Capítulo I.

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Guerras Civiles.

―¡Tobi!

Me removí con incomodidad, sentía cierta molesta al ser zarandeado sobre mi futón por unas pequeñas y cálidas manos.

―¡Despierta, Tobi!― Exclamó molesta sobre mi oído.

Resignado a que Yagura no se callaría en ningún momento, me levanté con pesar y cuidado, mi brazo aun dolía un poco, pero desde ese día no tenía marca alguna, tan solo era dolor, uno muy fuerte en realidad.

Mi hermana se encontraba arrodillada sobre mi futón, observándome con una mirada acosadora, sabía lo que venía.

―Ya son las 10...― Murmuró, inflando sus mejillas.

―Yagura, te dije que me sentía muy mal... ¿Por qué no vas con Hashirama?― Acaricié su cabello, intentando convencerla de dejarme dormir.

―Hashirama salió, dijo que regresaba temprano pero no le creo...

Suspiré con una media sonrisa, hoy estaría todo el día con mi hermana, en realidad eso no me disgustaba, pero tenía muchas cosas en las cuales pensar y estaba seguro de que Yagura no me dejaría hacerlo.

―Primero vamos a desayunar... luego jugamos.

Así, tomé su mano, guiándola hasta el comedor, donde solo se encontraba un plato de desayuno, me había despertado relativamente tarde, eso quería decir que hoy me tocaba desayunar solo.

―Desayuna ¡Te espero en el jardín!― Después con una serie de brincos salió del comedor.

Finalmente solo me senté en la tranquilidad del silencio, ansiando desayunar, escuché la puerta nuevamente, pero esta vez, no era Yagura.

―Tobirama.― Llamó mi padre, quien de un momento a otro ya se encontraba sentado frente ami, con una mirada seria y nada amistosa.

―Padre.― Dejé los cubiertos en la mesa nuevamente, prestando mi completa atención.

A decir verdad me extrañaba bastante el hecho de que mi padre llegase a hablarme, nunca lo hacía fuera de su cuarto, eso quería decir que algo ocultaba, llegar y mirarme de esa forma, cruzado de brazos aparentemente esperando mi reacción, no comprendía.

―Seré claro, Tobirama...― Inició, recargando sus brazos en la mesa.― Hace apenas 3 días  te perdiste en el valle, nos dijiste que 3 Uchiha te estuvieron persiguiendo hasta que te perdieron...

―Así fue, padre.― Afirmé, mentir no me llevaría a nada bueno y era más que obvio que él algo sospechaba, pero se lo debía.

―Tobirama, no te puedes perder ante la vista de 3 Uchiha, dime que fue lo que en realidad pasó. 

¿Ahora que tenía que decir? seguir negando lo que ya sabía sería estúpido, en realidad no habían opciones, algo tenía que buscar.

―Quizás fueron llamados, algo debió suceder...

―Tobirama.― Interrumpió mi padre, con una mirada aun más severa.― Esos hombres murieron ahí. 

Bien, sabía que estaba jodido, pero no tanto. 

―Sólo quiero que me digas que viste... existe algo dentro de ese valle, alguien específicamente, no es aliado nuestro y el que tu estés vivo sólo me da a entender que lo viste y te tuvo piedad.

Tragué saliva, las ideas se me habían terminado, pero no podía rendirme tan fácil, algo debía encontrar.

―No padre― Negué con la cabeza― Cuando me di cuenta ya no estaban, quizás lo que dices los vio.

Aparentemente aburrido de mis excusas, mi padre suspiro, regresando a una postura común, simplemente se levantó, en camino a la puerta.

―Te quiero listo, en una semana nos vamos de nuevo.

Asentí sabiendo que no me vería. El ruido de la puerta me dio a entender que ya no estaba, dejándome completamente sólo con mi desayuno frió. Dejé salir aire, no estaba aliviado, él sabía que algo escondía y su interrogatorio no terminaría aquí.

Sus ideas al final lo llevarían a alguna respuesta, aunque, si ni siquiera el tiene idea de lo que sucede en ese valle ¿Cómo era posible que se dieran cuenta? Muertos... cualquiera pudo haberlos matado ¿No es cierto? Debe haber algo que la identifique ¿Pero cómo saberlo?

―¿Y ahora que hago?

Mi padre no se conformaría con eso, en otro momento lo volvería hacer y no tenía nada pensado para eso, aun negando todo él sabía que habia algo, era estúpido seguir mintiendo.

―¿Tobi?

Di un salto en mi lugar, observé a mi hermana quien me miraba con curiosidad, reí levemente al ver su rostro. Lleno de tinta, manchando sus mejillas.

―¿Qué te hiciste?― Tomé una servilleta de la mesa, limpiando sus manchas.

―¡Son manchas de batalla! ¡Hoy pelearemos juntos, Tobi!― Exclamó, alzando sus brazos.

Fruncí el ceño, una niña en medio de una batalla, es completamente doloroso pensar que en cualquier momento alguno de mis hermanos corre peligro, imaginar a Yagura en ese tipo de situaciones me causaba escalofríos, no permitiría nunca que ella pasara por algo así, buscaría el mejor futuro para ella, seguro lo encontraría.

Terminando de limpiar sus mejillas tomé su mano, llevándola fuera de la cocina.

―Tobi, tu desayuno...

―No tengo hambre.

En realidad, hablar con mi padre me había quitado el apetito. Me encontraba encerrado entre sus sospechas, no lograría nada mintiendo, tenia que buscar opciones, investigar a esa chica, buscarla...

Quizás puedo ayudarla.

...

―¿Qué dices, Vay? ― Preguntó la castaña de ojos verdes quien se encontraba sentada sobre la rama del árbol más alto.

Tanto la chica como el muchacho se hacían compañía en la misma rama, observando el cielo lleno del colores naranjos señalando la atardecer, dejándose envolver por la brisa fría que iniciaba a sentirse gracias a la aproximación de la noche.

―Me ha agradado.― Respondió el chico de ropaje amarillo y brillante.

―A mi también... y mucho.― Dijo la joven de 13 años con una enorme sonrisa.

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La verdad no esperé a que en serio apoyaran el fic xD

Pd: Mi Yagura-bebé tiene mucho que hacer en este fic, luego verán porque, todo a su tiempo uwu.

Pd2: También quiero decir que tenía ya 5 capítulos escritos y listos para publicar, pero wattpad ha decidido eliminarlos porque se les sale por los huevos >:( este es uno de ellos y lo tuve que rehacer :'v

Gracias por leer y votar!

Si no apoyan no hay siguiente capítulo >:v

-Nova.

El Ave Roja |Senju Tobirama|Where stories live. Discover now