Hasta que la herencia nos separe

25 - un acuerdo mutuo

.....

Me sentía extraña, dormir abrazada por él, no era mi necesidad, pero si mi opción principal para cumplir este reto.

Pero... ahora me siento incómoda, pues Thomas se está aprovechando y hace un momento me aferró a su cuerpo y a... eso, si, eso que tiene abajo.

—Aleja tu ganso de mí —le digo y él sólo se ríe.

—Tu y yo como que deberíamos ser amigos con beneficios —dice sobre mi cuello y me río con un tono burlón.

—Somos amigos, ¿no?

—Si, pero sin sexo. Y me refiero amigos sexuales, creo que si tú me complacieras, yo no buscaria nada en otras, claro, hasta que todo acabe. Me atrevo a aguantarme —menciona y me alejo de él de inmediato para encararlo.

—¿Estás loco?

—¿Por qué? Actúas como si fueras virgen, haciéndote más inocente de la cuenta, pero ambos sabemos que ya has tenido suficiente sexo como para encontrar mi propuesta tan sorprendente.

Trago seco, esto se me podría ir de las manos. Si yo no hubiese sido virgen, creo que no me hubiese importado tener sexo con él, quizás por diversión, pero no, yo no he tenido sexo, no he tenido nada referente a eso. Realmente no sé como actuar. No quiero hacerlo con alguien que no sienta nada por mí.

Y está bien, el que sea virgen no significa que no sepa que hay muchísimas maneras de llegar al orgasmo sin penetración, pero no, yo no busco atrapar a Thomas por el sexo y que sea igual de común que con las demás, Thomas necesita atraparse en sentimientos, cuerpo y alma. Mejor borremos lo de cuerpo porque no quiero que me entregue eso.

En fin, se necesita atrapar por esa vía, hacerlo descubrir cosas nuevas, sentimientos limpios y realistas.

—Bueno, es que aunque fuese virgen no llegaría tan lejos, es que..., no sé como explicarte que...

—Nada, ya no digas nada. Es mejor así, no es conveniente tener sexo bajo esta casa e intentar actuar como que no pasa nada, cuando es obvio que pasa muchas cosas. Yo creo que estamos bien así.

—Yo quiero llevarme bien contigo, no sé, ya estoy cansada de que en vez de unirnos para hacer de esto algo real, 9 que aparente serlo, pues... estamos haciendo lo contrario. Yo quiero llegar a un acuerdo contigo por el bien de esto que estamos viviendo.

Él se levanta y se sienta sobre la cama dispuesto a escuchar, pero inevitablemente miro su pecho y luego desciendo a su abdomen. «fuerza y voluntad, yo puedo con esto».

—Cuando dejes de mirar mi hermoso y sexy cuerpo, me presta atención —dijo con su egocéntricas palabras.

—No miraba eso, estaba pensando. Bueno, hablemos de lo que te iba a decir.

Me quedo en el aire porque ya no recuerdo que era lo que iba a decir.

—Entonces...

—¿Que era lo que te estaba diciendo?

Él se ríe de mi estupidez y me hace sentir una tonta.

—Hablabas de una propuesta sexual, me dijiste que me darías sexo duro a cambio de un helado.

Yo quedo con cara de: ¿qué carajo?

—Ya quisieras estúpido. Yo hablaba de quiero llegar a un acuerdo contigo. Propongo que actuemos como verdaderos esposos, y esto no servirás de experiencia como para saber si de verdad estamos listos para una futura relación.

—¿Relación contigo? —preguntó en tono de burla.

—No idiota, una relación con otra persona. Me refiero a que ahora que estamos "casados" podemos llevarnos como lo hace un matrimonio normal.