja tranquila sin que nadie molestara. Abrí la caja cuidadosamente, y vi una tarjeta escrita a mano, la tome para leerla y deje la caja de lado. "Cariño feliz cumpleaños, este día es muy importante para ti, así que organice algunas cosas especiales para alguien especial como tú, yo sé que te van a encantar así que prepárate de ahora en adelante te llegarán muchos regalos más de mi parte. - Biebs." Sonreí ante la tarjeta y la deje a un lado de la caja para poder ver que había dentro, quite el papel que lo decoraba y me encontré con un hermoso vestido, no puedo creer que para ser hombre tenga tan buen gusto, sonreí a mas no poder y lo abrace a mi como si fuera el, si definitivamente Justin me encanta. Al terminar de ver el vestido hasta el último detalle y leer la tarjeta un par de veces más, recibí un mensaje indicándome que tenía que abrir, vi la pantalla y era de Justin. "Cariño dentro de unos minutos paso por ti, iremos a almorzar, no tienes que estar elegante ni nada por el estilo, espero que no te demores como todas las chicas, no quiero tener que esperar. - Justin" Corrí a mi habitación y organice un poco mi cabello, me coloque un poco de brillo labial y sonreí mirándome en el espejo, guarde mi celular en el bolsillo trasero de mis pantalones y baje las escaleras una vez más ya que estaban tocando el timbre y ese debería de ser Justin. - hola- sonreí abriendo la puerta. - Feliz cumpleaños cariño- me felicito envolviéndome en sus musculosos brazos. - gracias- susurre contra su pecho. - ahora vamos que tengo demasiada hambre- me tomo de la mano y me arrastro hasta el auto abriéndome la puerta y ayudándome a entrar, le agradecí con una sonrisa y el dio la vuelta para entrar en el asiento de copiloto. - ahora si- tomo mi cara entre sus manos y sin previo aviso delineo mi labio inferior con su lengua, se me escapo un gemido contra sus labios y sentí como se le dibujó una gran sonrisa, lo tomé del cuello desordenando más sus castaños cabellos, él se separó un poco, mordió mi labio como avisando que se iba a separar pero fue todo lo contrario tomo aire sin despegarse de mí y nuestras lenguas se encontraron una vez más en una guerra que pareciera no tener fin. - Biebs- susurre entre sus labios. - no puedo parar tus labios son como mi droga- sonreí dándole un pequeño beso y el paso su mano por su cabello tratando de organizarlo. - a dónde iremos?- pregunte colocándome el cinturón de seguridad. - A Mc Donalds- solté una risita divertida- que?- sonrió. - en serio Mc Donalds?- pregunte incrédula. - sí, está muy feo?- frunció los labios sin dejar de bromear. - no, me encanta, hace mucho no voy y me encantaría volver, y contigo- el sonrió y nos perdimos entre las calles mientras Justin conducía y me tomaba de la mano como siempre, era la mejor forma en que podíamos estar, con simplemente tocarlo todo está bien conmigo. Llegamos al elegante y sofisticado restaurante ósea Mc Donalds, entramos con las miradas puestas en nosotros como siempre, como algo extraño Justin me tomo de la mano, cuando estamos en lugares con mucha gente el evita tener demostraciones y la verdad yo también quiero evitar problemas. - quiero una mmm...- mire el menú que tenía frente a mi tratando de decidirme por algo, el chico me miraba divertido y yo sonreía por sus caras. - dame una ensalada junta una limonada sin azúcar- el chico asintió y tecleo en la computadora táctil anotando el pedido. Justin pidió una hamburguesa y no sé qué mas ya que me empezaron a llegar mensajes de cumpleaños que eran de gente que ni conocía. - vamos a sentarnos- él me toma del brazo y yo asentí sin mirarlo, con mi vista todavía metida en el celular. - y como has estado hoy?