Cap 31

1.3K 83 43
                                    

Maratón 5/?

Marco~ Abrí los ojos, sin saber en donde me encontraba. Era una habitación oscura, completamente cerrada, y no se podía respirar aire puro, se sentía asfixiante. No recordaba como había llegado aquí ni lo que había pasado antes. Traté de moverme, pero pronto me di cuenta que estaba amarrado de brazos y piernas a una silla. Tampoco podía gritar, pues tenía un pañuelo en la boca. Estaba desesperado. Traté de mover la silla con mi peso para liberarme, pero no daba resultado.

—Vaya, al fin despiertas, amor.

Miré hacia adónde salía la voz, pero no podía ver con claridad de quién se trataba.

Traté de hablar, pero el pañuelo me lo impedía.

—¡Que tonta soy! Esto ya no es necesario —dijo ella, liberandome de aquel trapo que tapaba mi boca.

—¿Q-quien eres tu?

—¿Acaso no me reconoces?

Mis ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad y pude distinguir algunos objetos de la habitación en donde me encontraba. Miré a la chica y de inmediato supe de quien se trataba. Esos ojos... esa voz... claramente era ella.

—¿C-como pudiste hacerme esto? ¿Por qué lo haces? ¡Libérame!

Ella lanzó una risa desquiciada.

— Puede que al principio no estés a gusto aquí, pero ya verás como terminas amando este lugar...

Entonces, se me acercó y se sentó en mis piernas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y no pude disimular mi cara de disgusto.

—Vamos... no pongas esa cara. Todo el mundo dice que mis besos son como el cielo.

Entonces, se acercó y me besó de forma apasionada. Abrí mis ojos, atónito por lo que estaba pasando, y traté de quitarmela de encima, sin conseguirlo, claro, pues estaba amarrado.

—¿Te sigues resistiendo, eh? Pues no será por mucho tiempo. Diana no se rinde fácilmente. Siempre hago lo que me propongo.

— ¿De que hablas?

— Marco Díaz, te dije que te enamorarías de mi y eso precisamente vas a hacer.

—No puedes obligarme... mi corazón pertenece a otra persona.

—Puede ser por ahora. Pero nunca sabes lo que puede pasar en una semana... o dos...

—¿Me tendrás todo ese tiempo encerrado aquí?

—El tiempo que haga falta. El destino es que nos amemos, Marco Díaz. Estoy dispuesta a hacer lo que sea para conseguir tu amor —dijo ella, sonriendo de forma enamorada y psicópata.

La chica encendió la luz de la habitación y pude observarla con atención. Acaso... ¿estaba en ropa interior? No pude evitar sonrojarme.

—P-ponte algo de ropa...

Ella también se sonrojó.

—N-no... no lo haré. Se nota que te gustan mis atributos, ¿no es así? Pues me pasearé todos los días enfrente tuyo hasta que no aguantes más y me desees...

— ¡Yo nunca haría eso! —dije, apartando la mirada.

— Eres un hombre, algún día no aguantarás más.

Se retiró de la habitación, diciendo que me traería comida pronto.

No sabía que hacer. Estaba perdido. Apenas podía moverme y esta loca podía llegar a hacer cualquier cosa conmigo. Y también me preocupaba Star, ¿cómo estaría ella? ¿Diana le habria hecho algo malo?

Enferma de amor ...Star x Marco...Where stories live. Discover now