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16 de febrero del 2016.

No entiendo como llegamos a esto. Éramos felices, hablamos de la graduación y de todos los planes que teníamos juntos.

Ayer hablé con Ed sobre lo sucedido y me dijo que era un idiota sobre haberle pedido que abortara al bebé, pero dijo que también entendía mi situación.

Bajé del avión y busqué mi maleta, esperando que el auto de papá apareciera. Ayer mismo había tomado un avión para venir a Nueva York a distraerme un poco después de todo lo que había pasado en California. Papá aceptó que viniera con la condición de que no anduviera de fiesta en fiesta pues eso sería malo para su reputación.

Acepté, pero dijo que también tenía que quedarme en su casa, con su esposa e hijastra. Papá se había casado hace como 3 años atrás, la señora era linda y amable, lo contrario totalmente a la prepotente y egoísta de mi madre .

Su hijastra era una chica muy dulce, la trataba como a mi hermana pequeña, ella sólo era un año menor que yo, pero aún así, me llevaba bien con ella. En cuanto el auto de papá llegó, su mujer me apretujó en un enorme abrazo, en cambio papá sólo me dio unas breves palabras antes de ordenarme que subiera al coche.

En la noche ellos salieron a cenar dejándome con Verónica, mi hermanastra, cantamos karaoke y después de un rato y un poco de alcohol en mi sistema le conté todo, ella solo negó golpeando mi cabeza diciendo que era un estúpido por tratarla así, rodé los ojos y me dio otro golpe antes de quitarme la botella de Vodka.

Tenía una extraña confianza en Verónica, no éramos los típicos hermanastros que se enamoran o se tratan mal. Sólo éramos como dos extraños que compartían a sus padres, ella tomaba su distancia y yo la mía, manteniendo siempre respeto uno por el otro.

Pasé toda la noche escuchando cada cosa que Verónica tenía que decir sobre mi estupidez y la cagada que había hecho, estaba muy borracho que seguro mañana no recordaría nada de esto.

Me puse cómodo entre las almohadas, cerré los ojos y me dejé llevar por la oscuridad que poco a poco me arrastraba, llevándome el rostro de Beth a mis sueños.

Más que Sexo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora