̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶C̶i̶n̶c̶o̶

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—Uhh... Dallon e-espera, no tan fuerte... ¡ah! —Tyler gemía alto al momento en que su novio lo embestía con fuerza.

—Vamos, no te quejes. —el ojiazul lo hizo callar con un apasionado beso, con su lengua jugueteando con la de él.

El castaño no había tardado mucho en llegar a la casa de Dallon, y a penas éste abrió la puerta lo recibió con un gran abrazo y un tierno beso en los labios. Tyler de verdad creía estar nuevamente en buenos términos con su novio.

Para él, había sido una gran sorpresa el haber recibido un mensaje suyo, pidiéndole disculpas por cómo actuó. Tyler, al principio, creyó que se trataba de una mala broma y dedujo en si alguna otra persona lo había convencido de enviarle el mensaje o lo había hecho por él. Sin embargo, al estar ambos cara a cara se dio cuenta de la honestidad en sus palabras.

Pero claro, no todo podía ser perfecto o como en un cuento de hadas.

Dallon esperaba ver a Tyler feliz después de oír sus disculpas para pasar a lo siguiente y más importante para él en una relación.

El sexo.

—Mmm sí D-Dallon, sigue... —el castaño mantenía sus piernas alrededor del cuello de su novio. Descansaba la cabeza sobre la almohada y sus dedos tiraban fuerte de las sábanas. Sentía mucho placer, pero era inevitable pensar que las cosas entre ellos seguían estando mal, de algún modo u otro.

Sin dejar de penetrarlo, Dallon introdujo su pulgar a la boca de Tyler y éste enseguida, cerró los ojos y comenzó a chuparlo. Estaba ya muy cerca del éxtasis, pero la imagen de cierta persona le complicaba alcanzarlo cuando apareció de pronto en su mente.

Encima del buró del lado izquierdo de la cama estaba su celular, y comenzó a vibrar sin parar. Cundo el ojiazul retiró su dedo de su boca éste atacó directamente el cuello del castaño, lamiéndolo y mordiendo con fuerza hasta dejarle una marca rojiza con las hendiduras de sus dientes en la ardiente piel. Tyler chilló del dolor pero aprovechó la distracción de su novio para mirar en dirección hacia su celular.

El nombre de Josh salía en pantalla. El teñido seguramente lo había intentado localizar por quién sabe cuántas veces. Tyler tenía la necesidad de estirar el brazo hasta alcanzarlo y contestar, pero obviamente resultaba imposible, y habrían nuevos problemas si contestaba.

Soltó un pequeño suspiro e ignoró la llamada. Esa fue la última que recibió de él.

Ahora, su mente estaba inundada por la cara de Josh. De su atractivo rostro, con esa expresión tan frívola que casi siempre se traía, pero dejando ver una pizca de amabilidad y dulzura cuando estaba con él. La forma en cómo curveaba su boca al sonreírle, al reír. La posición de su cuerpo al pararse junto a él. Sus manos dentro de sus bolsillos o cuando sostenían un cigarrillo. El denso humo sacado de su boca. El olor de su colonia combinada con la escénica del tabaco. La aspereza de su voz. Su mirada tan penetrante, sus ojos rasgados y el color mocha de ellos. Tyler volvió a cerrar los ojos y divagó. Inconscientemente sonrió al pensar en él. Se olvidó de la habitación de Dallon, se olvidó de estar siendo follado por él. Se olvidó de su propia existencia y fue reemplazada con el recuerdo del chico peliazul.

Se relamió los labios de una forma sugestiva y mordió el inferior. El cosquilleo en su estómago creció más, estaba muy cerca de eyacular y no precisamente porque Dallon golpeaba su próstata una y otra vez.

—Hmm Josh... s-sí Josh... —gimió bajito y con la voz más aguda de lo normal. Llegó al orgasmo y se corrió derramando el líquido espeso y caliente sobre su abdomen. —¡ahhhh!

Tyler abrió los ojos repentinamente y cubrió su boca. Mierda, ¿lo había oído Dallon? Sus mejillas se tornaron de tonos rosas y rojizos, su pecho subía y bajaba con rapidez de lo agitado que se encontraba. El ojiazul eyaculó unos segundos después y el castaño apretó en su interior tras la última embestida.

● his hair smells like chocolate ● [joshler] [EDITANDO]Where stories live. Discover now