Fall - Justin Bieber

Extra; Nuestro lugar

Tres años después…

El corazón palpita fuertemente contra mi pecho observando a Justin dirigiéndose rápidamente a la portería para marcar. Quedan segundos para que el partido se acabe y justo cuando marca en el último momento aplaudo y silvo. Ada también aplaude con sus pequeñas manos.

—¡Papi a marcado, ha marcado!

El partido finaliza. Toda la gente sale de las gradas. Bajo a Ada del suelo e inmediatamente le cojo la mano ya que hay muchísima gente. Visualizo a los jugadores del equipo contrario salir metiéndose en los vestuarios y poco después ahí le veo, chocando las manos con sus compañeros. Nada más visualizarlo, mi hija no tarda ni un solo segundo en correr hacia su padre. Justin la coge inmediatamente abrazándola. Sonrío feliz al ver esa escena.

Empujo con todas mis fuerzas dejándome todo el aliento en ello. Suspiro aliviada al escuchar el llanto de mi hija, varias lágrimas caen sobre mis mejillas al ver a Justin con nuestra hija en brazos.

—Hola pequeñita, tenía muchas ganas de conocerte, ¿sabes? —dice Justin acunándola entre sus brazos. Justin me mira, sonríe y me entrega a la niña.

—Es… ¡Wow!

—Preciosa, como su mami.

—Es tan bonita… —me muerdo el labio acariciando su mejilla.

Miro a Justin completamente emocionado y besa mis labios castamente para después juntar nuestras frentes.

—Has sido una campeona cariño —sonrío en sus labios.

—Amy cariño, ¿en qué tanto piensas? —pregunta Justin sacándome de mis pensamientos con nuestra hija en brazos.

—En que vamos a ir a comer a un restaurante para celebrar que has ganado.

—¡Por supuesto! ¿Quieres, cariño? —pregunta con voz dulce a Ada.

—¡Sí! —responde nuestra hija con entusiasmo.

Después de que Justin sale del vestuario, nos subimos al coche dirigiéndonos a un restaurante, comemos tranquilamente y nada más terminar nos vamos al parque del retiro a pasear. Ada se encuentra con amigas de su clase, se pone a jugar con ellas a la pelota mientras Justin y yo la visualizamos desde donde estamos.

—¿Sabes? Todavía no me creo que Ada tenga tres años —sonríe nostálgico observándola.

—Yo tampoco, parece que fue ayer cuando nació.

—Y parece que fue ayer cuando me dijiste que estabas embarazada.

—Lo sé. Ya estábamos aquí cuando lo descubrimos. Estuviste todo el embarazo haciéndome fotos cada mes —sonrío dándole un pequeño trago a la copa de vino blanco.

—Por supuesto. Sin duda fue el mejor regalo que me diste —Justin se inclina hacia delante y coge mi mano entrelazándola con la mía.

—¿Echas de menos Stratford?

—¿Por qué me preguntas eso?

—Porque después del bautizo de Bella podríamos irnos a Stratford, ahora estamos ambos de vacaciones. Podríamos irnos un par de días —sugiero.

—¿De verdad? —asiento convencida.

—De hecho… —saco el móvil de mi bolso, lo desbloqueo buscando la conversación que tuve con Pattie hace un par de días. Justin coge el móvil y empieza a leer observando como sus cejas se alzan.