Cap.3

4.6K 217 82
                                    

Me desperté atontada. No tenía idea de lo que había pasado. Mi cuerpo estaba sobre el suelo, pero mi cabeza estaba recostado en algo blando y cómodo. Me di vuelta para ver qué era y descubrí que, ¡estaba sobre el pecho de Marco! Él estaba dormido, sentado en el suelo, y de repente cabeceaba acercándose mucho a mi. En una de esas veces que se acercaba demasiado a mi cara, di un grito que podría haber roto todas las ventanas de la casa.

—¡! ¡Star! ¡Me asustaste!

—¡Tu me asustaste a mi! ¿Qué se supone que estoy haciendo aquí, en el suelo? —iba a agregar "¿y por qué está mi cabeza sobre tu pecho?", pero me dio vergüenza—.

—¿Acaso no te acuerdas? —dijo, levantándose del suelo —.

—Nope.

—Bien, estábamos conversando de lo mas bien y tu de repente te pusiste pálida y te desmayaste. Para que no te doliera el impacto en el suelo, te alcancé a atrapar y te desmayaste en mis brazos.Y me quedé dormido en esta misma posición.

¡Yay! Había estado en los brazos de Marco. Casi se me caía la baba.

—Y... ¿hace cuánto fue eso?

—Mmmm... como hace una hora.

—Guau. ¿Por qué me habrá pasado?

— Bueno, a los humanos nos pasa si algo nos impresiona, o porque nos sube la presión o sencillamente porque tenemos el estómago vacío. ¿Sabes que podría ser?

Me sonó el estómago. La respuesta era obvia.

—Vaya —dijo Marco, riendo— ¿de hace cuanto no comías?

—Desde que llegó Ponyhead a casa... espera, ¿ y Ponyhead?¿Dónde esta?

De pronto, me acordé de todo. De la guerra de almohadas, de mi caída vergonzosa, de como se retiró Pony de la habitación y de nuestra conversación con Marco.

—Aquí estoy Star.

Apareció una Pony sonriente.

—Supe que te desmayaste, pero veo que estás bien. Marco te cuidó bien, al parecer.

Me sonrojé. Era cierto.

—¿Y que esperabas? A los amigos hay que cuidarlos. No como tu, que te fuiste.

—¿Qué estas insinuando, apestorpe?

Ambos se miraron con furia y se gruñeron como si fueran perros.

—Vamos, chicos, no se peleen por mi... yo los quiero a los dos por igual.

Los abracé a los dos con emoción. Ambos parecían disgustados, pero no tanto como antes.

—¡Ahora, mejores amigos, comamos algo antes que me desmaye de nuevo!

Ambos se asustaron un poco por mis palabras, y fueron a la cocina a preparar algo. Yo me quedé en mi cuarto, riéndome. Al parecer, aprovecharon que no estaba con ellos en la cocina para seguir discutiendo. Pero de una forma... como decirlo, más amigable. Quizás nunca lo iban a admitir, pero se llevaban de maravilla.

Un tiempo después, ambos subieron la escalera llevándome un plato cada uno. Al parecer, querían competir por mi aprobación. Me reí para mis adentros. Pero quería dejar en claro que ambos platos me agradaban.

—Toma, Star. Tu plato favorito de Mewnie, brownies de fresas con chocolate.

—¡Gracias, Pony!

—Pero primero come esto, Star. Son nachos, tu plato favorito de la Tierra.

—¡Primero comete lo mío, Star! ¡Me costó más trabajo hacerlo, que a este apestorpe!

Enferma de amor ...Star x Marco...Where stories live. Discover now