- tomamos asiento y guarde mi teléfono colocándolo en silencio para que no molestara. - bien, ya sabes Isabel me regalo una hermosa camisa junto con Nate- frunció el ceño y yo solté una risita- mi padre me mando una mensaje felicitándome y diciendo que mi regalo llegaba mañana en la mañana- sonreí apoyando mi cabeza en una mano y sin dejarlo de mirar. - que bien, que tienes pensado hacer hoy?- hice una mueca sabiendo que no tenia nada por hacer. - nada, ya sabes... Por lo general hago una fiesta pero este año estuve tan ocupada que no tuve tiempo ni para respirar- el sonrió sabiendo que era el culpable. - te gusto uno de mis regalos?- sonreí recordándolo y el tomo mi mano. - me encanto, tienes muy bien gusto- me levante un poco del asiento y le di un beso en la mejilla haciéndolo sonreír- lamento si te incomoda que haga eso en público- susurro desviando la mirada, sabiendo que tenía toda la atención de los demás. Él se levanta de su asiento y se acomoda junto a mi abrazándome por los hombros y atrayéndome hacia él. - Feliz cumpleaños cariño- besa mis labios simplemente encajándolos como dos piezas de puzle que son, los besó con cariño y suavidad como nunca antes... - por qué haces esto?- murmuro agitada. - no quiero esconderme más, no quiero esconderte más, no eres una bailarina más para mí- susurra acariciando mi mejilla, sin quitarme la mirada de encima. - entonces que soy para ti?- pregunte con una pizca de ilusión en mis ojos. El hace una fea mueca que me hace desviar la mirada un poco desilusionada. - estas desilusionada?- toma mi barbilla obligándome a mirarlo. - no, por qué? Somos amigos no?- sonreí forzadamente y por primera vez él se lo creyó. - si... Amigos- sonrió entrelazando nuestros dedos. Terminamos de comer en Mc Donalds entre risas, conversaciones y caricias por parte de Justin, hoy está muy cariñoso y eso me alegra. Salimos de ahi entre fotos y miradas puestas en nosotros, nos subimos al auto y él lo enciendo perdiéndonos por las calles. - hoy usarás el vestido que te regale- fruncí el ceño sin quitarle la mirada de encima. - para qué?- el me miro por unos segundos y tomo mi mano sonriente. - te tengo una sorpresa, así que pasare por ti a las siete, no poder estar contigo hasta entonces, hay algunas cosas que tengo que arreglar para los conciertos- asiento un poco desilusionada. - está bien no hay problema, te extrañare hasta en la noche- sonrió acariciando mis nudillos. Llegamos a mi casa y el apago el auto. - adiós cariño disfruta la tarde porque en la noche serás mía- sonrió pícaro y yo solté un risita nerviosa, me acerque a él y bese su mejilla bajándome del auto. Entre a casa y Teo se encontraba con Pac acariciándolo. - hola Teo- salude acercándome a los dos. - buenas tardes Srta. Cassidy- saludó sonriente, tome a Pac entre mis brazos y subí a mi habitación, hoy sería un día aburrido. Me acosté en la cama y coloco a mi cachorrito al lado mio. La tarde se pasó un poco rápido la verdad, todo el tiempo me la pase haciendo ropa para Pac, le robaba un poco de tela a mi madre que en ocasiones olvidaba aquí en la casa, quedaban hermosos, le hice unos pequeños pantaloncitos rojos que combinaban con su pelo, el collar que le había comprado Justin combinaba perfectamente con todo lo que le había hecho. Mire mi celular y vi que ya era hora de entrar a la ducha, así que deje a Pac en su camita y entre al baño despojándome de mi ropa rápidamente, espere a que el agua se templara y entre para tomar una larga ducha de media hora, cuando termine de lavarme el cabello y todo mi cuerpo salí colocándome una perfumada toalla. Media hora más tarde después de haberme maquillado, peinado y vestirme, quede perfecta para Justin. Era la hora justo cuando termine y el timbre sonó, me imagino que Teo debió de abrir así que no me preocupe y termine de organizar mi cabello, le sonreí al espejo, salí tomando mi bolso de mano con Pac caminando escaleras abajo. Baje las escaleras un poco nerviosa y la mirada de Justin se clavó en la mía dejándome la tarea de bajar las escaleras mas difícil, sonreí un poco nerviosa y él se acercó al final de las escaleras para tomarme de la mano como si fuera un princesa, y es que claro lo soy. - estas muy sexy- susurro cuando Teo había desaparecido de la sala junto a Pac. - mmm... Gracias- sí, definitivamente él no tiene nada de romántico. - vamos?