Siénteme [JINKOOK]

Siénteme: parte LXXV

Era noviembre y ya tan sólo faltaba una semana y media para que la exposición se realizara. JungKook no podía estar más nervioso, el resto de sus materias las había pasado sin problemas, con notas sobresalientes, pero temía que a su profesor no le gustara el concepto de su trabajo. Por ese motivo no había estado tranquilo esos últimos días, volviéndose común que Jin lo abrazara y lo mimara por largos minutos hasta que su omega volvía a ser el pacífico conejito que tanto amaba ver y no ese manojo de nervios que iba de un lado a otro en la sala, murmurando para sí cosas que ni siquiera entendía.

Alexander y HoSeok, con quien ahora tenía una bonita relación de amistad, se habían ofrecido a calmarlo cada vez que se encontraba en ese estado a través de largas llamadas por celular. Incluso en más de una ocasión NamJoon lo había llamado para bromear y hacerlo olvidar del proyecto por unos minutos.

Aunque en ese momento en que cocinaba acompañado de su novio, sus manos comenzaron a temblar por los nervios y la ansiedad. Y por lo que pudo ver, su alfa lo notó ya que casi al instante tomó su mano suavemente, dedicándole una dulce sonrisa.

-Debes olvidarte por un momento del proyecto, estoy seguro que a tu profesor le encantará.

-¿Cómo puedes saber si no sabes lo que he hecho?-preguntó viendo como el mayor dejaba la comida a un lado para tomarlo de la cintura.

-Porque estoy seguro que eres un artista estupendo, tus dibujos son hermosos y me imagino que tu proyecto también lo será.

-Y ¿estarás ahí? Yo...te necesito ese día, eres mi invitado de honor.-murmuró, bajando la mirada con un pequeño sonrojo.

Seok Jin sonrió, acercando sus labios al rostro de su niño, buscando sus labios aunque terminó por darle un beso en la frente.

-Sabes que estaré ahí para ti, mi hermoso conejito.-murmuró, sus labios recorriendo el bello rostro de su novio-nunca podría dejarte solo en un evento tan importante.-al llegar a la mejilla depositó un suave beso para seguir su recorrido hasta los labios de Kook-en especial cuando soy tu invitado de honor.

Y antes de que el omega pudiera decir algo al respecto, lo calló con su boca en un apasionado beso cuyo propósito era hacer olvidar a su pequeño aquello que lo atormentaba tanto y no lo dejaba ser el dulce y tranquilo conejito que le gustaba leer libros con él o conversar de lo que había hecho en el día.

Al separarse escuchó perfectamente a Kook suspirar antes de volver a acercarse y unir sus labios en otro beso igual de apasionado y dulce que el anterior.

Pero no pudieron seguir por mucho tiempo así ya que el timbre sonó, separándolos abruptamente por el susto. Ambos rieron ante la tonta reacción y fue el omega quien se ofreció a ver quién los visitaba a la hora de la cena.

Grande fue su sorpresa al ver a TaeHyung, unas lágrimas recorriendo sus mejillas y una sonrisa en su rostro.

-¿Hyung?-Kook señaló la cocina y sin preguntar más, ingresó corriendo hacia donde Jin estaba quien volteó al oír los pasos y el olor característico del alfa.

-¿Tae? ¿Qué haces aquí a esta hora?

-¡Lo logré, hyung!-emocionado se lanzó a su hermano y lo abrazó con fuerza-¡Al fin me recibí de psicólogo!

Seok Jin tardó unos segundos en procesar las palabras del menor y cuando lo hizo correspondió al gesto con fuerza, una enorme sonrisa de orgullo en sus labios. Por fin su hermanito podía comenzar a trabajar de lo que amaba y darle una mejor vivienda y vida a su pareja y su hija.

Al terminar el pequeño festejo, TaeHyung se separó y al hacerlo el mayor preguntó:

-¿HoSeok ya sabe de esto?