No me agarres

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Capítulo 12: Don't grab me.

Después de encerrarse en su habitación y sentarse en la cama para tratar de calmar sus nervios, Hermione encendió su anticuado portátil y, no sin cierta reticencia, buscó la palabra "YouTube" en el buscador. Tuvo que cerrar los ojos un momento cuando aquel video aparecía en la sección "noticias" de internet incluso antes de entrar en el sitio web. Cuando se recompuso, después de inhalar y exhalar un par de veces, decidió clicar en el enlace de la página sólo para comprobar que aquel dichoso video era el que YouTube le "recomendaba" como el más popular del momento. Se puso los auriculares, pinchó en él y, sin valor para verlo de nuevo, bajó con el ratón hasta que desapareció. A un lado se mostraban las dos millones quinientas mil visitas que había tenido hasta ese momento. La sección de comentarios indicaba que, si querías y tenías el tiempo libre suficiente, podías leer unas veinte mil opiniones al respecto. Hermione desplazó los ojos por la pantalla varias veces, de lado a lado.

"Este video es realmente hermoso".

"Necesito esa chupa de cuero... en el suelo de mi habitación".

"Lo siento chica, si me cruzo a ese hombre por la calle me lo quedo".

"Mi novia acaba de dejarme porque dice que nunca la he besado bajo la lluvia".

"Que alguien escriba un libro sobre esa pareja, por favor".

"Se les ve tan enamorados que me muero por saber la historia tras ellos".

Hermione tomó una gran bocanada de aire cuando se dio cuenta de que había dejado de respirar. Sus pulmones le ardían tanto que tuvo que preguntarse cuánto tiempo había estado sin recibir oxígeno.

Todo aquello le parecía inverosímil, como si no pudiera ser ella la protagonista de ese video que se había vuelto viral en sólo unos días... Simplemente no podía ser, ella nunca había sido la protagonista en nada, ni siquiera de sus propios cumpleaños. Debía ser una tomadura de pelo...

Pero al volver a rodar hacia arriba la rueda del ratón, era ella a la que enfocaba la cámara. A ella y a Draco. Esa noche se había sentido tan en las nubes que ni siquiera notó que, a través de la lluvia, habían tenido público... y ahora todo el mundo hablaba y comentaba sobre "la pareja bajo la lluvia". Dios, parecía una escena tan cliché de las películas románticas que no lograba dejar de preguntarse por qué diablos la gente parecía estar enloqueciendo con ella.

Tras borrar el historial y apagar el ordenador, Hermione se metió en la cama sin ni siquiera bajar a cenar. Si no tenía nada de ganas de comer debido al malestar que sentía en la boca del estómago, menos ganas tenía de volver a enfrentar a sus padres esa noche.

El jueves había resultado desastroso. No podía esperar a dormirse para despertar al día siguiente. Necesitaba que ese día acabara de una vez. Tal vez el viernes le sonriera un poquito más.

Se frotó las mariposas de su bajo vientre a través de la camiseta del pijama. Mañana sólo habría pasado una semana.

A pesar de todo lo que le habían prometido sus padres sobre lo de dejar de ser tan intrusivos en su vida personal, a Hermione le pareció que todas esas promesas pronto cayeron en saco roto. Desde la tarde anterior la tensión entre los miembros de la familia aumentó hasta el punto de intentar evitarse a toda costa por la casa. El vídeo de las noticias pareció ser lo suficientemente explícito como para que sus padres no tuvieran la necesidad de preguntar nada al respecto. En lugar de eso decidieron guardar un silencio tan rotundo y profundo que, junto a sus miradas de soslayo y desaprobación, Hermione volvió a sentir un tremendo pesar en su corazón y una gran incomodidad en su propia casa. Tanta que, a pesar de no sentirse con ánimos, se levantó dos horas antes de lo habitual, se colgó su mochila y se fue a la universidad dando un paseo. Fue un alivio que sus padres no se hubieran levantado todavía, así no tuvo que verse en la tesitura de sentarse a la mesa de la cocina frente a ellos para desayunar. Dejó una nota en la encimera haciéndoles saber que se había ido a la Facultad y que seguramente tuviera que quedarse hasta la tarde noche haciendo un trabajo de clase.

Y volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora