✧ Capítulo : [17]

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En vez de caminar, estoy aprendiendo a volar, Bella apresura el paso como si estuviera participando en una carrera de atletismo, y yo fuera un rehén

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En vez de caminar, estoy aprendiendo a volar, Bella apresura el paso como si estuviera participando en una carrera de atletismo, y yo fuera un rehén. Exhala e inhala con desespero, no controla la velocidad que expresan sus tobillos, refleja impacientemente dicha locura por llegar antes que nadie, a la enfermería. Acurruca mis nudillos contra los suyos dándoles suaves movimientos, brindándome protección y cuidadome con sus brazos, consiguiendo que llegue a distinguir el panorama, por el cual vamos circulando.

Va descubriendo cautelosamente como me voy desvaneciendo, ante la escena, larga un agotador suspiro reprochando cruje ruidosamente su dedo medio con el pulgar, reaccionó embobada como si estuvieran dopados por milésima vez, a evitado que termine postrada sobre el suelo.

-Vamos se que tu puedes confió en ti.-Expresa con confianza intentando animarme.

Visualizo como le obsequia, un pequeño gesto de simpatía a esta pre adulta sin fuerza, con apenas una chispa de voluntad le otorgo la misma dulzura, esa que tanto idolatro de ella.

Asiento, al identificar una presencia disfrazada de preocupación, muy cerca tan cerca que puedo sentir el aroma floreal que desprende, relajo ese notable pesar acariciándola, diciéndole con apenas un rose, que suspire, relaje sus miedos y se mantenga así sin alarmarse, o desprenderse del suéter que cargó.
Al estar sostenida consigo desplazarme libremente, dando lugar a un camino lleno de armonía divagamos por la cafetería, la cual huele a brownie en taza, dejo que el olor embriague de una vez a este estomago hambriento, por saborear apenas un mordisco de ese postre matador, el cual me llama con ese borde de oreos y crema, niego internamente ante la idea de sacar dinero olvidar mi malestar e ir corriendo por el, no puedo, estaré repleta de barritos con solo ingerir, una porción de chocolate.

Ser alérgico, a una de las adiciones grandes en este planeta, puede resultar tedioso.

Yo lo califico como, una tortura interminable.

Volteo al dar como perdida la compañía de Sandra, con la mirada la busco desesperada pensando lo peor, cruzan por este subconsciente millones de preguntas, estoy varada entre tantos gritos y barullos, extraviada al no tener ayuda. Decido inclinarme sobre la mesa, arrodillando las piernas en sinónimo de espera y resignación, no moveré ni un musculo de aquí, no hasta que sienta como me carga entre sus brazos.

Exhausta, pesada y sin energía acoso las manijas del reloj, colgado a un extremo de los sillones vip esos que ocupan las personas con autoridad en esta institución, se mueve muy rápido, como si me estuvieran jugandome una mala pasada, aquella bola de gente pegada se fue desplazando, dejando la cantina desolada, no veo el color de esa melena, por ningún sitio. Cuento números y percibo las ovejas pasar, parpadeo ante la necesidad de ver oscuridad, sin noción voy perdiendo el control descansando sobre la cruda madera, hasta caer en un profundo reposo.

Voy acurrucada, en esa piel que tanto quiero.

En la piel de la persona, qué tanto promete el cielo.

Mi Bella Imposible (EN ARREGLOS)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum