̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶C̶a̶t̶o̶r̶c̶e̶

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Como era de esperarse, el castaño tardó más de lo que planeaba en arreglarse. Siempre que veía a Josh fuera de la escuela se esmeraba aún más en su arreglo personal, quería causarle una buena impresión. Mientras más tiempo pasaba con él más captaba su atención, y eso que le tomó un tiempo admitir que sentía ciertos sentimientos hacia el peliazul.

Se dio un último vistazo frente al espejo de cuerpo completo de su habitación y sonrió, muy conforme con el look que llevaba puesto. Tyler no era una persona muy segura de sí misma, y menos con Dallon a su lado, quien con frecuencia lo hacía sentir aún peor de lo que se sentía. Pero con Josh era todo lo contrario. A su lado se sentía seguro y a salvo. Se dio la vuelta para tomar su celular de la mesita y miró hacia el reloj de pared. Ya llevaba 30 minutos de retraso, Josh probablamente ya se encontraba en la cafetería. El castaño soltó un grito ahogado y salió corriendo de su habitación.





Después de unos 10 minutos de recorrido, Tyler finalmente llegó a la cafetería. Abrió la puerta tímidamente y miró a su alrededor, aunque no fue difícil distinguir a Josh por su brillante y eléctrico azul de su cabello. Éste bebía tranquilamente un café y alzó la mirada directamente hacia Tyler, sonriéndole y saludándolo con la mano. El castaño le sonrió de vuelta pero con una expresión tímida.

— Me imagino que querrás matarme... Perdóname Josh, perdí la noción del tiempo. — dijo Tyler apenado mientras tomaba asiento frente al peliazul.

— No importa. Yo igual me retrasé así que no llevo mucho tiempo esperando. — respondió el peliazul con tranquilidad y Tyler suspiró aliviado. — además, si te atrasaste por elegir qué ponerte, valió la pena esperar.

Josh dio un vistazo rápido a lo que Tyler traía puesto y el castaño no pudo evitar sonrojarse hasta quedar como un tomate. Le agradeció en voz baja por el cumplido y una camarera se acercó a su mesa. Tyler ordenó lo mismo que Josh estaba tomando, pero al instante que le trajeron el café el castaño se dio cuenta de lo cargado que estaba e hizo una mueca de disgusto a penas lo probó. Tuvo que pedir que se lo cambiaran por una malteada y el peliazul rió al ver la escena. Ambos comenzaron a platicar acerca de cosas triviales de la vida, aunque Tyler moría por preguntarle algo más personal.

— Eh ¿Josh? P-p-podría hacerte ¿una pregunta un poco más personal? — soltó el castaño finalmente y Josh lo miró con una ceja alzada.

— Depende.

— ¿De?

— Nada. Suelta la pregunta. — contestó Josh entre risas y Tyler viró los ojos.

— ¿C-c-cómo conseguiste a esos dos hombres? L-l-los que iban a... Ya sabes, h-h-hacerle eso a Dallon.

— Secreto de estado. — respondió el peliazul mientras le daba un sorbo a su café y Tyler frunció el ceño.

— Vamos Josh quiero saber, por favor, por favor.

— ¿Para qué?

— ¿Me interesa...? Eres muy misterioso y eso aumenta mi curiosidad. Siento que no sé nada de ti.

— Con que me conozcas por fuera está bien. Además, si te contara sobre mi vida probablamente dejarías de hablarme.

— No lo hice aún cuando intentaste matar a mi novio.

— Tienes un buen punto. — dijo Josh y el castaño lo miró con una expresión de orgullo. — pero aún así no te diré.

— Joooooooooooooosh por favor. — insistió Tyler y juntó las manos a manera de súplica. — déjame intentar algo. Trataré de adivinar en qué estás involucrado ¿si?

● his hair smells like chocolate ● [joshler] [EDITANDO]Where stories live. Discover now