Capitulo 4

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—¿Ustedes dos ya se conocen?

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—¿Ustedes dos ya se conocen?

Nathan mira a Jake con una sonrisa y le explica la situación.

Yo la verdad, sigo un poco en shock al saber que será él quien me enseñe la ciudad. Tendré la oportunidad de agradecerle por lo de ayer.

—Por cierto—dice Nathan, y me percato que los dos me miran fijamente—No sé tu nombre.

Antes de poder contestar, Jake habla por mi—Se llama Rose. Su madre vive en el misma casa dondé vivo, así que desde ahora somos vecinos.

Yo asiento tras sus palabras. La verdad es que no sé que decir. Y por alguna extraña razón, no me quiere salir la voz.

Recorro mi vista hacia Nathan mientras Jake le comenta como debe ser el recorrido y las zonas que debe mostrarme. Los ojos castaños de Nathan miran con atención a su amigo, esta totalmente concentrado, como si se lo tomara muy enserio.

Mi teléfono comienza a sonar desde el bolsillo de mi pantalón. Me disculpo ante los dos chicos que me observan por la llamada y me alejo un poco para por fin contestar.

—¿Aló?

Esa voz, solo esa voz tan suave y áspera, podría alegrarme tanto los días.

—¿Abuelo, eres tú?

—¡Oh!—puedo lograr visualizarme su sonrisa tras el teléfono—¿Cómo estas? ¿Cómo fue tu día ayer?

En mi cabeza, se me hacen presentes imágenes de lo ocurrido ayer. Mi madre con una actitud indiferente. Las lagrimas que recorrían mis mejillas sin parar. Nathan y sus palabras, palabras que lograron que parase de llorar.

Antes de contestarle, trato de ordenar mis palabras en mi mente y tranquilizarme. No quiero pensar que mi abuelo este triste por mi. Así que le miento, aun que me duela.

—Estoy bien. Justo iba a dar un recorrido por la ciudad–logro justo lo que quiero, que mi voz sea serena.—Ayer, pues...todo bien.

Termino de hablar y me muerdo un poco la lengua. No puedo hablar más del tema o me delatare yo misma. Que sería lo peor.

—¿De veras?—dice detrás de la linea junto con una tos—Disculpa, no pude llamarte ayer porqué justo comenzo a llover aquí. El lado bueno, es que no hace tanta calor.

¿Una lluvia en pleno verano? Bueno, ya es probable en estos tiempos. El clima ha cambiado mucho últimamente. Pero, eso no es lo que me importa ahora mismo, si no más bien la tos de mi abuelo.

—¿Estas bien? Escucho que estas tosiendo.

—No, no. Tranquila. Solo es un pequeño resfrío–noto un leve animo en sus palabras. Lo cual me tranquiliza.

Es un gusto conocerte Ⓒ (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora