32- descubrimiento

5.9K 634 106
                                    

Lo vi marcharse llevando un pequeño equipaje y me hice añico sobre la equina. Que aburrida estaré, no tendré a quién molestar, a quién arruinarle la existencia.

Después de trabajar quedé con reunirme con La tía Jessica, ambas fuimos al súper a comprar lo necesario, quedamos acordado de pasar la navidad en mi... bueno, en casa de Thomas. Ella estaba muy alegre porque le hice creer que todo estaba bien en mi relación,pero lamentablemente nada lo estaba.
Compramos todo lo necesario, y me sentí más feliz cuando me enteré que ya papá se había casado con Paty en las vegas y que la boda fue privada, para ambos. La emoción me invadía al punto de que yo saltara de alegría.

Pero me preocupaba Thomas, no me había llamado para al menos decirme que llegó bien. Por eso no soporté tanto y marqué su número para preguntarle si todo estaba bien, olvidando mi tonto enojo.
Su teléfono suena, espero paciente a que lo tome y cuando al fin lo hace, me animo a hablar antes de.

—Thomas, sólo quería... preguntar si llegaste bien, si no ha pasado nada malo. Si aún vives.

—Buenas, habla Litzy, su asistente, el joven Thomas se encuentra ocupado, puede marcar a su número más tarde.

Mi sonrisa desvanece. Él... se fue con ella, quizás ni era un viaje de negocio, sino un viaje amoroso. Si, eso es.
Mi corazón se rompe y cuelgo sin decir más nada. Es obvio que ambos están juntos. Yo salgo sobrando.

Decidí no contestar nada, ni un mensaje suyo. Decidí apagar el teléfono. No pude cenar tranquila, pero por eso invité a mi amiga a casa, ella me animaba bastante.

En el día número dos, empecé a organizar todo. Puse el árbol y decoré la casa. En el día número tres, me encontré con Josh y le conté la verdad, él estaba sorprendido y me pidió que aclarara ese problema con Thomas, ya que él no quería ocasionar más problemas. Pero... Josh ha sido mi amigo, siempre me escucha y me da atención, eso me hace cuestionar el porqué no lo conocí antes.

Josh es esa clase de amigos que siempre estarán para ti cuando necesites. Siendo él hermano mayor de dos pequeñas gemelas, ha sido un ejemplar muchacho, capaz de dar buen ejemplo. Estudioso, inteligente, cariñoso y un sin número de cualidades que lo definirían. Josh es lo que tanto había pedido en mi vida de soltera, pero que no puedo tenerlo por estar «casada».

Y finalmente, después de que hablara con él me fui a casa a descansar un poco, sólo que ahora el timbre suena y temo de que sea él, porque no tendría opciones.

Abro la puerta y no fue a él a quién encontré, sino a su madre, quién al instante me abrazó.

—¡Señora! —digo sorprendida.

—¡Ay Julia, eres un amor! Has cambiado a mi hijo por completo.

Me tomó de la mano y miró su hogar tocando su pecho y suspirando. Creo que le arruine su casa con mi decoración

—Que hermosa está mi casa, le has dado la vida que tanto necesitaba. Eres un genio.

—Ya era hora —susurré sonriendo.

Le invité una taza de café y aceptó amablemente. Se sentó conmigo, me miró sonrojada con esos brillos en sus ojos reflejando orgullo y felicidad. Ella dejó la taza en la mesa y tomó mi mano.

—Estás haciendo todo bien —murmura.

—No creo,yo... yo realmente no estoy cumpliendo, de alguna manera es él quién está tomando esta decisión de cambiar.

Me frustraba la idea de pensar que esté así por mi.

—Pero por ti, es que creo... realmente creo que él está demasiado interesado en ti, él desea ser mejor para todos. No lo desanimes, luego de tanto años él hace algo bueno y quiere que le salga bien, apóyalo y entiéndelo —murmuró pasivamente. Yo suelto su mano negando con tristeza.

Hasta que la herencia nos separe Where stories live. Discover now