Hasta que la herencia nos separe

15- la boda

El primero en saludar a su familia fue Thomas, me ubico cerca de mi padre y unas que otras personas nos miran, aunque otras nos saludan con cortesías.

Veo a Walter y no duda en acercarse.

—Hola, querida —deposita un corto beso en mi frente y me abraza.

—Hola suegro, él es mi padre Julio, y papá, él es el padre de Thomas —los dos se saludaron amablemente y me sorprendo de que sea tan encantador.

Más atrás llega la tía Paty junto a Jessica observando mi vestimenta.

—Hola, hay que aceptarlo, te ves aceptable —dijo Paty y me da dos besos en cada mejilla.

—Si, porque la ultima vez no estaba tan así —continuó Jessica dándome un saludo de besos y ruedo los ojos en mi mente.

—Paty y Jessica, aquí les presento a mi padre.

Ambas se quedan mirando a mi padre y la primera en querer saludarlo es Jessica, y me sorprende  su rapidez.

—Soy Jessica. un placer señor...

—Julio para usted —dijo mi padre tomando su mano y depositando un corto beso en ella.

¡Ay no!

—Hola, soy Patricia, pero puedes decirme Paty —le interrumpió quitando a Jessica, parece que mi padre le gusta.

—Un placer Paty, bonito nombre.

Las dos están totalmente locas, no imagino que una de ellas enamore a mi padre.

—¡Hey Julia! —Saul ha llegado y sin espera me abraza captando la atención de los presentes. Correspondo a su abrazo, pero me siento incomoda, puesto que por su hombro veo a Thomas mirarnos y se torna enojado.

—¡Hola, cuanto tiempo! —finalizamos el Abrazo y él sonríe al mirarme.

—Muchísimo, por lo visto ya estás a punto de casarte.

—Así es.

—¡Ay, pues es cierto que mi primo se casa! —interrumpe la estúpida de Vicky con su voz chillona, parece un chihuahua.

—¡Si, así es! —exclamé imitando su voz—. ¡Nos casaremos!

Al momento Thomas se une al grupo y me toma de la mano aferrándome a él.

—Ya casi nos casamos prima, espero que el padre de mi querida prometida sea bienvenido como parte de esta familia, y espero que en esta fiesta todos la pasen bien.

—Si querido hijo, tienes razón. Vamos a sentarnos para que la fiesta inicie en paz.

Me siento en una mesa larga, a mi lado está  Thomas y en el otro lado mi padre, cuando pude ver a mi amiga la llamé, pero ella se quedó mirando al hermano de Saul, a Matt, quien ni se percata de que ella lo observa como una idiota.

Todos los presentes están celebrando y cuando llegó el momento de la presentación, el padre de Thomas tomó el micrófono en mano.

—Todos solemos disfrutar parte de nuestra juventud de una manera correcta, otros no tanto, como ven, mi hijo Thomas vivió parte de su adolecencia a su manera: libre y como siempre quiso; pero llega un momento en que se debe valorar lo poco que la vida nos brinda. Thomas, mi único hijo, hoy se une en compromiso con su bella prometida, demostrando que el amor todo lo puede —su padre levanta la copa y Thomas parece estar nervioso, tomo su mano y trato de calmarlo.

—Gracias —susurró.

—Mi esposa cuando Thomas nació, fue la mejor madre, cuidó y amó a Thomas sobre todas las cosas. Siempre quiso que que nuestro hijo siguiera cada ejemplo que le brindábamos. La vida fue injusta al momento de quitárnosla, pero aunque fue doloroso, sabemos que ella está en un mejor lugar y que a veces todo ocurre por alguna razón, si hasta hace poco sufrimos su muerte, hoy sonreímos por la unión y la dicha de poder ver a mi hijo feliz.