Enferma de amor ...Star x Marco...

Cap 33

Star~ En el hospital nos revisaron, nos pusieron vendas y nos mandaron a casa. A todos, menos a Starfan13. Tenía una herida grave y debía ser tratada. Marcofan13 se quedó a acompañarla.

Al día siguiente la fui a ver al hospital junto a Marco. Para nosotros, fue muy extraño ver a la chica más energética y loca del grupo encontrarse en un estado tan débil. Tenía los ojos cerrados.

—Quedó muy impactada después del susto de ayer... necesita descansar —dijo la enfermera.

Marcofan13 acariciaba el cabello de su novia.

Me sentía extrañamente culpable.

—Oye, Marcofan13... disculpa... discúlpame por meterlos a ustedes dos en esto. No tenían por qué —le susurré, con un nudo en la garganta.

—Star, tranquila... Starfan13 se recuperará pronto, además estoy seguro que si le preguntas, ella te diría que volvería a hacer lo mismo con tal que ustedes estuvieran bien... y yo también lo haría.

—P-pero... ¡ella podría haber muerto!

Marcofan13 me sonrió.

—Ella es muy fuerte. Estoy seguro que si una bomba nuclear explotara frente a ella, sobreviviría de todas formas. Así es ella —concluyó Marcofan13, acariciando su mejilla.

Ahí me di cuenta que ellos, a pesar de su locura, eran iguales que nosotros. Se amaban mucho y estaban dispuestos a dar su vida por las personas que querían.

Tomé la mano de Marco y la apreté con fuerza.

—Creo que ya es hora de irnos —le susurré.

De pronto, Starfan13 abrió los ojos. Su novio inmediatamente la abrazó. Ella se veía agotadísima, pero al vernos tomados de la manos, pareció revivir.

—E-el Starco... ¡SIGUE SIENDO CANON! —gritó, abriendo increíblemente los ojos y llamando la atención de las enfermeras y las personas que estaban en el pasillo.

—¡C-CUMPLÍ MI MISIÓN! ¡EL STARCO SIGUE A SALVO! ¡YA PUEDO RESPIRAR TRANQUILA!

Marco y yo nos alegramos de verla tan animada. Marcofan13 también estaba muy contento y gritaba junto a ella, consiguiendo que un par de enfermeras les pusieran una inyección a ambos y los hicieran dormir.

Decidimos irnos del hospital y caminar a casa. Nos habíamos extrañado tanto...

La gente que nos veía caminar, se reían al vernos llenos de vendas y rasguños en la cara. Marco incluso tenía un ojo morado.

—Marco, estamos llamando mucho la atención...

—¿Eh? ¿Tu crees?

—Si... estamos todos machucados. Caminemos más rápido a casa, ¿está bien?

—Si... en realidad... yo también quiero llegar pronto a casa...

Marco se empezó a tambalear.

—¿Te sientes mal, Marco? —dije, sosteniendo sus hombros, preocupada.

—C-creo que... s-si...

Ayudé a Marco para que se sentara en una banca. Con mi varita hice el encanto de nube vehicular y nos subimos a ella. Al llegar a casa, acosté a Marco en su cama. Toqué su frente... ¡estaba ardiendo!

Le traje un vaso de agua y una extraña pastilla que usan en la Tierra para quitar los dolores de cabeza. Tragó y cerró sus ojos, completamente débil.

—Tontito... ¿por que no me dijiste que te sentías mal? Hubiera ido al hospital yo sola...

—Q-quería estar contigo... —dijo, apretando los ojos.