35- Entregarme a la pasión

7.2K 698 123
                                    

Si eres menor de edad y no te gusta leer estas escenas, te pido que no lo hagas. Si eres prudente y sabes tomar las partes intimas como parte de la vida de una pareja, y entiendes perfectamente lo que hablo, pues adelante.

Naaah ustedes leen en Wattpad y ya tienen las mentes corrompidas, no te hagas e.e

Hoy narran los dos, para hacer saber lo que sintieron.

.
.
.

Julia

Thomas me besa vorazmente y lo aparto con un poco de rudeza, él aún no sabe de mi virginidad y por primera vez me siento segura de hacerlo. No importa si lo pierdo o si lo gano, me llevaré un hermoso recuerdo y es que la lo he hecho con alguien que forma parte de mi vida, que me hizo odiarlo y sentir cosas lindas a la vez. Si no es con él, ¿con quién?

—Quiero... que me hagas el amor, Thomas. Quiero que sea inolvidable —le dije más que segura dejándolo sorprendido.

Él me toma de la mano y me hace levantar de sofá, toma el control y apaga la televisión. Seguidamente me lleva por el pasillo y los nervios me traicionan, no sabía si huir o quedarme.
Cuando justo llegamos a su cuarto, él cierra la puerta con una mano pasando por mi cintura. Me mira y sonríe dejando un corto beso en mi nariz.

—¿Segura? —me pregunta.

—Más que segura.

Entonces se aleja de mi y mira a su alrededor.

—¿Quiere algo romántico o al estilo de Grey? —me puse demasiado roja con aquello y dejé escapar una risa.

—Romántico y dependiendo de como sea, quizás... solo quizás un toque de Grey.

Me sentí vulgar expresándome asi, moría de nervios. Thomas va hasta la chimenea y la enciende, mientras que yo me siento mirando mis pies. Apaga las luces y todo queda oscuro a excepción de la luz que el fuego proporciona. Él se sitúa a mi frente y acaricia mi mejilla haciendo que yo lo mire. Se agacha un poco y besa mis labios provocando cosquilleos por mi cuerpo. De pensar que haremos esto me calienta mucho.

Thomas se quita su polo y toma mi mano para que toque su abdomen definido.

—Este cuerpo al fin será tuyo —me dice con un poco de ego, entonces tomo sus manos y la pongo en mis senos.

—Este cuerpo también tiene lo suyo.

Se ríe y se abalanza encima de mi, llevándome a más atrás de la cama, separando mis piernas y provocando que mi pequeño cuerpo reaccione a sus caricias. Mordió lentamente mi labio y yo también el suyo; besa mi cuello y sus manos viajan a mi blusa, en donde no perdió un solo segundo para retirarla, haciendo que levantara mis brazos y que él se aprovechara y unieras mis manos, colocándola detrás de mi cabeza. Metió su mano derecha por mi espalda y de un sólo clic había quitado mi sostén. Me sorprendo por su agalla y de la manera tan profesional de quitarlo. Me lo retiró sonriendo, y yo cierro mis ojos, no puedo asimilarlo, al fin dejaría de ser una monja.

Me sentí expuesta cuando sus labios tocaron mis senos, cuando su lengua hizo magia descubriendo parte de mi intimidad. Sentí el calor desprenderse de mi cuerpo, y mientras más su lengua lamía, más me hacía gemir.

Besó mis costillas, mi cintura y llegó hasta mi pantalón, en donde fue retirándolo dejándome en panties delante suyo. Me oculto con las sabanas por miedo a estar tan expuesta, pero él se ahorcaja separando ambas piernas y besándome nuevamente.

—Actúas como si fuera la primera vez, te ves tímida y tan hermosa. Quiero que te sientas completa conmigo, una mujer de verdad. Te haré el amor como ningún otro pendejo te lo haya hecho —susurró y me dió una total vergüenza contar que no he tenido sexo con otro.

Hasta que la herencia nos separe Where stories live. Discover now