Siénteme [JINKOOK]

Siénteme: parte LIII

Estaba de camino, en el tren de nuevo a Seúl, recordando con lágrimas en los ojos el estado de Jin. El alfa se había negado a escucharlo, demasiado dolido como para querer hablar con él. TaeHyung se mantuvo serio, algo molesto, aun así no le dijo nada al respecto. JiSoo simplemente le dedicó una mirada decepcionada, mientras que Jennie se mantuvo neutral, no se mostró ni decepcionada ni molesta con él. Como si entendiera a ambos pero sintiera que no podía hacer demasiado para arreglar el problema.

Cerró los ojos, el dolor de cabeza a raíz del llanto era insoportable pero el sueño no llegaba y no sabía de qué otra forma mejorar su dolor. Lo único que quería era llegar de una vez a casa donde estaría solo y tranquilo por unos días. NamJoon le había comunicado que Alex y él se habían ido a casa de sus padres. Al menos alguien era feliz.

Se apoyó contra su asiento, pensando en todo lo que había pasado con Seok Jin, todos los dulces momentos vividos a su lado, todas las bellas palabras que le dedicó, las caricias y los besos. Recordó la primera vez que lo conoció, el día que su torpe primo se había olvidado el libro y en que el alfa lo había salvado de caer de las escaleras. Recordó el día que ayudó a Nam con los niños, el día que fue a Daegu y se lo encontró, el día que le pidió clases particulares de braille, cuando sus celos pudieron con él y gracias a ellos Jin le dio su primer beso, el mismo día que lo reconoció como su pareja. Pero no entendía, había logrado reconocer que era su pareja destinada, incluso lo había reconocido frente a sus padres logrando que ellos lo desheredaran, podía decírselo a su primo, a Alex...pero ¿Por qué era tan difícil formalizar la relación? ¿Por qué le cohibía el hecho de que fuera ciego? ¿Por qué era tan importante lo que la sociedad podría llegar a decir? Después de todo quizás él solo era consciente de las miradas que el resto le dedicaba cada vez que paseaba con el mayor, como si fuera algo de circo pasear del brazo con un alfa ciego. Tal vez eso fue lo que lo hizo considerar ser su novio ya que parecía ser esa la bomba que el resto esperaba que estallara para empezar a criticar aun peor de lo que ya lo hacía. ¿Acaso no era capaz de pelear por Jin? ¿De defender su amor y a su alfa? ¿Por qué Seok Jin sí había sido capaz de protegerlo de sus padres y él no era capaz de cuidarlo de personas que daban lo mismo al ser meros desconocidos que parecían no tener vidas al fijarse en la de los demás? ¿Por qué él no podía ser fuerte?

Un nuevo sollozo salió de sus labios pensando que si no fuera por sus miedos y sus inseguridades, ahora mismo estaría junto a Jin, en sus brazos, disfrutando del calor de su alfa y del amor que este le brindaba.

♡Siénteme♡

Alex se encogió en su asiento cuando la madre de NamJoon le trajo chocolate caliente junto a una enorme sonrisa para luego sentarse a su lado y tomar sus manos para frotarlas con las suyas, brindándole calor a su piel fría después de que fuera con el señor Kim y Jackson a comprar platos ya que Nam los había roto al intentar acomodarlos tras ser lavados. Había sido divertido ver la cara épica del alfa por su error y los rostros entre divertidos y resignados del resto.

-Cuidado que el chocolate aún está caliente, pequeño.-dijo dulcemente la señora Kim, dedicándole una suave caricia en su cabello para luego darle un beso en la frente.

Era una señora sumamente cálida que al conocerlo lo había llenado de mimos, al igual que a Mark. Ella era feliz de saber que sus hijos habían encontrado a su pareja destinada por ese motivo era una mujer tan agradable, le gustaba saber que sus pequeños estarían bien protegidos por omegas cariñosos, de corazones nobles, omegas que los harían felices y los harían sentir completos.

Incluso Alex se atrevía a decir que al confirmar que aceptaba a NamJoon como pareja, aunque aún no lo fueran formalmente, la había hecho mucho más feliz, si eso era posible.