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Zayn's POV

Tengo que admitirlo, ha resultado ser una película de terror que realmente lograba el cometido de asustarte, de ponerte los pelos de punta, donde no sabes si taparte los ojos con las manos o no. Era una de esas que realmente te introducen en la historia y todo ese ambiente tétrico que poseen. Y tal y como Ash me había advertido, alguna exclamación se le escapó a mitad de la película de los labios, mas se notaba que estaba haciendo esfuerzos para contenerse. Por mi parte, me abstuve a toda costa de demostrar cualquier clase de reacción, aunque posiblemente si hubiese visto el filme acompañado de Liam o Louis, habríamos empezado a comentar con desesperación la película, sacando teorías o comentando lo jodidos que estaban los protagonistas. Algo muy típico de nosotros.

-Eso fue algo... Espantoso -confiesa Ashley, una vez que nos encontramos saliendo de la sala. La película ya ha acabado.

Me he comportado con ella. No he hecho los típicos intentos de agarrarla de la mano, o abrazarla. En lo absoluto. Recién estamos saliendo por primera vez, no quiero espantarla con movimientos tan comprometedores -y hasta quizás desesperados- como esos.

Busco mis gafas de sol y me las coloco antes de que sea demasiado tarde y alguien me distinga una vez que nos encontramos fuera de la sala.

-Fue horrible -admito-. ¿Sabes? Lo peor de todo es esa parte al final, cuando dicen que la maldita película está basada en un hecho real. Inevitablemente empiezo a acordarme de ella en la noche -admito, y ella suelta una carcajada, divertida.

Observo mi reloj de pulsera, decepcionado por la cantidad de tiempo que nos ha tomado la película. Se nos ha hecho tarde, y de seguro que Ash deberá de trabajar temprano al día siguiente.

-Hey, ya van a ser casi las nueve... -comento- ¿Quieres hacer algo? No sé, podríamos ir a cenar... -sugiero. Realmente quiero pasar más rato con la rubia.

Ella suspira y enreda una de sus manos en su cabello. Mala señal. Ya sé lo que se viene encima.

-Uf... Si te soy franca, estoy un poco cansada, y creo que con las palomitas de maíz fue más que suficiente -me sonríe, antes de arrojar la bolsa vacía a uno de los basureros que se encuentran en el pasillo-. Creo que prefiero ir a casa... ¿Qué te parece si lo dejamos para otro día? El fin de semana, si es que puedes.

Me gusta la idea. Y por supuesto que me haré un espacio en mi fin de semana para vernos.

-Dalo por hecho, pero créeme que te cobraré la palabra. ¿De acuerdo? -advierto con un falso tono de amenaza, ella entre risas asiente-. Perfecto, entonces, vamos, te iré a dejar a tu casa.

Nos encaminamos al estacionamiento, y rápidamente salimos del lugar. En el camino nos lo pasamos entre risas, comentando las escenas que realmente nos habían asustado, y tratando de cuestionarnos si realmente era posible que pasaran cosas de ese nivel en la vida real. Aparentemente, ambos hemos pasado un agradable rato, o al menos lo suficiente como para convencerla de una segunda cita. Me agrada la idea de que ella disfrutara de mi compañía como yo de la suya.

Una vez que detengo el auto frente a la casa, bajo y la acompaño hasta la puerta, despidiéndome de ella con un beso en la mejilla.

"No te olvides de la cena que tenemos pendiente. ¡El sábado es nuestra noche!"

Le recuerdo, mientras me alejo. Ella nuevamente me promete que así será, justo antes de entrar a la casa y cerrar la puerta tras de sí.

Harry's POV

La he llamado tres veces y ni siquiera es capaz de contestarme para mandarme al demonio. He tratado de ser más insistente y no desistir a la primera derrota, confiando en que quizás tiene el celular lejos, o está trabajando hasta tarde en la cafetería y no puede contestar. Tal vez, simplemente no quiere hablar conmigo.

"¿Qué? No, no pienso creerme eso. Ash por supuesto que quiere hablar conmigo."

Hago un intento cuarto intento, y termino desistiendo. ¿Qué tan difícil le es contestarme? Es decir, posiblemente su jefe le pusiera problemas al respecto, aunque un mensaje que dijera "llámame después" habría sido suficiente para calmarme los ánimos mientras tanto.

