̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶D̶o̶c̶e̶

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— ¿Tyler? ¿Nos estás haciendo caso? — preguntó Mikey mientras agitaba la mano frente al rostro del castaño.

— ¿Han visto a Josh? — dijo Tyler reaccionando finalmente. Él, junto con Mikey y Frank estaban sentados en una de las bancas del patio principal de la escuela.

— Me parece que no vino en toda la semana, solo el lunes lo vi. — respondió Frank encogiéndose de hombros. — ¿por qué la urgencia?

— Necesito encontrarlo. — contestó el castaño y se levantó de la banca y miró hacia todos lados para ver si lo hallaba.

Desde que tuvieron la extraña y loca plática sobre la idea de "matar" a Dallon, Josh no regresó a la escuela. Ya estaban a viernes y Tyler seguía sin saber nada de él, inclusive le mandó cientos de mensajes y marcó mil veces a su celular pero no obtuvo respuesta. El resto de los días se la pasó muy nervioso y preocupado, no podía sentirse tranquilo con la idea rondando su cabeza.

No fue hasta después de aquella plática que Tyler se dio cuenta de la estupidez que había cometido al haberle dicho eso a Josh, es decir, ¿en qué demonios estaba pensado? Tal vez no la había estado pasando bien con Dallon, pero al final era una persona y no merecía que le ocurriera una desgracia como esa, sobretodo porque el castaño sabía que el problema podía terminarse si el decidía parar la relación, pero por cobarde no se sentía capaz.

Siguió mirando hacia todos lados de manera desesperada, hasta que vio al peliazul caminar hacia otra de las bancas que había. Se le veía con una expresión muy tranquila en el rostro. Tyler sintió un pequeño alivio en su pecho y fue corriendo hacia Josh.

— ¿Dónde carajos te metiste? — exclamó Tyler.

— También me da gusto verte Ty. — respondió Josh con serenidad mientras sacaba un cigarrillo de la cajetilla.

— No juegues así ¿recuerdas lo que hablamos el lunes?

— Claro, ¿qué hay con eso? — dijo el peliazul llevándose el cigarrillo a la boca y encendiéndolo con un mechero de plata.

— ¿Cómo que...? Agh que importa, solo dime que todo fue en broma y no planeaste nada malo. — respondió Tyler con desesperación.

Josh expulsó el humo por su boca y se rió sarcásticamente, el castaño tuvo unas ganas de golpearlo para que le soltara por fin la verdad. Ya no podía seguir aguantando tanto misterio.

— Estuve ausente durante estos días. — el peliazul se detuvo para darle otra calada a su cigarrillo y Tyler lo miró con el ceño frunciendo, esperando a que continuara. — ¿qué crees que estuve haciendo todo este tiempo?

— Tienes que estar de joda. — contestó el castaño con la respiración ya acelerada.

— No Tyler, tú tienes que estarlo. — el peliazul se terminó de golpe el cigarrillo y expulsó el humo hacia el otro lado. — ¿no fui muy claro ese día? Te dije que tuvieras cuidado con tus deseos. Además, recalqué que soy un hombre de palabra. ¿Ves a esos hombres de ahí?

Tyler fijó la mirada hacia dónde Josh estaba señalando con el dedo y vio a dos hombres bastante corpulentos caminar hacia la entrada de la escuela. Ambos vestían de negro y llevaban las manos en los bolsillos, como si tuvieran oculto algo dentro de ellos. El castaño sintió su corazón pararse y el color de su rostro se esfumó, quedando pálido.

— Q-q-quiénes... s-s-son ¿ellos? — preguntó Tyler con nerviosismo.

— ¿Creías que yo lo mataría con mis propias manos? No seas absurdo, no arriesgaré mi pellejo. — dijo Josh entre risas y los ojos del castaño comenzaron a aguarse.

— J-j-josh por favor.. n-n-no, podrías i-i-ir a la cárcel p-p-por esto...

— No lo haré. Por algo esos hombres lo están haciendo, a ellos no les importa terminar en la cárcel. Yo planeé el asesinato y ellos lo ejecutarán ¿genial no?

— N-n-no saben d-d-dónde está Dallon.

— Claro que lo saben. — respondió Josh sonriendo de lado.

Tyler vio a los dos hombres entrar a la escuela y no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas del temor. No podía creer que todo esto iba en serio, esperaba que Josh le dijera que todo se trataba de una mala broma, pero no fue así. En cambio, el peliazul se puso a revisar con tranquilidad su celular y Tyler no podía dejar de llorar.

— J-j-josh por favor d-d-deténlos, por favor... — la voz de Tyler temblaba tanto que casi no se le entendía lo que decía. Josh seguía sin voltearlo a ver.

— Por favor, no pensé que esto llegaría tan lejos.

— Josh por favor mírame, detén esto.

— T-t-te lo suplico por favor.

— Hazme caso, Josh p-p-por favor...

— Haré lo que quieras, por favor deténlos ya... n-n-no me puedes hacer e-e-esto.

Tyler se hincó a un lado del peliazul y lo miraba con ojos de súplica, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas y hablaba con la voz cortada. El peliazul apartó la vista de su celular y lo miró directamente a los ojos. Mientras que la mirada del castaño reflejaba sufrimiento, la de Josh expresaba frialdad. Rodó los ojos y dio un gran suspiro, para luego llevarse el celular a la oreja.

— ¿Gustavo? Dile a tu otro amigo que se cancela el plan. Si lo lamento, les explico cuando vengan. Adiós. — y el peliazul colgó el teléfono. Tyler dejó de llorar pero aún respiraba con dificultad, mantuvo la mirada fija en Josh y esperó a que le diera una respuesta.

— Ya está. Tu noviecito tiene otra oportunidad para vivir, viva. — dijo Josh con cinismo y se puso de pie. — espero sigas disfrutando de tu hermoso cuento de hadas con él.

— G-g-gracias. — respondió Tyler con timidez y bajó la mirada hacia el suelo.

— Ya me voy, me hiciste perder tiempo valioso de mi vida.

— Creí que todo esto lo habías tomado a j-j-juego. N-n-no pensé que fueras un asesino. — dijo el castaño y Josh soltó una risa.

— No lo soy Tyler. Tengo mucho poder y sé como aprovecharlo.

— ¿Y cuál es la diferencia entre una cosa y la otra?

— Si fuera asesino yo hubiera ido a matar a Dallon con mis propias manos. Cuando se tiene mucho poder puedes enviar a que alguien haga el trabajo por ti. Puedes verlo como manipulación si quieres.

Los dos hombres salían por la puerta principal y Josh le hizo una señal con las manos para que se acercaran. Tyler vio a Dallon salir también por la puerta pero se veía totalmente normal, parecía que no lo hubieran llegado a tocar y así fue. Tenía la sonrisa de siempre en su rostro y el castaño suspiró aliviado.

— Me saludas a tu novio. — contestó Josh con dureza y caminó hacia los dos hombres corpulentos.

Tyler vio a Josh alejarse de la escuela junto con los hombres y poco a poco lo fue perdiendo la vista. Intentó recuperar la calma como pudo y se limpió las últimas lágrimas que había derramado en su rostro. Reflexionó un poco acerca de lo que había pasado hace un momento y se dispuso a ir hacia donde estaba sentado Dallon. Tenía que terminar con esto ya, era hoy o nunca.

● his hair smells like chocolate ● [joshler] [EDITANDO]Where stories live. Discover now