̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶D̶i̶e̶c̶i̶n̶u̶e̶v̶e̶

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— ¿M-m-mafia? — repitió Tyler dudoso mientras se rascaba la cabeza. — creo que no sé nada de eso... o espera ¿es cómo la película El Padrino?

— Nunca he oído de esa. — dijo Josh con indiferencia.

— ¿¡Qué!? Es una película icónica Josh, ¿cómo no sabes de ella?

— Tyler concéntrate. — el peliazul usó una voz más fría y dura que hizo encoger de hombros a Tyler. — suponiendo que no sabes nada, tendré que contarte un poco de la historia. Sígueme.

Ambos se levantaron de la mesa y caminaron hacia una puerta que estaba a un costado del restaurante. Tyler se extrañó al principio, pensando que irían a algún lugar desconocido o temeroso al menos para él, aunque se tranquilizó al ver que se trataba de una especie de balcón "secreto". Que por supuesto, solo ciertas personas podrían acceder a ella.

El castaño se perdió admirando la hermosa vista de la ciudad. Se veía completamente iluminada y a lo lejos se podía escuchar el ruido proveniente de los coches que transitaban por las calles. Josh también se había quedado admirando el paisaje, ninguno decía nada.

— La mafia es, una especie de crimen organizado. — dijo Josh rompiendo todo silencio. — en el cual existen reglas y códigos de honor. Todos los miembros somos parte de una gran familia y por lo tanto nos apoyamos entre si en esta clase de delitos.

— Suena espantoso. — se quejó Tyler arrugando el rostro. El peliazul se encogió de hombros sin voltearlo a ver. — ¿qué clase de delitos cometen?

— De toda clase. Está la venta de drogas, robos, asesinatos y otras actividades ilícitas.

— Vaya, es aún peor de lo que parece. ¿Por qué me cuentas todo esto?

Josh dejó de mirar hacia enfrente y dio un profundo suspiro, se dio la vuelta para quedar de frente a Tyler y lo miró directamente a los ojos. Estiró su brazo y acarició dulcemente su mejilla. El castaño se estremeció por su contacto y sentía muchas ansias de saber que se traía con todo esto.

— Yo... formo parte de la mafia. Es... mi trabajo, si lo quieres ver así. Soy jefe de la familia, lo que significa que toda acción o decisión que se requiera tomar, lo haré yo. Que no te engañe mi edad, a pesar de ser muy joven el resto de los hombres me toma muy en serio.

Tyler se quedó inmutado y sentía su cuerpo completamente paralizado, ni siquiera podía sentir su respiración.

Al principio creyó que Josh bromeaba, pero lo había dicho en un semblante tan serio que esto iba más allá de un simple juego. No tuvo tiempo de pensar sobre qué le diría, ya que, por la expresión del peliazul suponía que quería escuchar una respuesta inmediata.

Ahora comprendía el por qué existían posibles "riesgos" si decidía salir con Josh.

Era lo que menos quería. Tyler lo consideraba una buena persona, así no lo conozca del todo bien, y no podía imaginarlo cometiendo esa clase de crímenes. ¿Y si alguna vez llegó a matar a alguien? Entonces pensó en Dallon, y en aquella vez que, en un momento de desesperación, le pidió a Josh que lo asesinara. Y estuvo a punto de hacerlo.

— ¿Por qué estás metido en todo esto?, ¿no puedes huir?

— No. — dijo Josh negando rápidamente con la cabeza. — entré a los 14 años, y cuando quise salirme, ya no había manera de. Pero en sí, no es algo que quiera dejar. Tengo todo y más de lo que podría pedir.

— ¿Pero a costo de qué? Arriesgas tu vida y la de los demás ¿por el dinero y los lujos?

— No, los demás arriesgan su vida por mi. Y para algo está el código del silencio. — el castaño lo miró con el ceño fruncido, confundido por lo que acababa de decir. — los que pertenecemos a la familia tenemos derecho a guardar silencio ante todo crimen que se cometa. Y no solo eso, hay un lado "sucio" y secreto proveniente del gobierno de Ohio que nos protege.

● his hair smells like chocolate ● [joshler] [EDITANDO]Where stories live. Discover now