Joder, no la entendía, y tampoco quería hacerlo. Necesitaba distraerme, e irónicamente, ella era la única persona que me servía para eso, y no estaba disponible.

Ashley's POV

En cuanto cierro la puerta, me apoyo de esta y busco mi teléfono. Cuatro llamadas perdidas de Harry. Wow. Aparentemente alguien sí tenía interés por verme. Tal vez merecía que le devolviera la llamada.

Subo a mi habitación con la idea rondando en mi cabeza. No es mi estilo buscarlo, sin embargo, tan solo estaría devolviéndole la mano.

Dejo de darle vueltas al asunto, y una vez que me encuentro recostada en mi cama, lo llamo. Un bip, dos bip, tres bip, y ya en el quinto es que por fin me contesta.

-¿Harry?, ¿Me llamaste?

"Idiota, por supuesto que te llamó. Gran manera de iniciar una conversación."

-¿Lo dices por la llamada de ayer o las cuatro de esta tarde? -pregunta un sarcástico Styles. Frunzo el ceño frente a su resentimiento. Alguien no está de buen humor.

-No podía contestar, Harry, estaba en el cine -explico, indiferente a su tono, sin alterarme.

Un incómodo y desagradable silencio se produce entre nosotros. Mis palabras podrían tener una connotación diferente a la que quiero darle, mas ignoro ese detalle.

-De seguro que eso te mantuvo muy ocupada -lo oigo mascullar por lo bajo-. Cómo sea, ¿Podemos vernos el sábado en la noche? -me pregunta, quebrantando la incomodidad. No parece una petición, sino que más bien una orden, como si el hecho de negarme no fuese verdaderamente una posibilidad-. Podemos quedarnos en mi departamento, yo pasaré por ti después de tu trabajo.

Sábado. Demonios. Sábado. Ya tengo reservado el sábado, Harry.

-¿A qué hora sería eso? -pregunto, recordando que me he comprometido a la cena con Zayn esa noche.

-Oh, vamos, Ashley -sonaba ansioso, demasiado. No era muchas veces que conseguía oírlo suplicarme de esa forma, a Harry le gustaba siempre hacerse el interesante, el chico que no necesita rogar demasiado por una chica-. Han sido casi tres semanas sin vernos... Necesito follarte, muñeca -Dios, sus palabras son tan directas, y no puedo evitar sentir un hormigueo en la boca del estómago-. Tendremos toda la noche para nosotros, ¿Qué dices? Yo me encargo de que Louis se vaya de acá y hacemos todo el escándalo que queramos, y una mierda lo que digan los vecinos.

Me detengo a reflexionarlo, la oferta es tentadora. Con Harry todo siempre es tentador.

Tal vez pudiese correr mi cena con Zayn para el domingo, o sino para la semana siguiente. Después de todo, Styles tiene razón, han pasado tres semanas sin vernos, y viene siendo hora de concretar nuestro encuentro.

-Vamos, muñeca, ¿Dime que no me extrañas? -su voz era ronca, y absolutamente seductora. Los deseos de tenerlo junto a mí en este momento me consumen-. Nuestros cuerpos se necesitan, Ash, mi cuerpo te necesita. Ambos lo sabemos.

-Basta, Harry -digo, sonrojada.

Y es ahí cuando me convenzo: "al diablo, ya hablaré con Zayn."

Suelto un suspiro, odiándome por lo que voy a decir.

-Está bien-. Nos veremos el sábado, pero si llegas a cancelar, te las vas a ver conmigo -advierto-. Así que prométeme que no surgirán improvistos de por medio.

-Lo prometo, nena. Nos veremos el sábado entonces -dice evidentemente eufórico, antes de cortar la llamada.

De modo que ahora queda entre las manos la labor de hablar con Zayn, de avisarle que, mágicamente, de un segundo a otro, me ha surgido un improvisto para el sábado y que no podríamos vernos. Un improvisto que tiene nombre y apellido: Harry Styles.

Millones de excusas aparecen en mi cerebro a toda velocidad, unas bastante creíbles, otras más bien falsas. Mañana llamaría a Zayn disculpándome.

Y es que por más quisiera ir con él, no podía negarme ante Harry.