Fall - Justin Bieber

Capítulo 11 - Desconocidos

Amy’s POV

Me quedo totalmente paralizada al verle. Cuando sus ojos mieles coinciden con los míos el corazón se me acelera.

—Amy te presento a Justin, mi novio, cariño ella es Amy una amiga —en este momento no sé qué hacer.

—Encantado —dice Justin sonriendo levemente.

—Igualmente —sonrío intentando disimular mi asombro.

—Justin ha venido a arreglar las cosas conmigo y si no te importaría me gustaría irme a casa con él.

—Oh… Claro que no, no te preocupes —miro un momento a Justin. Me está mirando y con la mandìbula tensa.

—Cariño, ¿me ayudas con la maleta? —Dice Brooke poniendo su mano en el hombro de él.

—Claro.

Justo antes de que se adentren en el pasillo Justin me mira un momento y yo inmediatamente le aparto la mirada. Dios… ¿He estado todo este tiempo con la novia de Justin? Pongo mi mano en el pecho y cierro los ojos intentando relajarme. Me siento en la silla en la que estaba Brooke sentada porque siento que en cualquier momento mis piernas van a fallar.

Poco después escucho una maleta arrastrando. Respiro hondo y me levanto intentando aparentar normalidad.

—Muchas gracias por haberme recibido aquí y por todo —me agradece Brooke con una sonrisa puesta en sus labios.

—¿A qué hora empiezan mañana las clases en la academia?

—¿Te has apuntado a una academia suya? —habla esta vez Justin sorprendido. Brooke asiente.

—Sí, la llevan ella y otra amiga suya, Ashley.

—Vaya… —murmura.

—Oye Amy, ¿por qué no vienes mañana por la noche a cenar con nosotros? —sin querer mi mirada coincide con la de Justin —Quiero agradecerte todo lo que has hecho por mí, no cualquier persona me hubiese abierto las puertas de su casa y menos cuando tenemos poco de conocernos.

—De verdad Brooke, no tienes porqué invitarme a nada.

—Pero quiero hacerlo, me nace hacerlo y me haría mucha ilusión que vengas y que conozcas nuestra casa, ¿verdad cariño? —sus ojos se posan sobre Justin. Él asiente rascándose la nuca pasando la lengua por sus labios. Puede que hayan pasado dos años desde que no nos vemos pero los gestos y algunas cosas no cambian y sé que cuando está nervioso se rasca la nuca. —Vendrás, ¿a que si? —sonrío afirmando con la cabeza. Brooke aplaude emocionada.

—¡Genial! Mañana en la academia te digo la dirección —asiento —. ¿A qué hora empiezan las clases?

—A las nueve.

—Perfecto y muchas gracias por todo —dice pasando su mano por mi brazo.

—No hay de qué —sonrío levemente.

—Encantado —dice Justin sonriendo levemente cogiendo la maleta.

—¡Oh, vamos Justin, no seas así! Dale dos besos que es una amiga —exclama Brooke.

Dios…

—Brooke, tenemos prisa —replica Justin mirándola.

—¿Prisa de qué? No tenemos ninguna prisa —sonríe ella irónicamente.

—Encantado… ¿Amy verdad? —dice mirándome a los ojos mientras pasa la lengua por sus labios.

—Sí y tú Justin, ¿no? Es que soy malísima para los nombres —hago un mohín.