Enferma de amor ...Star x Marco...

Cap 25

Nota de la sexy autora: ¡Llegamos a los 2k! ¡Wooooohooo! ¡Los amo, en serio! Ustedes son personitas muy importantes para mi... ¿Sugerencias para celebrar las 2k lecturas?

Coloquen aquí lo que quieren. (Comenten, plis, por cada comentario un beso starco más).

Pasando a otro tema, perdón por no publicar capitulo antes, me faltaba inspiración y, ñe... tenía flojera.

Sin más preámbulo, te dedico este cap a ti, @GiuliaFagundes

Ok empecemos.

Hoy íbamos a tener una verdadera cita con Marco. La última había sido un desastre para ambos, y ninguno de los dos quería recordarla.

No queríamos que este día fuera como esas típicas citas de las películas en que van a un restaurante lujoso y caro y se sirven platillos extraños. No. que Sólo queríamos divertirnos y pasar el tiempo juntos, así que no hacía falta que fuera algo tan producido.

—Agh, rayos, no se que ponerme —suspiré, atrayendo la atención de mi novio —.

—Vaya, vaya... alguien tiene problemas —dijo Marco, abrazando mi espalda, produciéndome un escalofrío —.

—¡! ¡M-marco!

—Ay, lo siento, ¿te asusté?

Me limité a hacer una mueca, como una niña pequeña.

—Vamos, no hagas esa carita.

Le saqué la lengua.

—Y no te preocupes por la ropa, todo te queda bonito.

Me sonrojé.

—Y todo te queda absolutamente bien con esas mejillas sonrojadas.

Se acercó a mis labios.

—Y tu sabes cuanto me gusta el color rojo, ¿verdad? —dijo, tocando mis labios con la punta de su dedo —.

—¡¡¡¡MA-MARCO!!! —exploté, aguantandome las ganas de besarlo y ocultando mi cara con vergüenza —.

—Jajaja, ok, ya paro.

Me dio un pequeño beso en la cabeza y se fue a su cuarto, a cambiarse de ropa. Me reí al escuchar como desde su habitación se escuchaba como se quejaba.

—¡Agh! ¡Por qué escoger ropa es tan difícil!

—Mmmmm... mira quién se queja ahora —dije, riendo —.

—No te rías...

—Si quieres, yo te ayudo a escoger...

—¡No! Porque o si no, no será una sorpresa y sería humillante...

—Entonces no te quejes.

—Pues tu tampoco.

Ambos suspiramos.

—¡Sólo hay una manera de resolverlo! —dijimos al mismo tiempo —.

Un rato después...

—Gracias por venir Tom, necesitaba tu ayuda —le escuché decir a Marco desde su habitación —.

—Gracias por venir Janna, necesitaba tu ayuda —dije a mi amiga —.

—¿Y para qué exactamente? Tengo una cita con Tom, asi que no debo llegar tarde.

—Uuuuy, que interesante —dije, molestandola — Es lindo, ¿verdad?

—¿Eh? P-pues si, supongo. Igual que sea un demonio le da muchos puntos.