Fall - Justin Bieber

Capítulo 3

"¿La has dejado sola?"

—¿Qué ocurre? —siento la mirada preocupada de Justin sobre  mi.

Le muestro el móvil. Él pone los ojos en la pantalla leyendo el mensaje. Justin tensa su mandíbula y a continuación me mira.

—¿Piensas hablar con él?

Suspiro profundamente llevándome el vaso de cubata a la boca terminándomelo de un trago. Hago una mueca de asco y entrecierro los ojos sacudiendo la cabeza.

—Ponme otro Ryan —le digo.

Ryan coge mi vaso. Miro a Justin que espera mi respuesta.

—No lo sé Justin, estoy muy enfadada pero... —chasqueo la lengua —No sé, la verdad no sé...—me muerdo el labio.

Justin acaricia mi brazo suavemente en señal de apoyo.

—Todo va a estar bien —sonríe cálidamente. Le miro y yo también le sonrío. No sé qué haría sin el apoyo de Justin.

—Si no os conociese de nada pensaría que tenéis algo —comenta Chaz.

—No digas tonterías —niego con la cabeza.

—Es la verdad, puede que vosotros no lo veáis pero desde fuera se ve la química que tenéis —dice Chaz terminándose el cubata.

—Anda, deja de beber que ya dices tonterías —dice Justin agitando su mano con desdén.

Al cabo de una hora llamamos a dos taxis para que nos lleven. Les decimos la dirección esperándonos dentro de casa de Ryan. Al cabo de diez minutos bajan Ryan, Chaz, Nolan y Ashley. Abby, Justin y yo nos vamos en otro.

Cuando llegamos al instituto un montón de recuerdos vienen a mi mente y no puedo evitar sentir mucha nostalgia. Me encantaría retroceder el tiempo y volver al instituto, y no porque me gustaran las clases, sino porque conocí a gente en cada curso que avanzábamos, hacía nuevas amistades y a pesar de que en primero de bachiller nos separaran a Ashley, a Abby y a mi, nuestra amistad nunca terminó, ninguna de las tres nos distanciamos en ningún momento.

En primero de la ESO a Justin y a los chicos me los cruzaba por los pasillos, entre clase y clase o incluso en el patio Justin se paraba a hablar conmigo recordándome como la chica del balonazo. Cada vez que lo veía jugar en el campo de fútbol me reía al recordar el balonazo que me dió.

En segundo de la ESO me pusieron en su misma clase y ahí fue donde empezamos a hacernos más amigos. Nos juntábamos todos en el recreo e íbamos a la cafetería y algunos días me iba con Abby y Ashley y ellos a jugar a fútbol.

Todavía recuerdo cuando conocí a Pattie y lo avergonzada que estaba.

—Justin, tengo mucha verguenza —confieso antes de que Justin meta la llave en la cerradura.

—No va a pasar nada Am, le vas a caer genial, tranquila —sonríe dulcemente.

Justin abre la puerta. Yo lo miro bastante insegura, no sé qué hacer si entrar o salir corriendo.

—Vamos, pasa —me anima.

Suspiro profundamente y camino hacia dentro. Observo la casa mordiéndome el labio.

—¡Ya estoy aquí mamá! —dice Justin levantando la voz.

Su madre sale de la cocina con un delantal. Sonríe dulcemente acercándose a nosotros.

—¿Qué tal el día cariño?

—Bien mamá. Mira, esta es mi amiga Amy. Amy, esta es mi madre, Pattie —nos presenta.