✧ Capítulo : [4]

3.2K 173 14
                                    

Respiro entrecortadamente percibiendo como sudo a la vez, la vena de mi cabeza va y viene, como si estuviera rehuyéndole a una terrible apocalipsis

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Respiro entrecortadamente percibiendo como sudo a la vez, la vena de mi cabeza va y viene, como si estuviera rehuyéndole a una terrible apocalipsis.

Presiento que me llegara el entierro, si mi madre descubre que no fui sola u silenciosa, si no que anduve ida y vuelta en un bus compartiendo espacio con personas desconocidas.

El terrible carácter que tiene suele arruinarme cualquier tipo de paciencia, la perfección qué dice tener la consume, gracias a esto terminó agotada. Esta vida que aún me digna, a sido una farsa, ya no es penoso decirlo. Costumbre y resignación esa desdicha siento durante tantos años, pero ahora todo es distinto, terminé despertándome ya no estoy segada.

Arriesgado tomar las riendas de esta vida, sabiendo que no puedes desprenderte tan fácilmente de todo.

No todo, se empaña sobre un vidrio de cristal.

Caminó con pasos silenciosos hacia el dormitorio, dispuesta a calmar tantos pensamientos no deseados con respecto a Sandra, trato de no procesar ese momento tan confuso y torpe que arme allí afuera en compañía de ese paraguas que me obligo a tomar. Las palabras salieron disparadas sin voz de consciencia, quise decirle la verdad, defenderla de su propia sombra, poco favorecedora, dudo que ese plan allá funcionado por completo.

No estoy arrepentida y no lo estaré, sentí que era necesario, sentí que debía intentar abrir esos ojos mortificados. Seguramente no lo allá logrado, apenas me a visto, no sería capaz de aprobar mis consejos. Aún que me encantaría no ser una pérdida, para la mujer que tanto admiro, desde el primer día de clases.

Me siento de piernas cruzadas sobre las suaves sabanas, abro la mochila escolar dispersando todas las cuadernolas y lapiceros, por un lado. Buscando con desesperación el pequeño diario de anotaciones y dibujos, me gusta guiar un pincel u lápiz, divagar por las hojas, adornarlas con colores o perfeccionarlas de negro, tal y como aquella dama misteriosa lo hace.

Realizo inventos en forma de distracción, este tipo de acción suele calmar cierta ansiedad en la cual estoy envuelta desde los catorce años, necesito pasar el rato. Otra vez, allí está robándome el pensamiento, pasa una y mil veces, recuerdo esa figura, sus gracias y ese rubor tan despampanante, aun no logro comprender  como con solo verla hoy a la mañana, tiene la capacidad de reproducirse en mis pensamiento tal y como si fuera un disco CD viejo y rayado. 

Extrañó... pero cierto.

Doy vueltas, esperanzada en dispersar toda esta vergüenza y estrés acumulado, por hablar de más, con una mujer que apenas vi por primera vez.

 Efectivamente, no funciona.

Dispuesta a no rendirme ante tal ahogamiento, busco prendas que ni por asomó correspondan al uniforme escolar, dirigiéndome hacia el bañó por una ducha. Un refrescante baño seguro pueda recomponerme del todo, sin estrés o ansiedad, solo yo y las gotas haciéndome compañía.

Mi Bella Imposible (EN ARREGLOS)Where stories live. Discover now