- asentí y lo tome del brazo, salimos de la casa y a decir verdad el estaba muy hermoso y elegante, tenía una camisa negra y un pantalón negro que hacia juego con sus supras negras, parecía un tierno murciélago. - sube al auto- susurra abriendo mi puerta, entre agradeciéndole con una sonrisa, el entro al auto encendiéndolo y perdiéndonos entre las calles. 20 minutos de camino transcurrieron mientras permanecía callada mirando el camino tratando de saber hacia dónde nos dirigíamos, no tenía ni la menor idea de la sorpresa que Justin me quería dar. Tomados de la mano llegamos a el hotel más lujoso de la ciudad, no podía creerlo, será que trata de decirme un indirecta al respecto? No lo sé, de pronto trata de decirme algo. Mire un poco sorprendida el lugar y con ayuda de Justin me baje del auto, el sonrió mirando mi expresión. Le entrego al ballet las llaves de su auto y tomo mi mano ayudándome a entrar al hermoso hotel. Saludamos al portero y entramos dirigiéndonos al elevador. Solté un risita recordando la última vez que su tuvimos en un elevador. - no te burles de mi- dice como si hubiera leído mi mente. - jamás me burlaría de ti- susurro besando su mejilla, el sonríe y las puertas de elevador se abren para adentrarnos a él. Marca el último piso y esperamos en silencio hasta que las puertas del elevador se abren una vez más mostrándome un enorme restaurante muy romántico y elegante, sonreí emocionada. Esto es hermoso nunca antes habían hecho algo así por mí, es muy dulce por parte de Justin jamás creí que el fuera capaz de hacer algo como esto. Me acerque al enorme balcón que se encontraba y salí sintiendo el aire fresco de la noche golpear mi rostro, camine hasta la orilla y sentí como unos musculosos brazos rodeaban mi cintura, su rostro se escondió en mi cuello y sentí como aspiraba mi aroma. - Biebs esto es hermoso...- susurro, el me gira sin separarse de mí y me mira a los ojos. - ya sabes, te lo mereces... Feliz cumpleaños cariño- beso mi mejilla tiernamente y por primera vez por un simple beso sentí desfallecer. - esto es realmente importante para mí, nadie le había tomado tanta importancia a mi cumpleaños- susurre desviando la mirada. Creo que estoy dando demasiada información respecto a mis sentimientos. - lo hago por que tus padres no están, y sé que para ti tu cumpleaños es importante- desvié la mirada y el tomo mi mano haciéndome sentar en una muy decorada mesa, sin nada que decir tome asiento. - Christian no recordó mi cumpleaños- susurre con tristeza. Él nunca se olvidaba de mi cumpleaños, era el único que me hacía celebrarlo en grande pero ahora ni se acuerda de la fecha, creí que el mi mejor amigo. - todavía el día no acaba- susurro tomándome de la mano. No puedo creer que el mismo Justin Bieber este defendiendo a mi mejor a migo Christian Beadles, eso jamás lo creí posible, ni en otro planeta- bueno tal vez sigue siendo el mismo estúpido y lo olvidó- gire los ojos tratando no pensar más en Christian- pero cambiando de tema- susurra tomándome de las dos manos y entrelazando nuestros dedos- hay algo muy importante que quiero decirte, y que mejor lugar que este- será posible que Justin sienta lo mismo que yo? Bueno el lugar es muy romántico y es una buena ocasión para declararse, yo sé que todos esos besos y caricias algo tienen que significar, después de todo para mi significan algo y mucho, en el fondo él me quiere y estoy segura de eso, solo quiero que tenga el valor suficiente para aceptarlo y decirlo...
